El vínculo con la naturaleza en los santuarios del agua natural
La destilería de Beam Suntory en Palazuelos de Eresma redobla su compromiso con la protección de las fuentes de agua
Las aguas del río Eresma son la savia que nutre de vida a la destilería de whisky Dyc. Su agua es el principal componente de los espirituosos que elabora y es fundamental en su proceso de producción. Por eso a su protección se han consagrado, primero, su fundador, Nicomedes García, desde 1959, y desde 2014 sus actuales dueños, la multinacional japonesa Beam Suntory, que ha aportado su cultura ancestral del culto al agua.
La destilería de whisky Dyc en Palazuelos de Eresma (Segovia) toma el agua directamente del río, mediante una concesión, que nace en el valle de Valsaín, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, situado a 10 kilómetros. “En el proceso de producción se consumen unos 200 metros cúbicos de agua por hora, sobre todo para el proceso de refrigeración de los alambiques, porque en una botella de whisky o de ginebra, normalmente con un grado alcohólico del 40%, el resto hasta el 100% es agua”, explica Luis García Burgos, responsable de sostenibilidad de la fábrica de Beam Suntory en Palazuelos de Eresma.
El agua recogida se filtra y se depura. García Burgos cuenta que se trata de un agua muy poco mineralizada, lo que hace que sea perfecta para la producción de bebidas. El agua para refrigeración se usa para condensar los alcoholes y se enfría antes de devolverla al río en las mismas condiciones. “Así que la captación es mucha, pero la mayor parte la devolvemos al río en las mismas condiciones que la hemos cogido”, apunta el director de sostenibilidad. “El objetivo es reducir el consumo en un 50% por unidad producida para el año 2030, y para el año 2040 intentar reponer más agua de la utilizada en nuestras operaciones directas”, señala.
Y el agua utilizada en la producción, “como ha sufrido un proceso de fermentación, la tratamos en la planta depuradora de aguas residuales que tenemos, eliminamos la materia orgánica, y el agua así depurada la volvemos a incorporar al río”. En cuanto a los residuos, “utilizamos como materia prima cereales, puede ser el maíz y la cebada, y lo único que utilizamos para producir alcohol es el almidón. El resto del cereal, la fibra, la proteína, la cáscara, lo filtramos, lo secamos y lo utilizamos para pienso de animales y para abono de los campos, que es un compost orgánico, con lo cual el 100% de nuestros residuos son todos biodegradables. Incluso los residuos de las destilaciones se utilizan para lacas de uñas, pinturas, barnices...”, detalla García Burgos.
Reforestaciones
“La cultura japonesa es amante del agua y cuidan el agua como un bien y llaman a las destilerías los santuarios del agua, por eso lo cuidan y lo miman”, remarca García Burgos. Pero además del agua, en el cuidado de la naturaleza Beam Suntory desarrolla programas de biodiversidad, con reforestaciones anuales, en colaboración con el ayuntamiento y el Ministerio de Transición Ecológica, que son los encargados de señalar las zonas y el arbolado autóctono adecuado. Beam Suntory se compromete además con el cuidado y riego de los plantones durante los dos o tres primeros años, necesarios antes de que el árbol arraigue definitivamente. “En las plantaciones participan tanto empleados como sus familiares, así como alumnos de Palazuelos de Eresma, a los que les explicamos las ventajas que tienen las reforestaciones”, indica el portavoz de la destilería.
El cuidado de la naturaleza, no obstante, es solo uno de los tres pilares en los que se articula el programa Proof Positive (prueba positiva), junto a las comunidades en las que se asienta y los consumidores, que se articula dentro del más amplio Growing for Good, “para responder a la convicción de crecer lo mejor posible haciendo un futuro sostenible y equitativo para todos los que trabajamos aquí y para todos nuestros clientes”, destaca García Burgos.
La compañía tiene una planta de embotellado en Valverde del Majano, de donde era natural Nicomedes García, situado a 20 km de la destilería. “Nuestro objetivo para 2030 es que el 100% de nuestros envases sean reciclables y el 40% sean reciclados. Y se ampliaría hasta un 60% el uso de materiales reciclados para 2040″ indica García Burgos, que resalta que se recicla todo el cartón, el papel y los palés. “El vidrio que usamos siempre es nuevo, lo que sí que hacemos es que ese vidrio venga con la mayor parte de vidrio reciclado de usos anteriores”.
Con los consumidores también promueven el consumo responsable, “y estamos de acuerdo con todas las empresas de bebidas que a los menores ni una gota de alcohol. Promovemos campañas de publicidad para intentar que los menores no beban, y que se consuma menos, pero de forma más responsable y de mayor calidad”, asegura.
La destilería de Palazuelos cuenta una planta de cogeneración que produce electricidad y la que no se usa se vierte a la red eléctrica de la provincia. En la planta de Valverde hay una planta fotovoltaica con la que esperan conseguir emisiones cero. El objetivo de Proof Positive es reducir un 50% las emisiones en 2030 y superar las emisiones netas en 2040.
Crecimiento del empleo y de la producción
Plantilla. En la destilería de Palazuelos de Eresma y en la planta embotelladora de Valverde del Majano trabajan en total 170 personas, la gran mayoría procedentes de la zona. Desde 2015 se ha aumentado el empleo directo un 60%. Pero el verdadero impacto se da en el empleo indirecto y en la economía de la región.
Producción. En 2022 se produjeron alrededor de 6 millones de cajas de 9 litros, mientras que desde 2015 se estaban produciendo alrededor de 3 millones. “Prácticamente hemos duplicado nuestra producción. Y eso que hemos sufrido bastante con la pandemia, lo mismo que ahora estamos sufriendo por la guerra de Ucrania. Rusia era un cliente muy especial para Beam Suntory, y desde que empezó la guerra no vendemos ni un litro de bebida a Rusia”.
Recursos humanos. La compañía ha aumentado el periodo de permiso por paternidad en prácticamente dos meses más de lo que marca la ley, que son 16 semanas.
Patrocinio. Durante los años ochenta y noventa la compañía fue patrocinadora de la Vuelta Ciclista a España. Una de las etapas, normalmente la penúltima, antes de la llegada a Madrid, finalizaba en las instalaciones de la destilería. En 1985 Pedro Delgado arrebató al escocés Robert Millar el maillot de líder en esa etapa y ganó la Vuelta. El patrocinio acabó cuando una ley prohibió el patrocinio deportivo de alcohol y tabaco.
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