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Probablemente, la tienda más lujosa de Madrid

Hermès abre en el Centro Canalejas un espacio de 230 metros

La fachada luce majestuosa, flanqueada por los amplios y elegantes bulevares de la confluencia de las calles de Alcalá y de Sevilla. De hecho, el edificio en esquina es una tradición de Hermès. Así es la emblemática tienda del 24 Faubourg Saint-Honoré en París, y así es el nuevo local, de 230 metros cuadrados, abierto en Madrid, que convierte dos calles en la misma forma que la proa de un barco. Un juego que aporta una gran belleza estética al Centro Canalejas, un conjunto arquitectónico construido entre 1887 y 1976, y convertido en el epicentro de la capital.
Como monumento protegido, el exterior ha sido restaurado respetando su forma original. Los interiores, transformados por el estudio de arquitectura parisino RDAI, logran, a través del lenguaje estético y emblemático de la 'maison' francesa, un equilibrio entre la historia que rodea a la plaza de Canalejas y una nueva visión para el 'retail'.
La forma geométrica clásica del edificio y sus proporciones advierten del espacio abierto y expansivo que alberga en su interior. Una sensación de intimidad y de sorpresa invade al visitante cuando va descubriendo todo el trabajo artesanal y el espíritu de la firma, a través de sus hermosos objetos realizados a mano, así como de los nuevos diseños. Al entrar por la calle de Sevilla, a través de una puerta doble enmarcada con motivos iluminados Grecques, se llega a un espacio abierto. Desde la firma 'ex libris' de la 'maison', situada bajo los pies, la mirada viaja a través de la colorida selección de seda, que se ubica enfrente de la entrada, para después dirigirse a un salón central donde se presentan las colecciones de relojes, joyería y todos sus accesorios.
La parte frontal se estrecha como la proa de un barco y acoge el salón de los artículos de cuero y la equitación, un espacio íntimo rodeado de estanterías abiertas a través de las cuales la luz natural inunda la sala. La luz y la transparencia se extienden desde la parte frontal a la parte posterior de la tienda, donde un plano simétrico se divide en dos arcos. Uno de ellos da paso a un amplio espacio que alberga el 'prêt-à-porter', masculino y femenino, junto a un salón de zapatos, una selección de accesorios de moda y un elegante probador.
El otro lado alberga el otro gran universo de casa, los perfumes y los productos de belleza, línea en la que se estrena con una primera colección de cosmética y de maquillaje. Esta zona está situada frente al vestíbulo del colindante hotel Four Seasons, a través del cual se puede acceder por una discreta segunda entrada. Sorprende por sus altos techos blancos de casi cuatro metros de altura, por la iluminación formada con globos de vidrio Grecques, por las paredes de piedra en tonos crema y por los suelos tan pulidos que reflejan la luz. Las alfombras, hechas a medida en tonos cálidos, dotan de estructura e individualidad a cada universo. Los asientos, como los sofás de cuero amarillo ranúnculo ubicados por toda la tienda, añaden una pincelada cálida y una sensación acogedora al ambiente. La ebanistería de madera de cerezo, atenuada por los revestimientos de una suave piel color coñac, aporta calidez y profundidad que se ven reforzadas por una paleta de tonos azafrán, terracota y naranja con acentos brillantes de cobre y bronce de los estores metálicos que cubren las ventanas. Pero lo mejor es que pasen, compren, o sueñen.