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Bodegas Peique, el vino de El Bierzo que triunfa en Australia

El país oceánico es el primer mercado exterior de esta empresa fundada por la familia leonesa en 1912 Es la primera bodega dirigida por una mujer que ha sido seleccionada como una de los 50 mejores del mundo

Un momento del proceso de producción del vino en el interior de las instalaciones de las Bodegas Peique.
Un momento del proceso de producción del vino en el interior de las instalaciones de las Bodegas Peique.

Los vinos Peique se remontan a 1912, cuando Ramón Peique (el padre de Luis, padre de Mar, Luis y Jorge, todos propietarios junto a su madre, Sagrario, de la bodega) empezó a elaborar vino en Valtuille de Abajo. En aquel entonces se elaboraban 7.000 kilogramos de uva mencía, Alicante bouschet y otras variedades autóctonas de El Bierzo. En 1954, Ramón Valle, abuelo de Mar, Luis y Jorge, construyó una nueva bodega, un local de 47 m2, en la planta baja de su casa, donde elaboraba 132 hectólitros de vino a partir de 20.300 kilogramos de las mismas variedades. La bodega tenía una capacidad de almacenamiento de 189 hectólitros repartidos en tres depósitos de hormigón y cuatro cubas de madera.

“No fue hasta 1999 cuando las tres generaciones de la familia Peique nos unimos en una aventura empresarial y desarrollamos el proyecto de una bodega en el pueblo que nos vio nacer y criarnos entre viñas y barricas”, recuerda Mar Peique, CEO de la compañía.

Nuestro viñedo es algo excepcional en el mundo, sus características hacen que tengamos vinos de mucha personalidad, muy diferentes a los de otras bodegas

Mar Peique, CEO de bodegas Peique

La clave de los vinos Peique se encuentra en el viñedo, con cepas de entre 450 y 600 metros de altitud, lo que minimiza el riesgo de heladas tardías. La influencia de un clima atlántico parcialmente continental, suave y templado, con una pluviometría mínima en verano y abundante en invierno, contribuye a que el ciclo de la vid y la maduración de la uva se produzcan de un modo óptimo. Trabajan aproximadamente 20 hectáreas, con suelos diferentes: arcillosos, canto rodado y pizarrosos en algunas zonas, y siempre tratando de cultivar las viñas con la menor intervención posible y el mayor respeto por las cepas, el terreno y el medio ambiente.

La cifra

65.000 euros exporta la bodega a Australia, el 51% del total, lo que convierte a este país en su principal mercado exterior. El peso total de la exportación es del 30%. Tras Australia se sitúa Alemania con un 10,32%. Después Reino Unido (8,92%), Suiza (6,68%), Estados Unidos (5,65%) y Japón (5,31%). En total cuentan con presencia en 17 países: Canadá, EE UU, Brasil, Panamá, Irlanda, Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Holanda, Suiza, Alemania, Bélgica, Polonia, Japón, Taiwan, Vietnam y Nueva Zelanda.

La innovación forma parte del apellido Peique, entendiendo la misma como la creación de nuevos conceptos o formas de trabajo y comprensión del viñedo a partir de la tradición. Por ello, en 2019 embotellaron sus primeros vinos de finca: El Olivar y Cova de la Raposa, procedentes de viñedos centenarios en Valtuille. “Nuestro viñedo es algo excepcional en el mundo, un legado que debido a su antigüedad de 50-90 años, el alto porcentaje de viñedo en vaso, su minifundismo, en el que la mayoría de los trabajos son manuales y con diferentes terrenos y orientaciones, hace que obtengamos vinos de mucha personalidad, muy diferentes a los de otras bodegas, de producciones muy limitadas, y que se diferencia de manera radical de los de otras variedades y denominaciones”, señala.

En 2020, los expertos convocados por la publicación Decanter seleccionaron Peique Ramón Valle 2018 entre los 50 mejores del mundo para recibir el galardón Best in show, convirtiendo así a Peique en la primera bodega gestionada por una mujer premiada entre los mejores de la convocatoria Decanter World Wine Awards.

Actualmente, Peique desarrolla un producto de las nuevas subdivisiones aprobadas en la Denominación. de Origen del Bierzo, como Vendimia de Paraje o de Viña Clasificada. De hecho, ya tienen en el botellero las cosechas 2017 y 2018 y en barrica, las añadas 2019 y 2020 de sus vinos de paraje: Cova de la Raposa y Matalospardos. Y estudian otros nuevos parajes para añadir en esta vendimia. A corto plazo esperan lanzar estos nuevos vinos y a medio, plantar nuevas parcelas con la variedad godello. A largo prevén aumentar y consolidar las ventas en el sudeste asiático, sobre todo en Vietnam, Malasia, Indonesia o Tailandia. No obstante, su principal mercado es Australia, a donde van el 51% de sus exportaciones.

Mar Peique, CEO de la bodega leonesa.
Mar Peique, CEO de la bodega leonesa.

El despegue de una denominación de origen

La denominación de origen (DO) del Bierzo está ganando peso frente a las dominantes Ribera y Rioja. El esfuerzo por consolidar la DO realmente se ha fraguado en las últimas décadas. Se ha pasado de una producción de 3,14 millones de botellas en 1997 a casi 8 millones en 2007 y a 9 millones el año pasado. Unas cifras que multiplican por tres el incremento de ventas en los últimos 20 años.

“Personalmente creo que la semilla de este éxito se sembró entre 1997 y 2007, con la creación de pequeñas bodegas familiares. La irrupción de una generación de nuevos enólogos que involucraron a sus familias para transformar el viñedo, hacer el esfuerzo de crear una bodega y empezar a elaborar vinos de calidad”, afirma Mar Peique, CEO de Bodegas Peique.

De cualquier modo, los viñedos siempre han estado ahí y conforman el potencial de diferenciación de El Bierzo con sus variedades estrella, godello y mencía, que junto a su antigüedad es lo que le permite diferenciarse de otras zonas vitivinícolas. “La razón del cambio se produjo cuando los enólogos jóvenes y viticultores supieron entender la tierra y buscar un nuevo camino a partir del legado vitícola de sus familias y la profesionalización del sector”, concluye la CEO.

Vendimia manual en el Bierzo.
Vendimia manual en el Bierzo.

Radiografía

Facturación. Los ingresos de la bodega se situaron en los 445.000 euros en 2020, 20.000 menos que en 2019. En los últimos cinco años se han situado siempre en torno a los 500.000 euros.

Empleados. Los primeros años todo el trabajo lo realizaban los socios. En 2018 contrataron al primer trabajador. Hoy cuentan con cinco.

Exportaciones. Pique comenzó su andadura fuera de España hace 17 años. Desde entonces han abierto diversos mercados y están presentes en cuatro continentes. El 70% de la facturación se genera en España y el 30% en otros mercados.

Financiación. Al principio se autofinanciaron. Pero posteriormente, para acometer inversiones en fases diferentes recurrieron a préstamos bancarios.

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