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La automoción afronta 2021 con grave crisis de demanda y subida de impuestos

Los fabricantes están obligados a reducir sus emisiones medias para no enfrentar multas El sector estima que las ventas cerrarán 2020 con una caída del 35%, mientras la producción bajará un 19%

Evolución de la automoción en España de enero a noviembre

La industria de la automoción tenía por delante un 2020 duro y cargado de incertidumbre por la entrada en vigor en Europa de la nueva normativa de emisiones europea CAFE (Corporate Average Fuel Emissions, en español Emisiones de Combustible Medias Corporativas), en un contexto de una caída generalizada de la demanda de coches.

Este año, los objetivos fijados por Europa se aplicarán al 95% del total de vehículos matriculados por cada grupo, dejando fuera del cálculo al 5% de los automóviles más contaminantes, lo que se conoce como phase-in. Será ya a partir del año que viene cuando las emisiones de los coches vendidos por cada fabricante deban estar por debajo de los 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. De no cumplir, las marcas se enfrentarán a multas milmillonarias, ya que deberán pagar 95 euros por cada gramo superado, multiplicado por el total de coches que hayan matriculado.

No obstante, lo peor estaba por llegar. El Covid-19 ha dado un vuelco al sector y lo ha puesto contra las cuerdas. Los fabricantes de coches consiguieron sobreponerse con mucho esfuerzo a la crisis económica de 2008, pero la pandemia ha provocado algo que hasta ahora no se había vivido, como es el cierre temporal de plantas y concesionarios en todo el mundo.

Al motor le ha llegado su peor crisis en un momento en el que afronta la mayor transformación de su historia: conectividad, coche autónomo, servicios de movilidad y electrificación. Bajo esta coyuntura, los grupos Volkswagen, Daimler, BMW, Ford, Renault, Fiat Chrysler Automobiles (FCA), PSA y General Motors contabilizaron una facturación conjunta de 608.825 millones de euros hasta septiembre (últimos datos disponibles), lo que se traduce en una caída del 18,4% en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente, es decir, 137.892 millones de euros menos.

Las compañías son algo optimistas tras registrar una recuperación de su negocio entre julio y septiembre, una vez superada la fase más complicada de la pandemia. Sin embargo, una gran tercera ola de contagios sería demoledor para el sector. Muchos usuarios están posponiendo su decisión de compra ante la incertidumbre o están optando por modelos de segunda mano, lo que provoca que el parque móvil continúe envejeciendo y no se reduzcan las emisiones contaminantes.

Esto va en la dirección contraria de hacia donde se encamina tanto el sector como los distintos Gobiernos bajo el paraguas de la Unión Europea, que ya ha fijado la descarbonización de la economía para 2050. Los fabricantes se han visto obligados a acometer planes de reestructuración que conllevan una reducción de plantilla, aparcar el reparto de dividendos y el cierre de plantas. Muchas firmas también han tenido que recurrir a créditos para poder cumplir con sus obligaciones.

Malas noticias en España

Nissan ha ido desangrando sus plantas de Barcelona poco a poco retirándole modelos y el runrún de cierre ha pesado sobre estas durante mucho tiempo. Los peores presagios se confirmaron en mayo: “La decisión está tomada y es irreversible”. Así anunció la marca japonesa el cierre de las factorías de Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca (Barcelona), un día después de que a alianza Renault-Nissan-Mitsubishi presentara su nuevo plan estratégico, a través del cual Nissan dejará atrás Europa para centrarse en China, Japón y Norteamérica.

En un principio, los centros catalanes tenían previsto bajar la persiana en la próxima semana, pero finalmente empresa y sindicatos acordaron alargar la vida de las plantas hasta diciembre de 2021. El objetivo es ganar tiempo para negociar la entrada de un comprador que les dé una segunda oportunidad. La dirección de Nissan Motor Ibérica, la representación de los trabajadores y las Administraciones públicas han constituido una comisión de trabajo para la reindustrialización de las plantas y manejan proyectos relacionados con la producción de baterías para abastecer al mercado europeo, el ensamblaje de vehículos eléctricos y un hub de electromovilidad integrado por varias empresas. Hay 2.525 trabajadores afectados por el ERE y peligran 25.000 puestos de trabajo indirectos.

Mercado estancado

Las principales patronales de la industria de la automoción española prevén que las ventas y la producción de coches se desplomen este año alrededor de un 35% (con unas 800.000 unidades) y un 19% (2,28 millones de unidades), respectivamente, y anticipan un 2021 gris con un mercado “extremadamente débil” que no alcanzará ni el millón de automóviles matriculados.

Anfac (fabricantes), Faconauto (concesionarios), Ganvam (distribución) y Sernauto (proveedores) han advertido al Gobierno que la adaptación del impuesto de matriculación al nuevo ciclo de homologación de emisiones WLTP llega en el peor momento.

Según el sector, la nueva contabilización de las emisiones provocará un alza en el impuesto e incrementará en 800 euros el precio medio de los coches, lo que hará que el consumidor se retraiga aún más.

En este sentido, reclaman unidad en el Ejecutivo en torno al automóvil y que se defina un modelo claro para el sector. “Los constructores queremos invertir en el país pero necesitamos seguridad jurídica. Creemos en un modelo de movilidad con vehículos de cero emisiones y conectados, no en un modelo de movilidad sin vehículos, y necesitamos que el Gobierno defina el modelo que quiere”, reivindica el director de Fabricación y Logística del grupo Renault y presidente de Renault España y Anfac De Los Mozos.

En 2019, las marcas automovilísticas ya invirtieron en España un 9% menos que un año antes, con 2.700 millones de euros. Las adjudicaciones de vehículos de 2025 se están decidiendo ya y España, segundo país productor de vehículos de Europa y noveno del mundo en 2019, cuenta con la desventaja de que no tiene efecto sede.

“Hemos de ser mucho más competitivos”, han repetido una y otra vez desde Anfac, subrayando que el país necesita ser un “polo de atracción”, a través de una colaboración público-privada y el estímulo a las inversiones, para lo que es necesario establecer un marco “positivo, atractivo e innovador” que permita a la industria ser reconocida internacionalmente.

Planes que no funcionan

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en junio el Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción, dotado con 3.750 millones de euros, de los cuales se movilizarán 1.535 desde este año y 2.215 a partir de 2021. No obstante, el sector denuncia que no se ha implementado de manera eficiente y pide que todas las administraciones y formaciones políticas se adhieran a lo que debe ser considerado como un “proyecto país”.

Según el Ejecutivo, se movilizarán 10.000 millones de euros del nuevo mecanismo Next Generation EU en tres años para reactivar la industria de la automoción, lo que supone el 14% del total del presupuesto que recibirá España (72.000 millones).

Más ayudas al cambio de coche

Renove y Moves. El motor reclama también que se incrementen las dotaciones tanto del Plan Renove (sustitución de un vehículo antiguo por otro más limpio y seguro) como del Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible (Moves), con 250 y 100 millones de euros respectivamente. En concreto, solicitan una partida anual total de 450 millones de euros y que se eleve la ayuda para la compra de un vehículo de combustión moderno y que cumpla con la última normativa europea de emisiones. El plan contempla ayudas a clientes particulares de 4.000 euros por la compra de un vehículo con etiqueta Cero y de hasta 800 euros por uno de combustión, aunque la rebaja puede elevarse a 5.000 y 1.600 euros, respectivamente, si se tiene en cuenta la aportación del sector.

Brexit. El automóvil británico ha advertido de que el sector sufrirá un impacto de 55.400 millones de libras (62.180 millones de euros) durante los próximos cinco años si el país británico y la Unión Europea no llegan a un acuerdo de libre comercio tras el Brexit y se imponen aranceles a la importación de vehículos.

Stellantis. PSA y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) ya han recibido este lunes la aprobación de la Comisión Europea para su fusión y crear así el cuarto grupo automovilístico más grande del mundo. Esperan completarla a finales de enero y la nueva compañía tendrá unas ventas estimadas de 8,7 millones de vehículos al año, tan solo por detrás del grupo Volkswagen, Toyota y la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. El siguiente paso es que los accionistas de ambas compañías den el visto bueno el 4 de enero.

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