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Financiación

La deuda verde de los países frugales capea con mayor holgura el alza de tipos

El bono español emitido en 2021 cae un 34% en el año

La deuda verde, incapaz de resistir la presión de los bancos centrales
Gema Escribano

Empresas, bancos y Gobiernos se han sumado a la corriente de financiación sostenible y han aprovechado el apetito que mostraban los inversores por estos activos para acelerar la captación de recursos bajo la etiqueta verde. Aunque durante los momentos más duros de la pandemia esta tipología de deuda fue la que más protección ofreció, ahora con los bancos centrales acelerando la subida de tipos los bonos verdes no escapan a las pérdidas que imperan en la renta fija.

Aunque las caídas sean la tendencia imperante, no todos los Estados las sufren por igual. Los descensos resultan mucho más acusados en las referencias soberanas de España, Italia o Francia que en la de los denominados países frugales. Es decir, aquellos más moderados y austeros como Dinamarca, Holanda y Austria que en 2020 fueron un gran escollo en el pacto para la creación del fondo de recuperación. Eran partidarios de conceder ayudas a través de créditos y no vía la mutualización de la deuda como defendían los países del sur.

Después de varios años preparándolo, en septiembre de 2021 España hizo su primera incursión en el mercado de deuda verde a 20 años con el que captó 5.000 millones al 1,034%. Seis meses después en la primera rea­pertura se levantaron otros 1.000 millones. Aunque la subida de tipos del BCE aún estaba lejos, la volatilidad en el mercado de capitales tras el estallido de la guerra de Ucrania y las expectativas de inflación se tradujeron en un incremento del coste de financiación. La rentabilidad subió al 1,492%.

A medida que el rendimiento ha ido aumentando, el precio ha ido cayendo. Solo en lo que va de año esta referencia acumula unas pérdidas del 33,35%, descensos que se amplían al 34% desde su puesta en circulación. Estos números rojos se sitúan en línea con las pérdidas del 31% que registra el bono español a 30 años emitido el pasado febrero. Es decir, que el escudo de deuda sostenible y vencimiento a largo plazo no ha servido para esquivar los recortes y frenar la escalada de los intereses. En el mercado secundario el bono verde cotiza con una rentabilidad del 3,48%.

Otros países como Francia e Italia, que se adelantaron a España en la emisión de deuda verde, no se libran del castigo. El bono emitido por Francia en marzo de 2021 y que vence en junio de 2044 acumula unas pérdidas en el año del 35,7%. Por su parte, la referencia italiana a 24 años retrocede un 38% en los últimos 10 meses.

Los bonos verdes que muestran una mayor resistencia a las pérdidas que impera en la renta fija son los de los países frugales. Estos activos no permanecen ajenos al proceso de normalización monetaria, pero frente a sus comparables europeos o las referencias soberanas clásicas logran soportar mejor la presión. Una buena muestra de ello es el bono holandés emitido en el primer trimestre de 2020, un periodo en el que a las medidas desplegadas por los bancos centrales se sumó el furor por la deuda verde y sostenible. La referencia con vencimiento a ocho años está lejos de los máximos que marcó hace 12 meses y en lo que va de año retrocede un 12%, un descenso inferior al 16% que registra el bono holandés a 10 años.

La referencia austriaca, que por vencimiento es la que más se asemeja a la española (expira en 2049) baja un 20% desde su emisión el pasado mayo, una caída inferior al 27,12% que registra el bono público a 30 años en el mismo periodo. Por su parte, la deuda verde danesa con vencimiento en 2031 cede un 19,9% en 2022. Es decir, ni la etiqueta verde ni el hecho de que se trate de deuda a largo plazo ha sido suficiente para quedar al margen de la corrección que impera en la renta fija, un mercado que se prepara para vivir su peor año en décadas. Aunque es en los plazos cortos donde más se están dejando sentir las expectativas de subida de tipos, los bonos a largo plazo no quedan al margen. Es decir, las curvas de deuda van perdiendo día a día inclinación.

Calviño apuesta por seguir emitiendo bonos verdes

Tendencia. La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se mostró ayer a favor de que el Tesoro o entes como Adif o el ICO sigan emitiendo bonos verdes. “Queremos seguir emitiendo bonos verdes con un prémium por parte del mercado”, apuntó en un evento organizado por la CNMV. Calviño cifró en 53.000 millones de euros las emisiones en deuda verde realizadas hasta ahora en España, de los que 14.000 millones corresponden al sector público. Por su parte, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, subrayó el papel y las iniciativas precursoras de la Unión Europea para establecer una taxonomía verde, condicionar el 40% de la inversión del plan de recuperación a proyectos verdes y orientar a estos criterios el acceso con ventajas a los mercados financieros.

Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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