Es la cuantía depositada en el Banco de España

Un colchón de 44.000 millones da margen al Tesoro ante las turbulencias

El Tesoro cuenta con un colchón de seguridad de 44.000 millones de euros para combatir las turbulencias a corto plazo. Una cantidad suficiente para afrontar los vencimientos de los próximos cuatro meses en caso de que no recibiera ningún ingreso adicional en ese tiempo, algo muy improbable.

La capacidad de financiación del Estado se complica con la escalada de la prima de riesgo, pero no hay motivos para la alarma. El Tesoro tiene margen para afrontar turbulencias en el corto plazo gracias a un colchón de seguridad de 44.000 millones de euros que tiene depositado en el Banco de España y en otras entidades financieras, según los últimos datos oficiales de abril.

Las reservas del Tesoro han caído en 10.173 millones de euros respecto al mes de marzo, cuando alcanzaron los 54.209 millones (en febrero se registró el máximo del año en 54.766), pero los 44.000 millones de abril, cantidad que previsiblemente se mantuvo en mayo (mes en el que las emisiones brutas superaron los vencimientos), resulta suficiente para cubrir los compromisos pendientes hasta septiembre, lo que da un margen de seguridad al Estado en caso de que empeoraran las condiciones de mercado.

Entre junio y septiembre el organismo debe afrontar vencimientos por 42.400 millones de euros. El colchón es, por tanto, suficiente para sortear los próximos cuatro meses sin ingresos, algo muy improbable pues además de la recaudación fiscal pendiente está por ver cómo evolucionan las próximas subastas. Eso sí, esta caja no cubriría los 27.365 millones que vencen en octubre, otro de los meses más exigentes en cuanto a compromisos. Los mayores vencimientos, eso sí, se acumulan siempre en abril, julio y octubre por ser los meses de mayores ingresos fiscales.

El Tesoro lleva sin emitir desde el pasado 22 de mayo, antes de que la prima de riesgo de España se situara por encima de los 500 puntos básicos, y a la espera de ver la respuesta del mercado en la próxima subasta, prevista para el 7 de junio, de momento cuenta con margen.

El secretario general del Tesoro y Política Financiera, Íñigo Fernández de Mesa, defendió ayer que España se financia "con total normalidad" e insistió en que las próximas subastas "ni se van a aplazar ni se van a suspender". Fernández de Mesa apuntó, además, que el Tesoro no deberá hacer emisiones de gran tamaño en lo que queda de año al tener cubiertas ya el 58% de las necesidades a medio y largo plazo para este año. Recordó, a su vez, que el coste medio de financiación en las emisiones realizadas hasta abril ha sido del 3%, por debajo del 3,9% del mismo periodo de 2011.

El Tesoro ha llevado una estrategia de financiación muy prudente que le ha permitido captar ya casi 50.000 millones de euros a medio y largo plazo de los 85.900 millones de emisión bruta prevista para el ejercicio. El Tesoro ha demostrado a lo largo del ejercicio que cuenta con el respaldo de los inversores. Todas las subastas se han cubierto y si bien es cierto que en los últimos tiempos ha reducido sus objetivos de emisión, la demanda se ha mantenido sólida. Eso sí, está por ver lo qué ocurre a partir de ahora. El pasado miércoles Italia acusó las turbulencias en una subasta que concluyó con escasa demanda.

El Tesoro tiene margen pero no es infinito, pues si bien es cierto que la escalada de la prima de riesgo aún no ha incidido en exceso en el coste medio de financiación, los tipos actuales no son sostenibles en el tiempo puesto que comprometerían la eficacia de los planes de ajuste. El Estado, además, aún debe resolver cómo financiar el coste del saneamiento del sector financiero, más allá de los 19.000 millones de Bankia y para eso sí que no hay margen en el Tesoro.

Fernández Mesa aseguró ayer que no se va a recapitalizar Bankia con la inyección de deuda en la entidad y recordó que no se planeta un posible rescate europeo a la banca española. El Gobierno pretende emitir deuda a través del FROB o el Estado y está por ver cómo, pero los extranjeros desconfían cada vez más y el margen de la banca para seguir comprando deuda se reduce.

El bono francés y el alemán caen a mínimos

La brecha entre la periferia y la Europa central aumenta. La crisis soberana ha alejado a los inversores de la deuda de países como España o Italia al tiempo que se aceleran las compras del resto de bonos.La rentabilidad del bono alemán a 10 años cayó ayer hasta el 1,2%, mínimo desde al menos 1989 cuando Bloomberg recoge datos, una tendencia que también benefició a la deuda francesa, que cayó al 2,35%, a la austriaca (2,107%) o a la finlandesa (1,493), también en mínimos anteriores al euro. El bono de EE UU cayó al 1,58%, nuevo mínimo.El bono español a 10 años se relajó ayer ligeramente al situarse en el 6,56%, con la diferencia de que cotiza en zona de máximos.

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