Cómo Twitter, Facebook y Slack buscan copiar (o comprar) Clubhouse
La plataforma de audio explora vías para lograr fondos y puede alcanzar una valoración de hasta 3.400 millones de euros. Los gigantes prueban cómo imitar su éxito
Primero intentó comprarla y, como no pudo, trató de imitarla. Twitter mantuvo durante meses conversaciones para adquirir Clubhouse, red social de moda basada en audio, lugar de debate y de tertulias, antes de probar su propio servicio. Con apenas un año de andadura digital, la plataforma se ha convertido en objeto de deseo de las grandes tecnológicas. Comprarla... o sencillamente copiarla. Facebook desarrolla una app similar, Twitter ha lanzado Spaces y Slack no esconde su intención de ofrecer una función parecida. De una u otra forma, pero la idea es entrar.
Aún en fase preliminar, y con un modelo de negocio embrionario, el crecimiento de la valoración de Clubhouse es exponencial. Con los mimbres de su popularidad, la plataforma está en conversaciones para obtener fondos de inversores de modo que puede alcanzar una valoración de hasta 4.000 millones de dólares (unos 3.400 millones de euros), según Bloomberg. En 2020, en plena pandemia, se le otorgaba un valor de unos 100 millones de dólares; a finales de enero de este año, ya había aumentado a mil millones de valoración tras una ronda de financiación.
Clubhouse, de momento solo accesible en dispositivos Apple y bajo invitación, puede ser la joya de la corona del futuro social en la red. No solo despierta el interés de Twitter, de famosos y de millones de usuarios. La plataforma de audio, lanzada en marzo de 2020 por Paul Davidson y Rohan Seth, seduce a otras grandes como Facebook y Slack. Convencidas de que el audio es mucho más atractivo para el público, todas buscan vías para reproducir su éxito.
Clubhouse anima a los usuarios a charlar. Dividida en salas, en cada una de ellas se trata una temática: ciencia, arte, cine, música… también liderazgo y emprendimiento. O mascotas. O recetas. Casi todo vale. Los usuarios pueden participar o ser meros espectadores y el moderador de la sala, en tiempo real, va dando el turno de palabra.
Rivales
Una vez dentro, se puede encontrar al fundador de Tesla, Elon Musk, conversando sobre bitcóin o los viajes a Marte; al rapero MC Hammer debatiendo sobre la industria musical; al actor Aston Kutcher hablando de cine… Los artistas españoles también se han unido a esta tendencia. En febrero, el músico Ivan Ferreiro protagonizó el primer concierto en España en Clubhouse.
Al no poder comprarlo, Twitter lanzó a finales de 2020 un competidor, Spaces. Al igual que el original, y aún en fase de pruebas, Twitter ofrece esta herramienta para crear salas de charla, dentro de la propia app.
Pero la compañía conducida por Jack Dorsey no es la única interesada. Se sabe poco de ello, pero Facebook está investigando productos similares para entrar de lleno en el audio, tal y como ha publicado el medio TechChrunch. El proyecto piloto, denominado Hotline, no tiene una definición clara, pero apunta a una estética similar a Clubhouse. Eso sí, a diferencia del original, dejaría conectar también mediante vídeo y permitiría grabaciones.
Las pruebas de Facebook cuadran con su estrategia de crecer en nuevos segmentos para seguir ganando seguidores y fidelizarlos, especialmente entre el público más joven. En los últimos años, esta red social ha comprado Instagram, la aplicación de mensajería WhatsApp y la firma de realidad virtual Oculus, cuando todas eran empresas emergentes. Y el propio fundador de Facebook, Marck Zuckerberg, participa en Clubhouse con charlas sobre realidad virtual.
También Slack explora cómo introducir los audios en su oferta. La aplicación de mensajes para grupos de trabajo planea introducir funciones de audio instantáneo y la creación de salas, de manera que compañeros de canales puedan reunirse en una misma habitación. Clubhouse es ya un sitio popular donde los ejecutivos de empresas tecnológicas debaten sobre cualquier cosa.
Otra cuestión es cómo se podrá monetizar Clubhouse, Spaces o cualquier otro servicio de este tipo, es decir, cómo conseguir ingresos para hacerlo un negocio rentable y sostenible. Con una base de 10 millones de usuarios, todo apunta a un modelo de suscripción, pero el desarrollo y las alternativas están todavía en una fase muy temprana.
La empresa equivocada que subió un 1.000%
Error. Una empresa de contenidos digitales sin ninguna relación con Clubhouse, pero llamada igual, ha llevado al error a miles de inversores y ha provocado que la cotización se dispare de forma incontrolada. La acción de ClubHouse Media Group, con sede en California, gana un 310% este año, aunque ha llegado a subir más de un 1.000%. Todo es una confusión pues Clubhouse (red social) no cotiza en Bolsa.
Embrollo. El lío se agudizó con un tuit de Elon Musk, fundador de Tesla. “En Clubhouse esta noche a las 10 pm hora de Los Ángeles”. El 31 de enero, el peculiar empresario convocaba a sus seguidores para charlar. Las búsquedas en Google del término “acciones de Clubhouse” se dispararon. Y los títulos de Clubhouse Media llegaron a tocar los 27,4 dólares, cuando a principios de año costaban 2,43 dólares. Su valoración en Bolsa ronda los 940 millones de dólares.
El más rico. No es la primera vez que Musk provoca furor inversor (incluso a veces de forma equivocada) con algún comentario. Como cuando animó a usar Signal (rival de WhatsApp) y las acciones de una empresa que se llamaba igual se dispararon un 5.000%.
Sala. La participación de Musk en Clubhouse hizo llegar al límite de integrantes de una sala, 5.000. Y aunque las charlas no se pueden grabar, lo que dijo allí trascendió y provocó una avalancha de peticiones de unirse.
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