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El mercado eleva la apuesta por tipos más altos y los bonos marcan nuevos récord

El rendimiento del bono español marca nuevo máximo anual en el 3,77% y trepa a niveles de 2014 y el francés, de 2011

N. Salobral
Bono soberano de España y Francia
Carlos Cortinas Cano

Los inversores ya vislumbran el final de las alzas de tipos pero eso no impide que las rentabilidades de los bonos continúen subiendo. Ya han ido repuntando a gran velocidad en los últimos meses, a medida que los bancos centrales avanzaban primero sus intenciones de endurecer su política y abordaban después las subidas del precio del dinero más intensas en décadas. A un ritmo inédito en el caso de la zona euro. Pero este mes de agosto, esas subidas de rentabilidades se están intensificando, aupando a los bonos a nuevos máximos anuales y devolviéndoles a niveles no vistos en más de una década.

El rendimiento del bono español a 10 años llegó hoy al 3,77%, el nivel más alto del año y máximos de 2014. Avanza desde el 3,51% de finales de julio. Y el del bono francés a una década trepó al 3,27%, con lo que regresa a niveles de 2011. El rendimiento del bono alemán llegó al 2,73%, a máximos desde principios de marzo, antes de que la sacudida financiera causada por la banca de EE UU provocara el descenso en las rentabilidades. También el rendimiento del bonos estadounidense a una década subió ayer, al 4,2%, hasta situarse en el nivel más alto desde noviembre y frente al 3,96% de comienzos de mes.

Los inversores están anticipando alguna subida de tipos más pero, sobre todo, un horizonte de tipos elevados durante más tiempo. La publicación hoy del dato de aumento de los salarios en Reino Unido en el segundo trimestre, a un ritmo récord del 7,8%, reavivó la inquietud por la inflación en el largo plazo y consolidó el argumento que insisten en defender los bancos centrales de que es pronto aún para bajar la guardia ante los repuntes de precios. De hecho, las alzas salariales se han convertido en un foco de inquietud especialmente en el BCE por su impacto en la inflación y el riesgo de que puedan llegar a crear efectos de segunda ronda.

El mercado de derivados anticipa ahora que el BCE elevará la facilidad de depósito al 3,95%. Se trata del nivel más alto que descuentan los inversores desde mediados de julio, antes incluso de la subida de cuarto de punto de finales de ese mes, al 3,75%.

La expectativa de que el BCE suba de nuevo los tipos en la cita del próximo 14 de septiembre gana peso. El mercado le da ahora un 50% de probabilidades, desde el 39% de principios de mes. Pero además, los futuros apuntan a que los inversores esperan ahora que los tipos continúen en el nivel máximo de llegada durante más tiempo y han rebajado su apuesta de futuros recortes de tipos en las últimas semanas. A principios de agosto, el mercado señalaba que los tipos estarían justo por encima del 3,4%, nivel para la facilidad de depósito, en septiembre de 2024. Ahora creen más probable un nivel por debajo del 3,6% para esa fecha.

Esperando el recorte

El mercado se está aproximando así a los mensajes que han insistido en lanzar los bancos centrales. Las alzas de tipos decididas a finales de julio tanto por la Fed como por el BCE vinieron acompañadas por la idea de que, si bien el final de esas subidas está cada vez más cerca, todo dependerá de los datos. No está dicha la última palabra en la batalla contra la inflación y en los últimos días, el mercado está moderando la intensidad con que había empezado a esperar bajadas de tipos el próximo año.

Los inversores van a escudriñar con lupa cada indicador económico que se vaya conociendo durante estos días. Además de la señal inflacionista que llegó de Reino Unido con la publicación del aumento salarial récord en el segundo trimestre, Estados Unidos también publicó hoy un dato capaz de alimentar la idea de una nueva subida de tipos por parte de la Reserva Federal.

Las ventas al por menor aumentaron en Estados Unidos un 0,7% en julio, por encima del 0,4% previsto por los economistas. Y esa firme marcha del gasto, un síntoma más de la fortaleza de la economía estadounidense pese a las alzas de tipos, sirvió para avivar la idea de que será aún necesaria un alza de tipos más en la lucha contra la inflación. El mercado va a reaccionar con nerviosismo ante cada indicador económico, más aún en jornadas de escasa negociación y mínimas referencias, como sucede por estas fechas.

Los inversores seguirán mañana con atención la publicación de las actas de la pasada reunión de la Reserva Federal, celebrada el 26 de julio, aunque la gran cita estival con los bancos centrales llegará a finales de mes, con la celebración del simposio de Jackson Hole. Este año tendrá lugar del 24 al 26de agosto, bajo el título “Cambios estructurales en la economía mundial”.

Pies de plomo  para los gestores de renta fija

Rentabilidades.  Cada incremento en el rendimiento de un bono implica la depreciación de su valor, una dinámica que los inversores sufrieron con dureza en 2022, un año que dejó pérdidas sin precedentes en los activos de renta fija. Los fondos de deuda cuentan ahora en todo caso con la certeza de un cobro de cupón con rentabilidades muy superiores a las del pasado y con la evidencia de que el gran salto al alza de los tipos de interés ya se ha producido. Aunque aún puedan quedar ajustes al alza que, como sucedió en la jornada de hoy, causen descensos de precios en los bonos. 

Revalorización.  La gran oportunidad de acumular plusvalías en la renta fija llegará cuando comiencen a atisbarse las rebajas de tipos de interés: los rendimientos de los bonos caerán, en paralelo al aumento de su precio. Algunos gestores defienden que ya es hora de ir tomando posiciones en bonos a más largo plazo en previsión de ese momento, aun a riesgo de tener que encajar las pérdidas que dejan jornadas de incremento en los rendimientos de los bonos como la de hoy.

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Sobre la firma

N. Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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