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Las excepciones requieren de una comunicación intachable

La participación de Djokovic en el Open de Australia está aún en entredicho

El tenista Novak Djokovic en Melbourne (Australia).
El tenista Novak Djokovic en Melbourne (Australia). GETTY IMAGES

El Open de tenis de Australia arrancará el próximo 17 de enero y la presencia del número uno mundial, Novak Djokovic, aún no está confirmada. El tenista anunció la semana pasada que viajaría al país gracias a una exención médica que le permitiría la entrada a pesar de no estar vacunado. Esto no fue finalmente así, pues el deportista fue detenido en el aeropuerto y retenido durante varios días hasta que un juez lo puso en libertad el pasado lunes.

La historia contrasta con el caso de la tenista rusa Natalia Vikhlyantseva, vacunada con Sputnik V, un vial aún no aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La situación hizo que se desatara la polémica y las disputas entre quienes apoyaban a Djokovic y quienes consideraban que no se deberían hacer excepciones bajo ninguna circunstancia. Si bien en el momento de escribir estas líneas el caso aún no ha dado sus últimos coletazos, pues las autoridades australianas investigan ahora si el número uno del mundo mintió varias veces en su declaración de entrada al país.

“Me da pena por él. Pero al mismo tiempo, él sabía perfectamente las condiciones desde hace muchos meses. Él fue el que tomó su propia decisión”, declaró el tenista Rafa Nadal, quien más tarde manifestó que preferiría que Djokovic no compitiese. En el ámbito empresarial, sin embargo, las reglas están menos claras, con lo que es más frecuente que haya cierta subjetividad en la toma de decisiones. “El concepto de justicia es propio de una sociedad democrática, donde hay unas normas claras para todos, y las empresas no lo son”, comenta el profesor de Deusto Business School Jon Segovia. La ausencia de una parte independiente que juzgue da pie a que existan más discrepancias. “En una empresa, a la mayoría de la gente le falta información para emitir su juicio”, añade.

Lo ideal sería que no hubiera excepciones, pero hay casos en las que estas pueden y deben darse, reconoce Segovia. “Escuchamos con frecuencia un ‘esto no es justo’, pero la empresa no tiene por qué ser justa, lo que tiene que hacer es salir adelante. Todo va en función de lo que aportas tú a la compañía. Si nunca haces un sobreesfuerzo, ellos tampoco lo van a hacer por ti”, prosigue. De la misma manera que no se realizan los mismos sacrificios para retener a una u otra persona o se le puede conceder más flexibilidad a alguien que tiene un mayor rendimiento. Pero el profesor advierte de que estas decisiones generan una especie de jurisprudencia: “Dejan un mensaje muy claro: se ha hecho una excepción y ha sido con esta persona”.

Por su parte, la profesora de EAE Belén Marrón considera que las empresas no deberían hacer ningún tipo de distinción y que, para evitar un caso como el de Djokovic, lo ideal sería hacer una PCR a todo el mundo: “En el trabajo, nadie nos puede exigir aclarar si estamos vacunados o no”. En esta línea, la docente insiste en que no se debe caer en discriminaciones, si bien reconoce que “las realidades de todas las personas no son las mismas, así que hay que tener en cuenta opciones que corrijan las posibles desigualdades”.

En cualquier caso, si llegan a realizarse excepciones, para Segovia la clave está en una buena comunicación: “Algo que no ha sucedido con el caso Djokovic”. Una idea que comparte el profesor de IESE Guido Stein: “Hay una máxima que dice que todo lo que hagas tiene que poder ser publicado en la primera página del periódico. Otra cosa es que, por discreción, no lo hagas, pero tienes que poderlo explicar”. El experto aclara que no debe confundirse este principio con la transparencia, que a menudo oculta más cosas por el exceso de información y que puede complicar la gestión. La discreción, sin embargo, ha brillado por su ausencia en todo lo relativo a la pandemia, prosigue.

De hecho, las redes sociales del deportista son las que han hecho sospechar a las autoridades australianas. Djokovic compartió fotografías en un acto público y sin mascarilla al día siguiente de supuestamente dar positivo, así como algunas imágenes en España en Nochevieja a pesar de que en su declaración de entrada asegura que no había viajado en los 14 días previos a su entrada en Australia.

La organización y las normas son necesarias, reconoce Stein, porque permiten tomar decisiones con rapidez, allí donde las personas no llegan. Una gestión sabia y prudente, sin embargo, necesita de cierta flexibilidad, considera: “Es necesario que haya cierta holgura para poder darle un tratamiento especial, que no privilegiado, a casos excepcionales”. Y acaba con un consejo para todo lo que rodea a la pandemia: “La polémica nunca contribuye a la buena gestión”.

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