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Las claves: la puja por los tanques del Ejército español jalona el giro industrial al que aspira Europa

El resurgimiento del sector armamentístico está provocando intensos movimientos corporativos

El resurgimiento de la industria militar, en particular la europea, está provocando intensos movimientos corporativos en forma de fusiones y adquisiciones, así como un endurecimiento de la competencia por los distintos contratos gubernamentales. Es el caso de la pugna entre Indra y la estadounidense General Dynamics, que aspiran a quedarse con el proyecto de modernización de los tanques Leopard del Ejército de Tierra español. Ambas colaboran en otras iniciativas, algo prácticamente inevitable en un sector con tan pocos actores relevantes. General Dynamics ha sido hasta ahora el fabricante de carros de combate para el Ministerio de Defensa en régimen de cuasimonopolio.

De fondo está el objetivo de los países europeos de recuperar el control del sector armamentístico, en perjuicio, justamente, de las empresas estadounidenses, que mantienen un enorme dominio sobre el suministro del Viejo Continente. Indra está reforzando sus alianzas con socios europeos como Rheinmetall o Leonardo (que el miércoles se adjudicó el negocio de defensa de Iveco). El giro no será fácil ni rápido, pero estará jalonado por pujas como la de Indra y General Dynamics.

Nissan arrastra a Renault en el peor de los momentos

El año pasado, Renault fue el superviviente del automóvil europeo. En medio de un aluvión de rebaja de previsiones, amenazas exteriores a la industria y golpes a sus cuentas, el grupo automovilístico se mantuvo impávido. Este año, sin embargo, le toca sufrir. Y no tanto por lo obvio –ventas menguantes, competencia creciente o aranceles–, sino porque es máximo accionista de Nissan, y el descalabro bursátil de esta impacta directamente en sus cuentas. La firma ya busca modificar su sistema contable, y se prepara para lo que de verdad va a ser el gran chaparrón sobre el automóvil europeo. Necesitará todas las armas de las que pueda disponer.

Beligerantes o suaves, todos los países acaban pagando en la cuenta arancelaria

Después de que inversores y analistas insistieran durante meses en que Trump siempre se echa atrás, y obviaran que se mantenía en vigor un arancel mínimo universal del 10%, la realidad se está abriendo camino con la imposición por parte de la Casa Blanca de dizque acuerdos fijados habitualmente en un 15%, como el de Corea del Sur, que también incluye el correspondiente y vaporoso compromiso de inversión en EE UU. Ayer le tocó el turno de recibir invectivas a India, a la que Trump llamó, junto a Rusia, “economía muerta”. Desde China, que optó por la beligerancia, hasta Reino Unido, que optó por la suavidad, todos están saliendo a pagar en la cuenta arancelaria con EE UU. Puestos a perder en todo caso, quizá Ursula von der Leyen podría haber fingido algo de firmeza.

La frase

Los espías extranjeros están atacando agresivamente a Australia en sectores que van desde las tierras raras hasta la investigación antártica, e incluso están robando plantas raras
Mike Burgess, jefe de la Organización de Inteligencia de Seguridad de Australia

Vestir como tu abuela ya no es un gesto de resistencia

Las prendas que imitan la mantelería están de moda. Lo peyorativamente conocido como vestir como una abuela. Hubo un tiempo en el que hacerlo era un gesto revolucionario, porque invitaba a reutilizar y consumir menos de una industria que no es precisamente verde. Ahora ya puede una vestir como una abuela, pero con prendas nuevas y de rigurosa moda. Ya puestos, además de vestir como ellas, acuérdense de llamarlas, si tienen la suerte de tenerlas.

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