La economía del fútbol español, lejos de mejorar, empeora año tras año y se acerca peligrosamente al colapso. La deuda de los clubes creció el 23,6% durante la pasada temporada, y alcanzó al menos los 3.444 millones de euros, si bien esta cifra no incluye ni al Real Valladolid ni las últimas cifras del Recreativo y del Almería, con lo que la deuda total podría superar con creces los 3.500 millones. El negocio del fútbol es ruinoso y sólo se salva con los extraordinarios.
Los bancos y cajas las venden como un producto sin peligro y prometen hasta un 8,5% anual. Pero la retribución no es segura y su liquidez es muy limitada.