El autobús se dejó 4.000 millones en ingresos en 2020 y teme perder otros 2.400 este semestre
Confebus demanda un nuevo fondo de compensación y fórmulas de financiación para evitar quiebras
El autobús dejó de ingresar 4.000 millones el año pasado y espera un impacto de otros 2.400 millones en este primer semestre. Este modo de transporte, como el ferroviario o el aéreo, se desangra en pérdidas y la patronal Confebus reclama la máxima agilidad en la vacunación contra la Covid-19 para evitar que los daños sean irreversibles.
La caída de la demanda de viajes en autobús desde marzo de 2020 acumula un 60%, agravándose desde el 50% que el sector estimaba a 31 de diciembre. Ya entonces se había pasado de los 3.115 millones de usuarios de 2019 a 1.661 millones.
Los descensos entre marzo y diciembre de 2020 han sido del 85% en el transporte discrecional (del 75,2% en todo 2020, con 52,6 millones de viajeros). El transporte interurbano se dejó el 45,5% de los usuarios respecto a 2019, bajando a 397,3 millones, siendo esta caída del 54,6% desde el mes de marzo. En esos meses, los viajeros de cercanías bajaron un 54,1%, los de media distancia un 56,3% y los de larga distancia un 73,6%.
La caída de la demanda de viajes en autobús desde marzo de 2020 acumula un 60%, agravándose desde el 50% que el sector estimaba a 31 de diciembre
El número de viajeros del transporte urbano registró un total de 1.007 millones de viajeros en autobús (1.831 millones en 2019) lo que refleja un descenso del 45% respecto a la cifra alcanzada en 2019. Y el transporte especial (escolar y laboral), por último, registró 204 millones de viajeros frente a los 331 millones del año anterior, con un 35,8% menos que en 2019.
Nunca se habían visto similares contracciones de la demanda, puesta de manifiesto por los datos publicados hoy por el INE, ante lo que Confebus reitera que están en riesgo 30.000 empleos. También se asoman al abismo un tercio de las empresas que forman el sector, según la gran patronal.
Parón a un ciclo de crecimiento
El sector del autobús se vio sorprendido con la práctica desaparición de la demanda en los primeros meses de pandemia, pese a que tuvo que mantener el pulso al prestar un servicio público esencial. Antes de la crisis, la actividad había recuperado sus mejores registros, según manifiesta el presidente de Confebus, Rafael Barbadillo. “Gracias a la superación de los numerosos retos tecnológicos, medioambientales y regulatorios a los que se ha enfrentado el sector del transporte en autobús en los últimos años, la cifra total de viajeros registrada en 2019 mostraba un crecimiento sostenido del sector, superando incluso las cifras previas a la crisis de 2008”. Con la llegada del confinamiento y posteriores restricciones a la movilidad, la remontada se vio frustrada.
La demanda de apoyo urgente ha vuelto a escucharse en boca de los representantes de esta actividad: “La situación a la que se enfrenta el sector es crítica, y sin el apoyo del Gobierno no se podrá garantizar la supervivencia de muchas de nuestras empresas”, asevera Barbadillo.
Entre las reivindicaciones de Confebus se encuentran el impulso de fórmulas de financiación, un nuevo fondo de compensación para que las administraciones puedan compensar el déficit generado por los servicios de transporte en autobús en 2021, y un programa de ayudas directas que sirvan de salvavidas.
Conocida la decisión de la Unión Europea de impulsar con 750.000 millones la recuperación de los distintos Estados miembro, Confebus armó en septiembre un plan con inversiones estimadas en más de 6.000 millones aspirantes a ser financiadas con los fondos para la recuperación.
Este tipo de transporte rozaba los 6.000 millones de euros en ingresos anuales antes de la crisis y empleaba a 95.000 personas. En la jornada de hoy se ha recordado su papel estratégico en la movilidad, siendo en ocasiones es el único modo de transporte disponible en numerosas localidades del país por pequeña que sea su población.
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