El PNV vincula el apoyo al Presupuesto al respaldo del PSE a las cuentas forales
El complejo tablero de ajedrez sobre el que el Gobierno y el PNV han colocado la negociación de los Presupuestos estatales de 2011 incluye entre las piezas esenciales una contrapartida clara: el respaldo de los socialistas vascos a las cuentas de las diputaciones forales.
Desde que en mayo del año pasado el PNV fue desalojado de Ajuria Enea, sus prioridades han estado condicionadas por el mantenimiento del poder en los ayuntamientos más importantes del País Vasco y en las tres diputaciones forales. La situación no ha cambiado y la proximidad de las elecciones locales del año que viene no ha hecho sino reforzar la inquietud de los nacionalistas por perpetuarse al frente de estas instituciones.
Esta preocupación explica que el PNV haya colocado sobre la mesa de la negociación presupuestaria con el Gobierno central una contrapartida que considera imprescindible para ayudar a Zapatero a evitar una convocatoria anticipada de las legislativas. Esta contrapartida consiste en garantizarse de antemano el apoyo del PSE a los presupuestos de las tres diputaciones, un pacto no escrito que se ha mantenido vigente siempre que el PNV ha respaldado las cuentas estatales de cada ejercicio. Más tarde, después de las elecciones de mayo, se abrirá el frente de las alianzas políticas que el PNV también pretende dejar cerrado este otoño.
El portavoz del Grupo Vasco en Madrid, Josu Erkoreka, señaló ayer en tono irónico que sería interesante ver a los socialistas vascos negándose a apoyar los presupuestos de las diputaciones forales mientras los aprueban en el resto de las instituciones del Estado. La dureza con la que golpea la crisis económica ha dado fundamento a la actitud defendida en más de una ocasión por José Luis Rodríguez Zapatero en el sentido de que la responsabilidad institucional debe prevalecer sobre el interés partidista, de ahí la predisposición del PSOE a avalar los presupuestos de ayuntamientos y comunidades autónomas al margen de su color político.
No obstante, Erkoreka recordó ayer que "no son comparables" los Presupuestos del Estado a los forales, ya que estos últimos se tendrían que aprobar al final de la legislatura de las diputaciones y una prórroga no supondrían especial daño a las mismas, mientras que la derrota de los Presupuestos estatales "plantearía un serio problema político y económico a las instituciones centrales".
Dentro del PNV se manejan análisis muy similares a los del Gobierno, en el sentido de que cualquier acuerdo presupuestario tendrá dos etapas: una primera durante el debate de totalidad y una segunda durante la tramitación de las enmiendas parciales. No es descartable que en esta segunda entre en juego CiU si para entonces ya se han celebrado, como es de esperar, las elecciones catalanas.
Erkoreka salió ayer al paso de la invitación que los nacionalistas catalanes le han hecho a su partido para dejar solo al Gobierno en el trámite presupuestario y provocar el adelanto electoral. Erkoreka recordó a CiU que fue la que permitió a Zapatero aprobar con su abstención el techo de gasto para el año que viene.
Las elecciones sólo le interesan al PP
Ver al PP instalado en La Moncloa con mayoría absoluta no sería plato de buen gusto ni para los nacionalistas catalanes ni para los vascos. El portavoz de este último grupo en el Congreso, Josu Erkoreka, reconoció ayer que en la agenda de su partido no figura precipitar la convocatoria electoral, entre otras razones por las altas posibilidades que habría de que el PP se alzara en ellas con la mayoría absoluta. Erkoreka subrayó la importancia también de aprobar los próximos Presupuestos estatales para combatir mejor la crisis.Aunque la interlocución entre el Gobierno y el PNV se sucede de manera fluida, los avisos al Ejecutivo le llegan por distintas vías. El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, advirtió ayer que no negociará los Presupuestos estatales de 2011 si previamente no se "ejecuta" la transferencia al País Vasco de las políticas activas de empleo. Urkullu recordó que esta reivindicación ya se planteó en la negociación presupuestaria del año pasado y que todavía está por satisfacerse.