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'Proxy advisors'

Los grandes inversores atacan las políticas de remuneración del Ibex

Las cotizadas recibieron 16 recomendaciones negativas de la firma Glass Lewis

El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri; el vicepresidente de Acciona, Juan Ignacio Entrecanales, y el consejero delegado de Inditex, Carlos Crespo.
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri; el vicepresidente de Acciona, Juan Ignacio Entrecanales, y el consejero delegado de Inditex, Carlos Crespo.

La gran mayoría de las empresas del Ibex optaron el año pasado por recortar los salarios de sus ejecutivos o suspender el pago de los dividendos a los accionistas para compartir los esfuerzos que se estaban exigiendo a las plantillas, principalmente a través de ERTE, ante la crisis económica derivada del coronavirus y la consecuente reducción de ingresos. Sin embargo, aunque los mercados aplaudieron dichas decisiones, para las firmas de asesoramiento de votos (proxy advisors, en la jerga) las actuaciones no fueron suficientes, según el informe de remuneraciones sobre ejecutivos ante el Covid 19 elaborado por el proxy solicitor Georgeson.

La postura de ISS, el mayor proxy advisor del planeta, fue similar y ocho firmas del Ibex recibieron recomendaciones negativas por su política salarial. Aunque la elección de sus directivos fue el aspecto más cuestionado, las recomendaciones negativas por las remuneraciones subieron ocho puntos porcentuales respecto a 2019: del 14% al 22%.

Pese a estas críticas, lo cierto es que uno de cada tres presidentes y consejeros delegados del Ibex percibió un aumento de sus retribuciones durante 2020. Para este ejercicio, las recomendaciones de los accionistas también son de moderación de salarios.

La subida más elevada fue la de Juan Ignacio Entrecanales, vicepresidente de Acciona, que ganó un 1.080% más el año pasado, debido al plan de incentivos a largo plazo acumulado entre 2014 y 2019. Sin embargo, si no se tienen en cuenta estos ingresos, su salario cayó un 20%.

Algo similar sucede con el presidente ejecutivo de la firma –José Manuel Entrecanales–, que percibió un 700% más debido a los incentivos extraordinarios mencionados. En su caso, no obstante, su salario sí subió en 2020 sin incluir estos incentivos, un 16,5%.

Destacan también los aumentos de las retribuciones recibidas por el ya ex consejero delegado de Siemens Gamesa, Markus Tacke, cuyo sueldo aumentó un 140%. Asimismo, el presidente ejecutivo de PharmaMar, José María Fernández Sousa-Faro, ganó un 115% más el año pasado, la misma subida que percibió el consejero delegado de Inditex, Carlos Crespo. No obstante, en el caso de este último hay que tener en cuenta que no fue nombrado CEO del grupo hasta julio de 2019, por lo que no se podrían comparar de la misma forma lo percibido en ambos ejercicios.

Moderación para 2021

Aunque la situación ha mejorado en los últimos 12 meses, la crisis económica derivada de la pandemia no se ha resuelto y aún quedan meses para que la inmunidad proporcionada por las vacunas permita volver a la antigua normalidad.

Proxinvest, la alianza de proxy advisors independientes europeos de la que forma parte el español Corporance, pilotado por Juan M. Prieto, considera "que la remuneración variable total no debe superar, por lo general, el 300% del salario base y que al menos la mitad de ella debe estar vinculada a los resultados a largo plazo". "Pueden darse excepciones cuando los objetivos de rendimiento sean exigentes o cuando el salario base sea bajo", señala.

La alianza lanza además un aviso a navegantes sobre el actual entorno de Covid y futuros con deterioros de la situación económica: "El resultado del bonus también debe tener en cuenta el entorno en el que opera la empresa y nunca debe superar los niveles máximos de bonificación preestablecidos". "Por regla general, la bonificación anual máxima no debe superar el 150% del salario", añade.

Por su parte, ISS considera "inapropiados" los aumentos salariales superiores a la inflación, así como los incrementos de las retribuciones variables, salvo que "estén respaldados por una justificación especialmente convincente", según expuso en el informe Remuneración de ejecutivos y la pandemia del Covid-19, publicado en el arranque de año.

Además, el proxy advisor espera que aquellas compañías que, debido a sus malos resultados económicos, "impusieran sacrificios a su plantilla" o solicitaran algún tipo de financiación para afrontar la pandemia, no abonen complementos variables a sus principales ejecutivos y, en el caso de hacerlo, sean reducidos. "Los recortes de las retribuciones fijas de los directivos o la exención parcial de alguno de los componentes salariales podrán mitigar otras prácticas que afecten de forma negativa a los salarios", subraya.

Glass Lewis mantiene la misma postura en este sentido y apunta que los abonos extraordinarios a los directivos deberán "ser justificados ante los inversores". En lo que respecta a los pagos vinculados a los resultados, el proxy advisor afirma que se tendrá en cuenta, entre otras cuestiones, la política de dividendos de la compañía y si estos fueron cancelados o recortados el año pasado. Asimismo, se solicitará un informe de las medidas tomadas sobre la plantilla en el caso de que se hubieran realizado despidos a lo largo de 2020.

El caso Goirigolzarri

 

CaixaBank. Pese a las advertencias, las firmas del Ibex ya han revelado subidas salariales para sus directivos en 2021. Es el caso del nuevo presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, que triplicará su sueldo con una remuneración fija anual de 1,65 millones de euros, a la que podría sumar una retribución variable de hasta 200.000 euros si se cumplen objetivos. Una propuesta, no obstante, que se someterá a votación en la junta de accionistas del 14 de mayo. En todo caso, este aumento se debe a que en 2020 el entonces presidente de Bankia cobró 500.000 euros porque la entidad tenía limitados los sueldos debido a las ayudas recibidas. Además, renunció a la parte variable.

 

 

UniCredit. La retribución de Goirigolzarri quedará en nada en comparación con la que percibirá Andrea Orcel, nuevo consejero delegado de UniCredit. Los accionistas dieron la semana pasada el visto bueno a su nombramiento, pero, tras la denuncia de una firma de asesoría especializada, solo el 54,1% votó a favor de los 7,5 millones que ganará este año. El rechazo se debe a que la remuneración no está vinculada a objetivos y duplica la de su predecesor en el cargo, Jean Pierre Mustier.

 

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