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La guerra de las vacunas de la UE tiene una lógica arriesgada

Puede ganar a corto plazo, pero a la larga encarecerá la producción, al deshacerse las cadenas de suministro

Viales vacíos de la vacuna de AstraZeneca para el Covid.
Viales vacíos de la vacuna de AstraZeneca para el Covid.FRED TANNEAU (AFP)

La amenaza europea de vetar las exportaciones de vacunas es lógica, pero arriesgada. La Comisión Europea está discutiendo con el Reino Unido sobre las dosis de AstraZeneca producidas en una pequeña fábrica de Países Bajos. Si el Reino Unido no se rinde, el bloque podría imponer un freno mucho más perjudicial también para otras vacunas. Aunque es posible una tregua, la pugna tendrá efectos secundarios a largo plazo.

La disputa entre la Comisión Europea y el Reino Unido se centra en una planta holandesa dirigida por Halix, subcontratista de AstraZeneca, que ha acordado suministrar vacunas tanto a la UE como a Gran Bretaña. Es una batalla extraña para el bloque, ya que la confiscación de las vacunas holandesas no contribuirá mucho a acelerar el despliegue de vacunas de la UE, que hasta ahora solo ha inoculado al 12,7% de su población. Tampoco ayuda el hecho de que la vacuna en cuestión tenga mala reputación en el continente.

Europa podría ir mucho más lejos. La Comisión mantiene abierta la amenaza de prohibir también las exportaciones al Reino Unido de otras vacunas, como las fabricadas por Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. Eso sería mucho más potente: una prohibición hasta final de año liberaría suficientes medicamentos para vacunar completamente a más del 15% de la población europea, según nuestros cálculos, basados en datos de la consultora Airfinity.

También sería mucho más perjudicial para el Reino Unido. Se espera que Gran Bretaña reciba hasta agosto 16,5 millones de dosis del tratamiento de Pfizer solo contando las procedentes de la UE. Detener todas las exportaciones hasta junio retrasaría que Gran Bretaña alcanzara la inmunidad de rebaño, el punto en el que el virus deja de circular, hasta agosto, calcula Airfinity. Ser más dependiente de AstraZeneca también dejaría al Reino Unido más expuesto a nuevas variantes.

Gran Bretaña podría tomar represalias amenazando con bloquear un ingrediente clave para la vacuna de Pfizer que exporta. Pero eso podría causar daños más allá de Europa, ya que muchas de las dosis de Pfizer fabricadas en Europa se exportan internacionalmente. Gran Bretaña propone ahora compartir la producción de la fábrica de Países Bajos. Pero Europa podría exigir más: después de todo, podría quedarse con los medicamentos de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson.

Las dos partes pueden llegar a una tregua, pero la guerra de las vacunas tendrá consecuencias a largo plazo. El Reino Unido ya se enfrenta a entregas más lentas de lo esperado procedentes de la India, y Estados Unidos ha detenido las exportaciones de inyecciones a la UE.

Ahora, las cadenas de suministro europeas se están deshaciendo. En el futuro, los Gobiernos querrán fabricar las vacunas en su territorio en la medida de lo posible. Ello aumentará los costes y hará que los tratamientos sean más lentos.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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