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Iberdrola pisa fuerte en Brasil y adquiere una distribuidora de energía eléctrica por 400 millones

La compañía cierra la novena operación de 2020 a pesar de la pandemia

Ignacio Sánchez Galán, con empleados de Neoenergía en la inauguración de la central de Baixo Iguaçú
Ignacio Sánchez Galán, con empleados de Neoenergía en la inauguración de la central de Baixo Iguaçú
CINCO DÍAS

Iberdrola ha cerrado este viernes su novena operación del 2020 con la compra de la distribuidora brasileña CEB-D por 399 millones de euros, al cambio actual. Con la adquisición, a través de su filial Neoenergía, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán acelera su presencia en Brasil, adjudicándose la privatización de la distribuidora de energía eléctrica del Distrito Federal de Brasilia, que suministra este servicio a una población de tres millones de personas.

La compra de CEB Distribuição SA (CEB-D) es un paso más en línea con la estrategia del plan de expansión de Neoenergia en el sector eléctrico brasileño y le permite, además, sacarse la espina de cuando hace dos años no pudo hacerse con la distribuidora Eletropaulo, tras una dura contienda con la italiana Enel. La distribuidora de energía de la capital del país, Brasilia, suministra electricidad a 3 millones de personas. En 2019, la compañía tenía 1,1 millones de consumidores y suministroó 6.577 GWh.

La liquidación de la subasta, por la que Iberdrola presentó una oferta de 2.515 reales brasileños frente al precio inicial de 1.400 millones, está sujeta a la aprobación del resultado por parte del Comité de Licitaciones, con previa aprobación del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) y consentimiento previo de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL). Por este proceso también se certificará la culminación de la adquisición de acciones CEB-D, mediante la ejecución de un contrato de compraventa de acciones. Una vez se cumpla con estos requisitos, la palabra final estará en manos de la junta general de Neoenergía.

Iberdrola ya gestiona en Brasil una red de distribución de 640.417 kilómetros, cubriendo una población de 34 millones de personas. Asimismo, la energética cuenta con más de 3.500 megavatios renovables (MW) en operación y da servicio de electricidad a 14,1 millones de clientes.

Contra viento y pandemia

A pesar del batacazo económico por la crisis de la Covid-19, la energética ha completado nueve operaciones corporativas este año. En octubre, Iberdrola anunció su "operación estrella de 2020", con el acuerdo de compra del holding energético americano PNM Resources, por un valor de 3.663 millones de euros.

Además, el grupo de Sánchez Galán ha incursionado en Japón con la compra de la promotora Acacia Renewables, que tiene una cartera de proyectos offshore de 3,3 gigavatios (GW) de potencia. En cuanto a Brasil, Iberdrola se hizo también este año con una cartera de proyectos eólicos de 400 MW de capacidad.

En verano, la energética se convirtió en uno de los operadores líderes del mercado australiano de renovables al comprar la empresa Infigen Energy, tras el lanzamiento de una OPA amistosa.

Entre sus conquistas de 2020, Iberdrola también adquirió la francesa Aalto Power por algo más de 100 millones de euros y se hizo con el 100% del capital del parque eólico marino francés Saint-Brieuc. En Escocia, la energética sumó 165 MW de capacidad a su cartera con la compra de dos proyectos eólicos terrestres, cuyo desarrollo implicará una inversión de alrededor de 190 millones de euros. 

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