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La industria alerta de nuevos parones de producción si no baja el precio de la energía

Fertibería se une a Sidenor y para la fabricación de amoniaco y urea en Puertollano

Planta de Fertiberia en Palos de la Frontera (Huelva), que ha ampliado la parada de producción hasta finales de noviembre.
Planta de Fertiberia en Palos de la Frontera (Huelva), que ha ampliado la parada de producción hasta finales de noviembre.

Fertiberia es la última empresa que se ha visto obligada a parar su producción ante el incremento del precio de la energía. En un comunicado, la compañía apuntó ayer que los altos costes energéticos le obligan a reducir su carga productiva de amoniaco y urea al 50% en la planta de Puertollano. La firma justifica esta decisión por los altos precios del gas natural (se han incrementado un 580% desde septiembre de 2020) y de la energía eléctrica.

Ambos factores han llevado también a que Fertiberia anunciará también ayer la ampliación hasta finales de noviembre de la parada de la producción de su planta de Palos de la Frontera (Huelva). El incremento del coste de la electricidad también está detrás de la parada de 20 días de Sidenor en su línea de aceros especiales. La siderúrgica ha justificado esa decisión por el alza del coste eléctrico hasta 260 euros por megavatio y hora frente a los 60 euros que abonaba hace doce meses.

Ascer calcula un sobrecoste de 700 millones para los productores de azulejos

¿Es posible que se produzca un efecto contagio entre la industria electrointensiva y que se extiendan las paradas de producción? Las empresas alertan sobre la posibilidad cada vez más cierta de que esos parones se extiendan a otros sectores como azulejo o cemento ante una escalada sin techo de los precios de la energía. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) advierten de que, si continua la escalada en el precio de la energía, “se van a producir ajustes en la producción reduciéndola o parando hasta estabilizar los costes”. El incremento en el precio de la energía va a suponer, según sus cálculos, un sobrecoste de 700 millones de euros, que seguirá creciendo en la medida en la que los expertos prevén crecimientos fuertes y constantes del precio hasta el segundo trimestre de 2022. El ajuste en la producción de azulejos tendría como primera consecuencia una reducción de las plantillas de las empresas y obligaría a revisar al alza la política de precios para tratar de repercutir el impacto de la subida a los clientes. Los productores, sin embargo, ven muy difícil trasladar el alza de tarifas, ya que el 75% se destina a la exportación, donde se compite con otros países con menores costes de producción.

Diferencia de gastos

Entre las empresas siderúrgicas ya ha cuajado el ejemplo de Sidenor y ya hay otras compañías que están pensando seguir el mismo camino. Es el caso de ArcelorMittal, el mayor productor de acero del mundo, con 8.000 trabajadores en España, que ya ha avanzado paradas selectivas en las plantasguipuzcoanas de Olaberría y Bergara. Por su parte, Celsa, inmersa en unas duras negociaciones con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para acceder a un rescate de 550 millones, aún no ha confirmado ningún parón, pero avisa de que “probablemente” se lo planteará si se mantiene esta situación.

La electricidad supone el 54% de costes variables de producción a las cementeras

Otras industrias electrointensivas y dependientes de materias primas han anunciado paradas parciales de producción. Es el caso de Ferroatlántica, que ya anunció a principios de octubre el cierre de uno de los cuatro hornos de la planta de la empresa del sector metalúrgico Ferroatlántica en Boo de Guarnizo (Santander). Un cierre temporal que, sin embargo, ha reactivado todas las alertas en el gobierno cántabro ante la posibilidad de que el grupo estuviera estudiando trasladar parte de su producción a Francia y Noruega y dejar la planta española exclusivamente como centro de operaciones. En esa decisión jugaría a su favor la diferencia de gastos operativos entre plantas, ya que la española consume hasta cinco millones de euros más que la noruega en electricidad en tan solo un mes.

Otro de los sectores más afectados por el incremento de la factura eléctrica ha sido el de los productores de cemento, en los que la energía juega un papel clave en los costes variables de producción de la industria. En concreto, las compañías representadas por la patronal Oficemen tienen en la electricidad el 54% de los costes variables de producción del cemento. Esta situación, según la patronal, está provocando un incremento superior al 25% en los costes totales de producción de nuestra industria.

Desde Oficemen abogan por un cambio estructural en el diseño del mercado eléctrico con tres líneas de actuación: la modificación del sistema para fijar el precio de la electricidad, el acceso directo de los clientes a las energías no emisoras de CO2 y aplicar las mismas exenciones que realizan Francia y Alemania sobre los costes regulados. En este último punto, Oficemen recuerda que el coste del megavatio hora es un 46% superior al de Alemania y un 150% más alto que el de Francia, lo que reduce enormemente la competitividad de las empresas. “Urge retirar del mercado diario más energía y ponerla a disposición de los consumidores industriales y las comercializadoras a través de subastas, de forma que se obtengan precios razonables y predecibles”.

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