Iberdrola dispara su producción hidroeléctrica y compensa las caídas del resto de tecnologías

El crecimiento del 50% de sus grandes saltos de agua por las mayores precipitaciones permite a la eléctrica cerrar el primer semestre con una mínima caída en su generación en España. Las centrales de gas produjeron casi un 40% menos

Vista aérea de la central hidroeléctrica de Aldeadávila (Salamanca), en una imagen de archivo.

Iberdrola cerró el primer semestre del año con un mínimo incremento del 0,6% de su producción eléctrica en España gracias al buen tono de la hidráulica, que compensó el hundimiento de los ciclos combinados (en las que se quema gas natural para obtener electricidad) y las caídas del resto de tecnologías. Los grandes saltos de agua de la eléctrica, la mayor de Europa y segunda mayor del mundo por valor de mercado, inyectaron un 49,5% más en el sistema eléctrico nacional a rebufo de las lluvias del invierno y la primavera, que han permitido pasar página tras un 2023 aciago.

Este notable crecimiento de la hidráulica contrasta con el descenso de casi el 37% de los ciclos combinados, de casi el 18% de la solar, del 17% de la nuclear y del 10% en la eólica. La cogeneración —centrales de gas o biomasa asociadas a la industria— se anotó una caída ligeramente superior al 5%.

El impulso en la generación hidroeléctrica de Iberdrola no tiene visos de ser efímero: si un año atrás los pantanos españoles en los que opera Iberdrola superaban por poco el 53% de llenado, hoy están por encima del 77%. Una mejora en el agua embalsada que tiene traslación directa sobre la electricidad disponible: hoy son casi 8.700 gigavatios hora (GWh) los que puede turbinar, casi 2.700 más que a cierre del segundo trimestre de 2023.

Más potencia total

La capacidad instalada de Iberdrola España se situó en 31,3 gigavatios (GW) de potencia a cierre de junio, frente a los 29,8 de un año antes. El crecimiento fue íntegramente renovable y, sobre todo, solar: la fotovoltaica en suelo —la tecnología de más rápido crecimiento en la matriz eléctrica nacional— sumó más de 1,3 gigas en solo doce meses. La eólica y la hidroeléctrica creció solo marginalmente. Y tanto la nuclear como los ciclos combinados se mantuvieron estables. Las baterías, llamadas a desempeñar un papel fundamental para almacenar los excedentes diurnos para aprovecharlos cuando se pone el sol, se mantuvieron sin cambios: 19 megavatios (MW).

Un 5% más de producción en todo el mundo

La átona evolución de la generación en España contrasta con el crecimiento del 5,3% registrado por Iberdrola en todo el mundo. Un salto que tuvo dos vectores: la hidroeléctrica y la eólica terrestre, que ya genera más de la tercera parte de la producción mundial de la energética que preside Ignacio Sánchez Galán. Aunque todavía a menor escala, el salto de la eólica marina —una tecnología en la que la empresa ha depositado gran parte de su crecimiento futuro— es enorme: del 17%, tras casi duplicar su capacidad de producción. La potencia instalada en todo el mundo cerró junio por encima de los 62 gigavatios, 6,4 más que en el ecuador de 2023.

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