Alcoholismo en la abogacía: ¿es un tema tabú o hay falta de concienciación?

El 23% de los abogados de EEUU admiten beber en exceso. En España, en cambio, los expertos descartan que sea un problema

El consumo de alcohol en la abogacía es una práctica habitual en nuestro país que, sin embargo, no parece constituir un problema. Sin embargo, según una encuesta elaborada por la American Bar Association (ABA), uno de cada cinco letrados estadounidenses dice tener un problema con la bebida. Un porcentaje que supera la tasa de alcoholismo entre la población general, que roza el 11%.

En España, los datos al respecto son casi inexistentes. La única información proviene de una encuesta elaborada por Iberian Lawyer en 2018, que revela que ocho de cada diez abogados españoles y portugueses han sufrido algún tipo de trastorno de salud mental a lo largo de su carrera. El consumo excesivo de alcohol ocupó el cuarto lugar entre los problemas citados por los letrados, por detrás del estrés, la ansiedad y la depresión. Ante la falta de cifras surgen varias cuestiones. ¿En España no existe este problema? ¿O es que se trata de un tema tabú?

Marisa Méndez, psicóloga y profesora de IE Law School, descarta que haya un problema con el alcohol entre los letrados. “No considero que sea algo endémico, aunque puede haber casos aislados”.

Coincide con esa visión Dolors Liria, psicóloga y comisionada de asuntos científicos del Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA). No obstante, la experta admite que, por sus características propias, la abogacía es una profesión que puede favorecer el consumo en ciertas ocasiones, aunque sin llegar al extremo de la adicción. “Entre el colectivo legal son habituales los eventos sociales, desde reuniones con clientes o compañeros hasta jornadas a nivel profesional, y es habitual que haya alcohol de por medio”, comenta.

Además, Liria agrega otro factor que puede favorecer la ingesta: el estrés. Así, los letrados suelen estar sometidos a un elevado de presión y exigencia, en muchos casos, superior al de otras profesiones “que son, al fin y al cabo, factores de riesgo para el consumo de sustancias tóxicas como el alcohol”.

Un extremo que confirma Manel Atserias, responsable de RSC y bienestar en Ambar Partners, que recuerda que los profesionales están sometidos a jornadas maratonianas y a una carga excesiva de trabajo, “lo que contribuye a que puedan ver la bebida como una forma rápida de evadirse”.

Cultura mediterránea

¿Es el consumo de alcohol entre los letrados un tema tabú? Para George Artley, de la International Bar Association (IBA), se trata más bien de una falta de percepción de la toma de bebidas espirituosas como un problema. “La cultura europea, y especialmente la mediterránea, lo ve como algo sofisticado”, explica, mientras que en los países anglosajones hay un mayor estigma sobre el que bebe dentro del entorno laboral.

No obstante, Artley sí admite que puedan existir ciertas reticencias para tratar el consumo de alcohol cuando se convierte en adicción, y no cuando es algo puntual. Al fin y al cabo, es un problema de salud mental y, como tal, “está sujeto a una fuerte estigmatización”, completa Tomás Gabriel, abogado y comisionado de relaciones internacionales del ISMA.

En esta línea, el letrado explica que los despachos fomentan una imagen de excelencia, “lo que dificulta que los letrados reconozcan que tienen un problema”. Por su parte, Atserias señala que si el alcoholismo es un tema tabú es porque el sector legal tradicional ha fomentado la cultura del miedo. “Si hablas, tu carrera está acabada. Y si no es así, los abogados tienen esa percepción”. Un resultado que califica de contraproducente, “ya que se está incentivando que no busquen ayuda profesional”.

Letrados jóvenes

Por otro lado, el informe de la ABA puso de manifiesto que los abogados más jóvenes son más propensos a consumir alcohol de forma excesiva. Así, la tasa de ingesta más alta se registró entre los letrados menores de 30 años, seguidos por los de entre 31 y 40 años. Curiosamente, el porcentaje decaía a medida que los abogados envejecían.

Como explica Liria, esto se explica porque, al comenzar a ejercer, los jóvenes pueden tener la sensación de que no van a responder bien ante las exigencias. Además, agrega que, al comenzar un trabajo, especialmente si es el primer contacto con el mercado laboral, “puede surgir un sentimiento de presión para ganarte el puesto”, lo que aumenta el estrés y, en definitiva, el riesgo de consumo.

Consejos para evitar la ingesta excesiva

Diario. A raíz de los resultados del estudio de la ABA, Lawcare, una entidad dedicada al cuidado de la salud de los abogados británicos, publicó una guía con consejos para evitar el consumo excesivo de alcohol entre los profesionales jurídicos. El primero es llevar un diario en el que deben apuntarse todas las bebidas ingeridas al día, en qué circunstancias se toman y qué se siente después de tomarlas. Después de un par de semanas, recomiendan analizar lo anotado, buscar patrones “y, en general, ser honesto consigo mismo”.

Comunicación. Por otro lado, desde la entidad aconsejan hablar con familia, amigos y/o compañeros de trabajo para pedirles ayuda. Asimismo, es recomendable acudir al médico de cabecera y explicarle con sinceridad cuánto se está bebiendo. Por otro lado, y para evitar de forma directa el consumo, lo mejor es no frecuentar ambientes propicios a beber alcohol, como bares. En su lugar, es preferible acudir a una cafetería o al cine. Además, la entidad es partidaria de ser creativo y probar nuevas bebidas sin alcohol, como zumos de frutas exóticas o batidos.

Pasatiempos. Por último, otra técnica que puede servir de ayuda para quien quiere superar la adicción a la bebida es buscar un nuevo pasatiempo o interés al que dedicarle tiempo y energía, así como encontrar un amigo o compañero que también quiera reducir el consumo de alcohol, y sirva de apoyo.