Alemania ha puesto el piloto automático de la recuperación. Tras la sorpresa del 2,2% del PIB en el segundo trimestre, la actividad vuelve a lanzar señales positivas: el índice IFO, que mide el clima empresarial, mejoró en agosto y alcanzó el nivel más alto en tres años.
La filial española de Heineken tiene a su disposición 109 millones de euros a través de líneas de crédito que, en caso de que se presenten oportunidades, podría destinar a realizar adquisiciones. Mientras, su deuda remontó un 12% el último año, superando los 803 millones de euros.
Banco Santander ha suspendido cautelarmente de empleo a su responsable de derivados sobre acciones en Europa, Juan José Fernández García. Fernández ha sido acusado por la SEC, supervisor del mercado de EE UU, de obtener junto con un cómplice, Luis Martín Caro, un beneficio de 850.000 euros usando ilegalmente información confidencial acerca la opa sobre la canadiense Potash por parte de BHP Billiton, operación en la que participa Santander.
El miedo a una recaída económica se acentúa día a día. Los indicadores publicados ayer en EE UU volvieron a decepcionar y los inversores huyeron de la Bolsa para refugiarse en la deuda. El Ibex perdió un 1,57% y pese a llegar a caer el 2,7% en el peor momento cerró en los 9.894 puntos, salvando así el soporte técnico de los 9.800. En Wall Street las Bolsas se recuperaron al cierre y el Dow Jones subió el 0,2%.
El consejero delegado de BHP Billiton cree que dado el tamaño de su empresa y la oferta que han hecho por la canadiense Potash Corp of Saskatchewan no habrá muchos contendientes en su camino. Ayer declaró que no iba a pagar más de lo necesario por la canadiense.
El tráfico de pasajeros en avión aumentó en julio el 9,2%, mientras que el volumen de carga lo hizo el 22,7% en todo el mundo. Los datos retornan a la industria aérea a las cifras precrisis y confirman la recuperación de la demanda.
El Gobierno de Angela Merkel aprobó ayer la imposición de un nuevo gravamen a las entidades financieras alemanas con el objetivo de hacer frente a futuras crisis en el sector bancario. Dicha medida refuerza la propuesta de la UE en el G-20 de crear una tasa local a la banca, aprobada en junio.