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Ventajas y riesgos de las nuevas tarjetas mixtas débito-crédito

Las entidades incluyen en la oferta de sus principales cuentas un producto que permite aplazar las compras o abonarlas en el momento en función de lo que el cliente desee en cada momento

Oferta de las principales tarjetas de la banca

Las carteras -o ahora ya los móviles- guardan dos tipos de tarjetas: las de débito, usadas en el día a día para compras habituales, y las de crédito, guardadas para emergencias o para gastos que no se desean pagar inmediatamente. Sin embargo, esta moda va a ir desapareciendo, a pesar de que los consumidores no estén de acuerdo con ello. Y es que los bancos están empezando a comercializar un producto mixto, que mezcla las opciones de débito y crédito en un único plástico, dando la posibilidad de elegir en cada momento cuál usar, con el riesgo de endeudamiento que eso supone.

El ejemplo más reciente ha sido el de CaixaBank y los clientes que entran de la antigua Bankia, fusionada ahora con el primero. Hasta ahora, estos últimos tenían bonificadas la tarjeta de débito y la de crédito y el uso de la segunda se exigía como una de las posibles condiciones para no pagar comisiones por sus cuentas bancarias. Sin embargo, una vez que la integración de los productos de ambos bancos se produzca, es decir, a partir de noviembre, los clientes de Bankia dejarán de tener una tarjeta de débito gratuita -tendrán que pagar por ella, si la quieren, 36 euros al año- , y se les bonificará el coste de MyCard, una tarjeta de crédito con opciones a débito.

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Javier Mezcua, de HelpMyCash, afirma que estos productos mixtos pueden ser "una herramiento muy útil si se usan correctamente" al combinar en una sola tarjeta las dos modalidades de pago. "Su aceptación es mayor, ya que al permitir pagar a crédito, se pueden usar en ciertos comercios en los que habitualmente se requiere usar una de crédito, como en los establecimientos de alquiler de vehículos", explica.

No obstante, también tienen sus contras, que se derivan fundamentalmente de los costes que pueden implicar ciertas modalidades de pago. Por ello, Mezcua recomienda "leer atentamente la letra pequeña de la tarjeta, sobre todo lo relativo a las comisiones y al tipo de interés que se aplica en las compras pagadas a plazos" y entender cómo funcionan para "no caer en el error de financiar compras y pagar intereses sin quererlo". Y es que en función del banco, la modalidad de pago es elegida antes de usuarlas o en función de si se emplea un datáfono o se compra con el sistema contactless.

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