La incertidumbre sobrevuela la renovación de la rebaja a los combustibles

Las gasolineras piden al Gobierno que se aclare y que desgrave los hidrocarburos

Un conductor reposta en una gasolinera de Madrid en agosto.EFE

La incertidumbre sobre la renovación de la subvención de 20 céntimos de euro por litro de carburante planea sobre el Gobierno. Fuentes del Ministerio de Hacienda afirman que se encuentran en proceso de estudio de fórmulas para que el impuesto se prolongue y no descartan que vaya a seguir aplicándose para toda la población, como viene siendo norma hasta ahora.

La medida, aprobada en marzo, y prorrogada hasta el 31 de diciembre de este año, dejaría de aplicarse el 1 de enero. La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, comentó a mediados de noviembre que "lo deseable" era que la rebaja afectara solo a algunos sectores, principalmente a aquellos relacionados con el transporte.

Sin embargo, aunque desde el Ministerio dan por sentado que se buscará la manera de articular la subvención para que los transportistas puedan beneficiarse de ella, no descartan que el descuento siga como hasta ahora, previa evaluación del Gobierno.

Desde Hacienda reconocen ahora que la opción de que el impuesto apunte de manera específica a los colectivos vulnerables tendría una complejidad y un coste muy elevados, por lo que descartan que, de prorrogarse, la rebaja vaya a ser dispuesta de esa manera.

Gasolineras

Las distribuidoras de los carburantes subvencionados, que aportan 5 de los 20 céntimos descontados, pidieron ayer a través de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) "certidumbre y diálogo" para consensuar qué sucederá a partir del 1 de enero y evitar "el absoluto caos" que se produjo en las compañías al implementarse la medida.

Desde CEEES defienden que la rebaja impositiva a los hidrocarburos es "la mejor opción" para hacer frente al encarecimiento de la energía. Desde las distribuidoras aseguran necesitar tiempo para adaptarse al nuevo marco, sea cual sea. Los empresarios del sector denuncian que vienen "actuando como banqueros de la Administración", ya que son las compañías las que adelantan el dinero de la subvención.