Bound4blue, la tecnología cántabra que devolvió las velas a los mercantes
Reduce el consumo de combustible de los barcos hasta en un 40%
Cristina Aleixendri, José Miguel Bermúdez y David Ferrer sabían que tenían una idea con posibilidades, pero no podían imaginar cuántas. Cuando en 2014 los tres ingenieros aeronáuticos fundaron en Cantabria Bound4blue, su empresa de velas rígidas para barcos pesqueros y mercantes, el principal objetivo era reducir los costes de combustible y la contaminación de los armadores. Tras las regulaciones sobre emisiones máximas que la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) empezará a exigir desde 2023, soluciones como la suya podrían convertirse en la única manera de seguir navegando para muchos barcos.
“Después de años estudiando alas de aviones, no entendíamos cómo era posible que no se usara algo así para propulsar barcos, un sector donde los combustibles representan el 60% de los costes”, cuenta Aleixendri, que hoy es la directora de operaciones de la empresa.
Las velas rígidas de Bound4blue, que usan la técnica de la succión, reducen hasta en un 40% el consumo de combustible en las rutas más favorables y se amortizan entre dos y cinco años. “Por lo general, el ahorro está entre el 15% y el 20%, salvo en rutas como las del Mediterráneo, donde los vientos predominantes no favorecen estas tecnologías”, explica.
En términos del combustible usado por kilo transportado, el transporte por mar es mucho más eficiente que por aire o por carretera. Pero también es el principal medio, con alrededor del 80% de las mercancías del mundo moviéndose en barco. “Como transporta tanto, la contaminación total también es muy alta”, dice Aleixendri. “En términos de CO2, el transporte marítimo de mercancías equivale al sexto país más contaminante del mundo”, ilustra.
La Fura dels Baus y un pesquero son sus primeros clientes
De momento solo hay 15 barcos de motor en el mundo con estas soluciones
Incluso antes de la invasión rusa a Ucrania, los costes vienen aumentando desde 2020, cuando la IMO impuso un combustible de bajo contenido en sulfuro mucho más caro. A partir de 2023, también comenzará a aplicar el reglamento EEXI de eficiencia energética para llegar a un recorte de emisiones del 40% en 2030 (con relación a los niveles de 2008).
Según las estimaciones de Bound4blue, unos 30.000 barcos tendrán que introducir cambios para cumplir con dicho reglamento. “Para seguir navegando, van a tener que reducir la velocidad. Algunos van a tener que reducirla tanto que dejarán de ser económicamente viables, a menos que instalen tecnologías como la nuestra”, asegura.
Succión
Los dispositivos desarrollados por Bound4blue usan la tecnología de succión ideada por Jacques Cousteau en los ochenta. Hay otro grupo formado por los rotores Flettner; otro, por cometas, y un cuarto compuesto por barcos con velas rígidas similares a las alas de un avión (solo que en posición vertical). Los rotores Flettner y las velas de succión, indica Aleixendri, representan casi todos los dispositivos instalados hoy. Con un diseño propio y una fabricación casi artesanal en su planta de Villarrobledo (Albacete), sus vehículos de gama alta van dirigidos a un usuario con un nivel deportivo medio-alto, que se mueve en carretera o montaña y puede elegir entre cuatro categorías.
Aunque el potencial de crecimiento es inmenso, hasta el momento solo hay 15 barcos de motor en el mundo que emplean estas soluciones. La Organización de Palangreros Guardeses instaló uno de los dispositivos de Bound4blue en un pesquero de 40 metros de eslora especializado en pez espada. “El barco operaba en Panamá, así que fabricamos todo en Europa y lo llevamos allí el verano pasado para instalarlo”, recuerda. Tienen otros dos proyectos en marcha y uno terminado que les dará mucha notoriedad: un mercante de unos 62 metros reconvertido en barco teatral con el que la compañía La Fura dels Baus dará la vuelta al mundo ofreciendo su espectáculo. “En ese instalamos nuestra vela de succión más grande, 17 metros de altura y totalmente abatible”, destaca.
Las claves del proyecto
Cercanía. En sus primeros encargos han decidido fabricar en Europa para controlar al máximo los procesos. El plan, cuando crezcan, es fabricar cerca de los astilleros y puertos donde operan los armadores para ahorrar en transporte.
Sostenibilidad. Según Aleixendri, se aseguraron de evitar el clásico error de los ingenieros de desarrollar inventos maravillosos pero impagables. “Nuestro objetivo es que sea sostenible económica y medioambientalmente”, precisa.
Financiación. Son los únicos de su sector en todo el sur de Europa. Además de financiación europea, han sido subvencionados por el Gobierno de Cantabria y por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
Facturación. Con 25 empleados (20 de lo cuales son ingenieros), Bound4blue cerró 2020 con unos 3 millones de facturación y 2021 con una cifra similar.