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Entrevista

Garamendi alerta de que Trabajo quisiera “meter un gol” a CEOE con la igualdad salarial y los ‘riders’

Niega rotundamente que tenga derecho de veto en las negociaciones con el Gobierno porque sus posturas estén, en ocasiones, alineadas con las de Calviño

Antonio Garamendi, presidente de CEOE, durante un momento de la entrevista con Cinco Días.
Antonio Garamendi, presidente de CEOE, durante un momento de la entrevista con Cinco Días.Pablo Monge

El diálogo social atraviesa por una de sus épocas más fructíferas. En su primer año en el poder, el Gobierno ha firmado siete acuerdos con los interlocutores sociales. Por ello, en pleno tsunami político por la crisis sanitaria y económica, los empresarios y los sindicatos están permanentemente en boca del Ejecutivo como ejemplo del buen hacer en tiempos duros, frente a la falta de unidad en el arco parlamentario. Pero eso no quita para que el presidente de la gran patronal, Antonio Garamendi, exprese algunas desconfianzas respecto hacia donde puede ir la negociación con el Gobierno.

Así, Garamendi encarna la máxima de CEOE, acuñada por el que fuera su presidente más emblemático, José María Cuevas: “Negociad siempre y cuando la negociación se vuelva imposible, seguid negociando”. No obstante, en materia de legislación laboral niega la mayor y dice que “hay temas en los que no podemos llegar a cuerdos porque de verdad pensamos que no son buenos”. En este marco se encontraría buena parte de la contrarreforma laboral que quieren llevar a cabo el Ministerio de Trabajo y los sindicatos desmontando aspectos cruciales de la reforma laboral de 2012 relacionados con la negociación colectiva u otros que tienen que ver con la limitación de la subcontratación.

Si bien, dicho esto, rechaza con contundencia la acusación que le han hecho los sindicatos de tener derecho de veto en las negociaciones laborales, después de que el Ejecutivo decidiera no subir el salario mínimo en 2021, en contra de la opinión de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. “Yo no tengo ningún derecho de veto, no sabía que mandara tanto. Podré decirle al Gobierno que no comparto algo o sí, pero en ningún caso puedo decirle esto no lo haces porque tiene toda la legitimación para gobernar”, se defiende. Y aclara que, en el caso del salario mínimo este ni siquiera forma parte del diálogo social, porque corresponde al Gobierno qué hacer con él, se limitó a dar su opinión “y el Gobierno que es uno no son dos, que yo sepa, tomó una decisión que creo que fue la adecuada”.

Respecto a la disvisión interna del Gobierno y de la alineación empresarial con la vicepresidenta económica del ejecutivo y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, el líder patronal afirmó: "No es un problema que Nadia Calviño nos escuche o no nos escuche. Está ejerciendo su responsabilidad. Hay cosas que compartimos y pensamos que lo está haciendo bien y otras con las que no estamos de acuerdo, como ella no está de acuerdo en todo lo que decimos nosotros. Pero por supuesto me merece todos mis respetos porque lo está intentando hacer lo mejor posible, pero eso no es que yo tenga derecho de veto".

Garamendi rechazó también los reproches de inmovilismo de la patronal para no llegar a acuerdos en algunas materias o no reformar otras. “Que no estemos de acuerdo en tocar algunas cosas no quiere decir que no queramos firmar nada” ya que además de todos los acuerdos relacionados con los ERTE y otras medidas para la pandemia la patronal firmó, por ejemplo, un amplio acuerdo para regular el teletrabajo. Si bien menciona dos casos en los que alerta de que el Gobierno intentó o podría intentar “meter un gol a los empresarios”. En concreto, cita el caso de las leyes de igualdad retributiva y transparencia salarial “donde intentaron meternos una reforma laboral encubierta por debajo de la igualdad”. Y explicó: “a pesar de que habíamos llegado a un acuerdo en todos los aspectos de esas leyes, en el último minuto metieron que todos los sindicatos mayoritarios entraban en las empresas a decidir sobre esto o decidieron quitar puntos en los contratos públicos si los sindicatos no estaban de acuerdos con como se abordaba la igualdad".

E igualmente con esta advertencia se refirió también a una negociación aún abierta, la de la regulación de los repartidores de las plataformas digitales de reparto a domicilio conocida como Ley de Riders. “En este asunto tenemos un acuerdo dentro de CEOE. Pero ahora hay que ver no la música sino la letra. La letra es muy importante y los laboralistas de eso saben”. dijo en referencia a la actual fase de redactado final de la ley. “Y hay un tema muy delicado que tiene que ver con los algoritmos –agregó–. La intimidad el derecho de gestión de las empresas no es tan fácil como decir: con los algoritmos mido yo los que me dé la gana. No estás entrando solo en un tema sino en muchos más", concluyó.

Críticas a nuevas convocatorias

Los recelos de esta líder empresarial afectan también a algunas decisiones respecto a los formatos que elige el Gobierno para negociar o comunicar sus propuestas. En este punto se refirió a la reciente convocatoria del Ministerio de Trabajo para entrevistarse con los sindicatos, los empresarios pero también con el Banco de España, el Consejo Económico y Social (CES) o el Consejo de la Juventud para abordar propuestas para el mercado de trabajo.

"El diálogo social es un tema muy importante, ya sea el bipartito entre la patronal y los sindicatos y ahí no quito el peso a toda la gente que tenga que estar; o el tripartito, donde está también el Gobierno. Pero más allá de eso ya veremos si vamos a fotos o no", indicó. En este sentido, recordó que los empresarios ya declinaron hace poco asistir a otro observatorio sobre el mercado laboral, "donde había una decena de académicos, varios de Ministerios y dos representantes de empresarios y dos de los sindicatos, Y yo lo siento mucho, pero eso es devaluar la representatividad y el diálogo social", se quejó.

En su opinión, "la Constitución dice exactamente donde estamos los agentes sociales y qué hacemos y desde luego la CEOE hará su trabajo con mucha seriedad y responsabilidad, pero no vamos a estar jugando a partidos de fotos por aquí y por allá que no sean necesarios, con todos mis respetos a la gente que hayan podido convocar. No se puede devaluar el diálogo social y devaluar es, invitamos a 20 y también van los empresarios".

 

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