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1.500 personas se compran un edificio de viviendas en la zona más exclusiva de Madrid

Urbanitae es el referente del sector, que permite financiar grandes proyectos inmobiliarios con las aportaciones de pequeños ahorradores

A través de Urbanitae. la plataforma de mayor facturación en España, se puede invertir en inmuebles desde 500 euros.

La inversión inmobiliaria se ha convertido, casi en un artículo de lujo en estos tiempos. Y si pensamos en mansiones y barrios señoriales de grandes ciudades como puede ser Madrid, invertir en ladrillo es poco menos que imposible para el común de los mortales.

Sin embargo, la tecnología y la digitalización que ya se han incorporado de lleno en el sector inmobiliario han hecho realidad lo impensable: que cualquiera pueda convertirse en copropietario de una vivienda en una de las zonas más exclusivas de España.

¿Ficción?, no. El pasado mes de diciembre, más de 1.500 pequeños ahorradores se convirtieron en propietarios de un bloque de viviendas en la calle Narváez, en el elitista barrio de Salamanca de Madrid. El edificio, de unos 1.000 metros cuadrados, va a ser reformado íntegramente, ampliando su edificabilidad hasta los 1.500 m2. Albergará 15 viviendas exclusivas de unos 100 m2 de superficie, con piscina comunitaria en la azotea

Así serán las 15 viviendas de la calle Narváez adquiridas por más de 1.500 inversores mediante 'crowdfunding' inmobiliario

Este tipo de inversión logra grandes rentabilidades, permite la diversificación y reduce el riesgo

Este ejemplo es una de las muchas posibilidades que ofrece el crowdfunding inmobiliario. En este caso, el promotor, ALQ Investments, necesitaba cinco millones de euros para efectuar la compra del edificio. Lograr financiación convencional en etapas tempranas de la promoción, como la compra de suelo, es cada vez más complicado. De ahí que plataformas de crowdfunding inmobiliario, como Urbanitae, estén consolidándose como referentes del sector.

Urbanitae publicó el proyecto en su plataforma para captar financiación entre su base inversora. En total, 1.563 inversores aportaron los cinco millones de euros: unos 3.200 euros de media cada uno –el mínimo para invertir en un proyecto son 500 euros–.

Apenas unos días antes, un millar largo de inversores participaban en otro proyecto de alto nivel. Entre todos, reunieron tres millones de euros para financiar la terminación de una vivienda de lujo en La Moraleja de 2.800 m2 de superficie construida y más de 10.000 m2 de parcela. La propiedad, denominada La Casa de la Cascada, tiene un precio de venta estimado en más de 15 millones de euros.

La Casa de la Cascada, financiada por más de 1.000 inversores a través de Urbanitae.

¿Cómo funciona?

Urbanitae es una plataforma online, autorizada y regulada por la CNMV, que reúne a muchos pequeños inversores para financiar proyectos inmobiliarios. La empresa ofrece oportunidades de inversión muy atractivas, hasta hace poco reservadas a profesionales y grandes inversores, ya que para sumarse a ellas era necesario disponer de conocimientos especializados, capacidad de análisis e importantes recursos económicos. Esto ha cambiado.

Para invertir en inmobiliario ya no es necesario asumir deudas que duran una vida o concentrar nuestro ahorro en un solo activo, un local, una plaza de garaje u otros.

Urbanitae hace posible que cualquier persona pueda participar, a partir de una aportación mínima de 500 euros, como inversor minorista en el desarrollo de una promoción residencial, un centro comercial o un parking, con la tranquilidad de que la inversión es analizada, seleccionada y gestionada por expertos.

Con ello, además de lograr rentabilidades sobresalientes, se diversifica la inversión y, en consecuencia, se reduce la concentración del riesgo.

Paso a paso

Desde que comenzó a operar, en junio de 2019, Urbanitae ha financiado cerca de 80 proyectos, rebasando los 110 millones de euros invertidos a través de más de 35.000 inversiones. Ya ha devuelto íntegramente el capital en 18 de ellos. Pese a las dificultades sobrevenidas, derivadas de la pandemia o la invasión de Ucrania, en muchas ocasiones ha recortado los plazos y mejorado la rentabilidad.

De media, los inversores han recibido su dinero con un 18% de rentabilidad anualizada. Ratios que superan con creces lo ofrecido por otras alternativas de bajo riesgo, como las Letras del Tesoro, y que contrastan abiertamente con lo ocurrido en los parqués de medio mundo y las criptomonedas en los últimos 14 meses.

Valor añadido

Urbanitae invierte, sobre todo, en promoción residencial, y lo hace mayoritariamente en la fase de promoción, donde los márgenes son mayores. 

Experiencia. Cuenta con un equipo de expertos inmobiliarios y financieros que estudia cada proyecto de financiación que se presenta a la plataforma.

Garantías. Analiza el historial, profesionalidad y expertise del promotor, así como la viabilidad de la operación y su capacidad de generar ingresos, estableciendo garantías exigentes para proteger el capital invertido.

Oportunidades. Una vez que pasa todos los filtros, el proyecto se publica en la plataforma, junto con toda la documentación relativa a su oportunidad, características, estado de ejecución, viabilidad, rentabilidad y, por supuesto, riesgos, así como las garantías interpuestas para proteger la inversión. La transparencia y la rigurosidad son dos premisas imprescindibles para Urbanitae.

Rendimiento. Normalmente, se recibe el capital y el rendimiento de la inversión al final del proyecto. Es decir, cuando se han vendido y terminado de construir las viviendas que integran la promoción. 

Plazos. Para cada proyecto, se establece la duración estimada, y el inversor debe asumir que durante ese periodo no podrá disponer de sus fondos. El tiempo de ejecución de los proyectos varía en función de la operación. En los de préstamo, el plazo suele estar entre 10 y 18 meses, mientras que, en proyectos de plusvalías, la horquilla suele ser de 18 a 36 meses. Los proyectos de rentas, enfocados a inversores más conservadores, tienen un horizonte de entre 3 y 5 años, durante los cuales se perciben dividendos periódicos.