Kutxa sorprendió ayer al resto de bancos y cajas con el anuncio de la apertura por las tardes de toda su red de oficinas. Por su parte, el Banco Santander y los sindicatos analizaron ayer la posibilidad de cerrar las sucursales los sábados a partir de octubre, pero recuperando esas horas en las jornadas de lunes a viernes.
Indra y Global Training & Aviation (GTA) inauguraron ayer en Madrid el simulador de vuelo "más avanzado" del mundo del avión de pasajeros ATR 72 500. El único de este tipo que existe en España y el primero diseñado y desarrollado íntegramente en nuestro país que obtiene la máxima certificación de las autoridades de aviación civil europea y española.
Telefónica presentó ayer Mstore, su tienda de aplicaciones universal para el móvil, que inicialmente ofrecerá 1.000 servicios. La empresa dijo que no competirá con las tiendas de fabricantes como Apple, RIM o Nokia, sino que habrá una coordinación para que no haya reduplicación de ofertas.
El mercado prolonga su escalada. Los inversores aprovechan cualquier tímido recorte de la Bolsa para apostar por ella, una tendencia que se repite semana tras semana. A las correcciones le suceden las compras y con esta tónica el Ibex conquistó ayer el máximo del año. Subió el 0,84% para cerrar en los 11.462 puntos.
Las patronales se mostraron muy críticas con la subida de impuestos de hasta 15.000 millones anunciada ayer por el Ejecutivo, aunque valoraron de forma positiva el recorte del gasto público, "siempre que las comunidades hagan el mismo esfuerzo".
El grupo francés de telecomunicaciones y ocio Vivendi ha llegado a un acuerdo con los principales accionistas de la operadora brasileña GVT para lanzar una opa de 2.000 millones de euros sobre la compañía. Algunos analistas entienden que Telefónica puede responder con una contraoferta para defender su cuota en Brasil.
Mariano Rajoy recibió ayer un regalo inesperado de José Luis Rodríguez Zapatero. Este último anunció en el primer debate económico de la temporada el coste de la próxima reforma fiscal, fijado en un máximo de 15.000 millones de euros, sin detallar su contenido. La discusión sobre la política tributaria entró así por la puerta grande del Congreso con la sensación dentro del PP de que la tiene ganada de antemano.