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Marruecos, un negocio agrícola de ida y vuelta en medio de la tensión

El país magrebí saca ventaja en sus exportaciones agrarias, pero España lleva la delantera en la balanza comercial y sus empresas agroalimentarias ya se están instalando al otro lado del Estrecho. El ministro Planas garantiza en la mayor feria del campo marroquí la seguridad de los alimentos importados

Juan Carlos Sanz
Ordeño en los establos de exposición ganadera del Salón Internacional de Agricultura de Marruecos, el lunes en Mequinez.
Ordeño en los establos de exposición ganadera del Salón Internacional de Agricultura de Marruecos, el lunes en Mequinez.María Traspaderne (EFE)

Las informaciones sobre la toxicidad detectada en partidas de fresas importadas desde Marruecos y las imágenes de camiones marroquíes cargados de tomates asaltados en autopistas españolas sobrevuelan la ciudad imperial de Mequinez (150 kilómetros al este de Rabat). En su imponente recinto amurallado se celebra desde el lunes el Salón Internacional de la Agricultura de Marruecos (SIAM), la mayor feria del campo de África. Entre establos de ganado, stands de tecnología digital agraria y el primer puesto de una empresa marroquí de “producción legal” de cannabis, el pabellón de España, país invitado de honor en la presente edición del certamen, es el que congrega más participantes extranjeros, con 35 empresas.

El buen momento de las relaciones bilaterales, como destacó este martes en la SIAM el ministro español del ramo y exembajador en Rabat, Luis Planas, no oculta la pugna entre ambos países mediterráneos por las exportaciones agrícolas hacia el norte de Europa. Planas ensalzaba a las cifras récord de las ventas agroalimentarias españolas a su vecino del sur. “Hay mucho camino por recorrer”, augura­­, tras el incremento del 8,3% registrado el pasado ejercicio. Pero el comercio agroalimentario favorece claramente a Marruecos, que saca una clara ventaja en sus exportaciones agrarias: 2.141 millones de euros frente a 1.155 millones para las españolas en 2023.

España, sin embargo, lleva la delantera en el conjunto de la balanza comercial bilateral, con 12.146 millones exportados el año pasado, frente a 9.032 millones importados desde Marruecos. Allí ya se han asentado además grupos alimentarios españoles, como Ebro y Juver, y empresas agrícolas con mayoría de capital español que producen desde hace años en cultivos para la exportación de frutos rojos, aguacates o judías verdes.

En Mequínez, capital del campo marroquí en medio de algunos de los mejores viñedos y olivares del Magreb, se celebra como un gran acontecimiento la gran feria agraria del continente africano —un total de 70 países, 1.500 expositores—, que en esta edición gira en torno al debate sobre clima y agricultura, la sostenibilidad y resiliencia del sector agropecuario, así como las nuevas tecnologías para la digitalización de las explotaciones.

“Los problemas del sur de Europa en materia de cambio climático son compartidos con el norte de África”, ha advertido el ministro español de Agricultura en declaraciones a la prensa. “Tenemos la necesidad y la oportunidad de cooperar en la adaptación al cambio climático para la producción de alimentos”, resaltó Planas, buen conocedor de Marruecos. El país magrebí atraviesa una extrema sequía por sexto año consecutivo. Los embalses se situaban a comienzos de año en el 23% de su capacidad,10 puntos porcentuales menos que hace un año. El Gobierno ha puesto en marcha un programa de construcción de regadíos y plantas desaladoras para intentar paliar los efectos del estrés hidráulico el sur del país.

Por su cercanía geográfica, Marruecos es el mayor exportador de frutas y hortalizas a España, con una media anual de medio millón de toneladas. Sus productos agrarios entran en condiciones ventajosas en el mercado gracias al acuerdo de asociación con la UE, pero también en el resto de los mercados comunitarios y europeos, de donde ha desplazado a exportaciones tradicionales españolas como el tomate

“Ambas agriculturas están interrelacionadas”, precisa una fuente conocedora del sector en Rabat. “Marruecos importa desde España ganado y medios auxiliares y España importa mucha producción agrícola. Pero también hay empresas agrarias españolas que producen en Marruecos, por la deslocalización de producciones que son intensivas en mano de obra, donde los sueldos en el campo rondan los 300 euros al mes”, agrega. Muchos cultivos de fresas, por ejemplo, han surgido gracias a plantas importadas desde viveros españoles. El sector agrario representa un 15% del PIB del país magrebí, aunque da empleo a un 40% de la población activa declarada.

En Marruecos no se aplican las mismas medidas que en Europa, pero el control de sus exportaciones agrarias es permanente, ha enfatizado Planas en Mequínez. “Tenemos la legislación más estricta del mundo en materia de importación de productos agroalimentarios y, si existe algún problema, saltan las alarmas”, ha recalcado ante la prensa el ministro español, quien no ve sombras de “competencia desleal”, como señalan organizaciones agrarias españolas.

Acuerdo de pesca vigente

La flota pesquera española abandonó el pasado julio las aguas bajo control marroquí tras la expiración del protocolo suscrito entre la Unión Europea y Rabat hace cuatro años. El acuerdo entre Bruselas y Rabat sigue vigente, pero los 20 barcos andaluces, canarios y gallegos que contaban entonces con licencia—de un máximo de 93 negociadas para España por Bruselas— no han vuelto a faenar en esos caladeros del Atlántico. El protocolo no fue renovado a causa de la sentencia dictada por el Tribunal General de la UE en 2021 que declaró nulo el acuerdo pesquero con Marruecos, que se extiende a las aguas del Sáhara Occidental.

Para Naciones Unidas, se trata de un “territorio no autónomo” o pendiente de descolonización. A instancias de España, el Ejecutivo comunitario recurrió el fallo ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), que todavía debe dictar sentencia firme. Según señalan fuentes del sector en Marruecos, si el fallo queda ratificado y sin posibilidad de suscribir un acuerdo bilateral, la constitución de sociedades mixtas pesqueras hispano-marroquíes se convertiría en la principal alternativa.

Al margen de los contenciosos que orbitan en torno a la SIAM, la exposición por primera vez en Marruecos de productos derivados del cannabis de venta autorizada parece ser el gran acontecimiento de la feria de agricultura de Mequinez. Se trata, según informa la agencia Efe, de tres decenas de infusiones, cremas o gotas relajante, cuyo uso fue aprobado para uso médico o cosmético por las autoridades en 2021 y que próximamente van a salir al mercado. Apenas contienen (tetrahidrocannabinol), el componente psicoactivo del hachís. La región del norte de Marruecos es una de las principales productoras mundiales de “cannabis ilegal”, con cerca de 30.000 hectáreas plantadas.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.
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