La plantilla sopesa congelarse el sueldo si se pactan prejubilaciones

El convenio de los bancos encalla ante fuerte ajuste laboral que se avecina

Los trabajadores de los bancos están abiertos a negociar dos años de congelación salarial, pero se niegan a firmar el convenio si la patronal no garantiza antes que el ajuste laboral de las fusiones que se avecinan se hará con prejubilaciones.

La negociación del convenio de banca ha entrado en una recta final curiosa, en la que los sindicatos están dispuestos a ceder en materia salarial para los trabajadores que se queden, si la patronal garantiza buenas condiciones de salida para los que pierdan el empleo en la nueva ronda de fusiones que va a impulsar el Gobierno.

CC OO y UGT, sindicatos mayoritarios del sector, lanzaron un ultimátum ayer a la Asociación Española de Banca (AEB). Le exigen que el ajuste que se avecina, en el que el sector financiero tendrá que reducir el 20% de su plantilla y sus oficinas, se salde por la vía de las prejubilaciones y las bajas incentivadas. Si la respuesta es positiva, los sindicatos están dispuestos a aceptar la mayor reivindicación de la banca: dos años de incremento salarial cero (2012 y 2013), seguidos de dos años de moderación, en los que habría tímidas subidas, en torno al 1%.

La AEB está haciendo sus cálculos. La posibilidad de congelar los salarios de la plantilla durante 24 meses con el beneplácito de esta es una baza suculenta, pues responde a las máximas aspiraciones, en materia retributiva, que defiende estos días la CEOE. La banca tendrá que comparar ese ahorro, sin embargo, con el coste de ser generosa en la nueva tanda de fusiones que se avecina. Cada prejubilación que aprobaron las cajas en su reestructuración costó de media unos 350.000 euros, según el bufete de abogados Sagardoy. Por si fuera poco, fuentes del sector indican que solo adaptar el ritmo de prejubilaciones normal a la nueva edad de jubilación exigirá un coste adicional de entre 1.000 y 1.500 millones de euros.

Por el momento, a la patronal no han debido de cuadrarle las cifras, porque no han ofrecido las citadas garantías. En vez de eso, la AEB insistió ayer en su discurso de moderación de sueldos, en desligarlos del IPC y en terminar vinculándolos a los márgenes de explotación del sector. La patronal volvió a plantear, además, una serie de recortes en los complementos salariales, que incluyen acabar con los trienios y con los privilegios por antigüedad, desregular los horarios comerciales y elevar la movilidad geográfica de los trabajadores a 50 kilómetros.

Ante el inmovilismo de la patronal, los sindicatos CC OO y UGT dieron por suspendidas las negociaciones, y advirtieron que iniciará movilizaciones para reivindicar protección ante el inminente ajuste laboral.

El órdago está en la mesa de la AEB. La patronal deberá estimar ahora cómo de generosa puede mostrarse al compensar los recortes. Que el ajuste se asuma sin conflictividad depende ahora de que patronal y sindicatos logren desbloquear un convenio que lleva más de un año estancado y afecta a unos 120.000 trabajadores.

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