El número de vacantes de empleo experimentó a finales de 2023 su mayor caída en la última década
El INE contabiliza 139.000 puestos sin cubrir en el cuarto trimestre del curso pasado, y España se mantiene con una de las tasas más bajas de Europa
El número de puestos de trabajo sin cubrir se redujo en el cuarto trimestre de 2023 en algo más de 16.000, un 10,5% menos, situándose el total de vacantes en las 139.314. Es la cifra más baja desde hace año y medio, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta reducción, a pesar de ser la más elevada en un final de curso desde 2013—solo superada por la que tuvo lugar en el ecuador de 2020, cuando fue de algo más de 28.000 puestos a consecuencia de la pandemia—, apenas altera la tasa global española, que sigue siendo de las más bajas de Europa. De acuerdo con los datos publicados también este viernes por el organismo estadístico europeo (Eurostat), las vacantes de empleo en España se sitúan en el 0,8%, una décima menos que en el trimestre anterior, y a casi dos puntos de distancia de la media comunitaria (2,5%).
El hecho de que el número de puestos sin cubrir haya menguado en el tramo final del año pasado no quiere decir que se hayan resuelto ya muchas de las demandas laborales que viene realizando en los últimos años el sector empresarial. Estas siguen teniendo cabida, en parte, por la ralentización en la creación de empleo que está experimentando Europa, y de la que no es ajena España. A pesar de que los últimos datos de paro registrado de febrero mostraron un crecimiento inusitado para este mes desde 2007, y de que la cifra global de cotizantes a la Seguridad Social sigue cerca de la barrera de los 21 millones (20,7 en la última medición), la capacidad de aumento del volumen de trabajadores ha alcanzado ya unos niveles difícilmente expandibles.
Los datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales (ETCL) —que contabiliza también el número de vacantes— publicados este viernes por el INE, señalan que el único sector que recortó su demanda de trabajadores respecto al trimestre anterior fue el de los servicios (-17.000); puesto que tanto la industria (+150) como la construcción (+267) vieron acrecentado el número de puestos descubiertos. Sin embargo, la caída en los servicios fue de tal dimensión —la campaña de Navidad es uno de los momentos del año en el que se conciertan más contrataciones en esta rama— que solapó el resultado general.
En cuanto al desglose por actividades, la hostelería y la Administración Pública sumaron casi 4.000 vacantes menos cada una de ellas, mientras que, al margen de las actividades relacionadas con la construcción, las científicas y técnicas y las financieras (más de 400 puestos vacíos en total) fueron las otras dos ramas con peores resultados.
A pesar de que las variables no son demasiado amplias, la ETCL también perfila los motivos que justifican las dificultades de muchas empresas para encontrar mano de obra. Aunque existe la posibilidad de disgregarlo por sectores, los resultados apenas varían respecto al cómputo general: la explicación mayoritaria es la de que “no se necesita ningún trabajador”, algo que respaldan el 93% de las respuestas, seguidas del “elevado coste de contratación”, un 3,9% (el 3,1% restante alega “otras razones” que no se detallan).
Mayores salarios
La alta carga económica que supone para las empresas aumentar su plantilla es una de las reivindicaciones tradicionales del sector empresarial. Algo que avala la evolución estadística que analiza la ETCL. De acuerdo con los resultados de este viernes, el coste laboral de las empresas aumentó un 5% en el cuarto trimestre de 2023 respecto al mismo periodo del año anterior, y se situó en los 3.145,99 euros por trabajador y mes. El coste salarial —una de las variables que toma en consideración esta medición— creció en el último tramo del año un 4%, colocándose en los 2.359,38 euros; mientras que en el conjunto del ejercicio lo ha hecho en un 11%.
Las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, principal componente de los otros costes —junto con las percepciones no salariales como los pagos por incapacidad temporal, las dietas o los viajes, entre otros—, se alzaron, por su parte, en un 7%.
Este aumento del 4% de los salarios en 2023 sintoniza con el pacto alcanzado por los sindicatos y las patronales en el V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). UGT ha celebrado estos datos y ha recordado que “es fundamental que se persista desde la negociación colectiva en lograr incrementos salariales acordes a la situación de crecimiento económico, creación de empleo y elevados beneficios empresariales que atravesamos”, teniendo presente que “los criterios adoptados en el AENC no suponen un techo, sino un suelo que debe ser concretado según las condiciones de cada rama y empresa”.
Aunque los costes laborales han crecido en todo el país, no lo han hecho en la misma medida en los distintos territorios. Si bien la media nacional se estableció en un 4,98%, este índice subió un 9,46% en Baleares; un 7,85% en Aragón; un 5,58% tanto en Cataluña como en Madrid; y un 5,26 % en Andalucía. Por el contrario, en Extremadura apenas creció un 0,88%, en el País Vasco un 2,21%, en Murcia un 3,52% y en La Rioja un 3,97%. De acuerdo con estos números, puede concluirse, por ejemplo, que el coste laboral subió diez veces más en Baleares que en Extremadura.
A comienzos de mes, el INE, publicó su Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) en el que estimó que el coste laboral por hora trabajada se había incrementado en el último cuatrimestre del año pasado en un 5,8%.
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