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Argelia y Marruecos están condenados a entenderse en lo económico con España

Ambos países mantienen una fuerte dependencia de las importaciones españolas El 92% de las compras nacionales a Argel son de gas

Coemrcio exterior Argelia y Marruecos
Infografía: Belén Trincado
Denisse López

Argelia y Marruecos mantienen nexos comerciales tan importantes con España que un frenazo de las relaciones le costaría millones a cualquiera de las tres economías. Las exportaciones españolas a Rabat ascendieron a 7.381 millones de euros en 2020, mientras que las importaciones fueron de 6.363 millones. En ese mismo año, las ventas nacionales a Argel ascendieron a 1.916 millones y las compras a 2.511 millones.

Los vínculos se extienden más allá de la balanza comercial, aunque también viene en forma de dinero. Hasta el año pasado, la deuda de ambos países africanos con España ascendía a 29,71 millones, puestos en lo que el Gobierno denomina Programas de Conversión de Deuda en Inversiones.

Los datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) revelan que la dependencia es mutua. El 47% de todo el hidrocarburo que compra España es argelino. Es su producto estrella, pues representa el 92% del total de las importaciones. A su vez, se observa que las exportaciones españolas están ampliamente diversificadas, destacando los productos de fundición, hierro y acero, los aparatos mecánicos, el papel y cartón, y los combustibles minerales. Los datos de las aduanas argelinas sitúan a Madrid como quinto proveedor, por detrás de China, Francia, Italia y Alemania. Por otra parte, las inversiones nacionales más relevantes en el país norteafricano se centran en los sectores de energía, construcción y el agua.

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En el caso marroquí, la cercanía geográfica lo convierte en un socio clave no sólo para garantizar la seguridad territorial, sino por los flujos comerciales. España es el primer proveedor y cliente de Marruecos. La compra y venta de bienes movió 13.744 millones en 2020. Además, el flujo de inversiones genera alrededor de 25.000 empleos directos. A ello se suman los datos de turismo, según los cuales, Madrid es desde hace tiempo el segundo país emisor de turistas a Rabat, después de Francia. En 2019, antes del estallido de la pandemia, la entrada total de turistas nacionales subió un 6%, hasta los 880.000.

Los datos confirman que los tres países saldrían perdiendo si alguno de ellos decidiera llevar la crisis diplomática del Sáhara al terreno de lo económico. Esto aplica incluso en el tema de los hidrocarburos. Aunque efectivamente, la interrupción del suministro del gas por parte de Argelia supondría un encarecimiento sustancial del combustible, para el país norteafricano también significaría perder a su tercer cliente comercial, solo detrás de Italia y Francia. Pueden existir otros compradores, pero la capacidad que actualmente existe para transportar el gas licuado es limitada y los precios de transporte serían enormes.

En cualquier caso, el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió ayer a “hacer todo lo que esté en su mano” para recuperar las relaciones diplómaticas con Argelia, que el sábado pasado llamó a consultas a su embajador en España, Said Moussi, tras conocer la nueva postura oficial sobre la situación que se vive en el Sáhara Occidental.

El Frente Polisario denuncia ante la ONU el giro de España

El Frente Polisario ha remitido una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, para quejarse por el "desafortunado" giro de la política exterior española hacia Marruecos, alegando que España lastra ahora las perspectivas de relanzar el diálogo al renunciar a sus "obligaciones" como potencia administradora del Sáhara Occidental.

El representante del Polisario ante Naciones Unidas, Sidi Mohamed Omar, firma una misiva en la que carga de nuevo contra la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de reconocer el plan de autonomía marroquí para la antigua colonia española como "la base más seria" para resolver el conflicto.

Para el Polisario, "sólo servirá para alentar la ocupación" de Marruecos, para que Rabat persista en su "obstruccionismo" de la labor de la ONU, que intenta ahora que las partes vuelvan a dialogar de la mano del enviado Staffan de Mistura.

"En lugar de asumir su responsabilidad histórica y moral, establecida legalmente", Omar cree que Sánchez se aparta de la "política tradicional" española inclinándose hacia las tesis marroquíes. Recuerda, asimismo, sentencias de la Audiencia Nacional y dictámenes de la ONU que apuntan que España sigue teniendo responsabilidades de un territorio pendiente de descolonizar.

El Frente Polisario, en calidad de gobernante de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), "espera que el Gobierno español reconsidere de forma urgente su decisión" y pase a desempeñar un "papel constructivo" de cara a lograr una "solución pacífica y duradera", basada en el "inalienable derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui".

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Sobre la firma

Denisse López
Es redactora de la sección de Economía de EL PAÍS y CINCO DÍAS. Escribe habitualmente de macroeconomía y coyuntura. Se incorporó a esta casa en 2022, después de haber trabajado en distintos medios digitales en México. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, y el Máster de Periodismo UAM-El País.

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