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Los protagonistas de la gestión pasiva

Gestoras tradicionales, entidades especializadas y ‘robo advisor’

GettyImages

Repasamos aquí la salud de la gestión pasiva en España y lo hacemos de la mano de gestoras centradas en fondos activos que han hecho hueco a estas otras estrategias, entidades que llevan años lanzando ETF o gestores automatizados cuyas carteras se centran en indexados. Estos son sus comentarios.

¿Cómo está funcionando la gestión pasiva en estos meses de incertidumbre y volatilidad?¿Qué clase de fondos indexados o ETF están recomendando en el actual escenario?¿Qué deben tener en cuenta los inversores antes de decidir apostar por un fondo indexado o un ETF? ¿Por qué cree que el pequeño inversor español no termina de entrar en la gestión pasiva? Son las cuestiones que analizan.

Amundi: apostando por el crédito y los criterios ASG

Juan San Pío, director comercial de Amundi ETF, Indexing & Smart Beta para Iberia y Latinoamérica, destaca el “notable” crecimiento de la gestión pasiva en general y el de los ETF con criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno), que han captado casi el 50% de los nuevos flujos desde comienzo de año, “demostrando ser una de las estrategias más demandadas por los inversores y compensando las salidas en renta variable”. De hecho, su entidad acaba de ampliar la oferta en climáticos e ISR (inversión socialmente responsable).

“En un mundo de bajos tipos de interés, el crédito es una de las pocas áreas donde los inversores pueden buscar rendimiento” y son positivos en crédito con grado de inversión euro y más favorables con grado de inversión norteamericano que con los bonos de alto crecimiento. En renta variable europea, “nos hemos vuelto más constructivos en el verano” y cautelosos respecto a renta variable emergente, dado el resurgimiento del coronavirus.

BlackRock: convencidos de su gran potencial

Javier García Díaz, responsable del negocio de gestoras de fondos de BlackRock en España, explica que actualmente las recomendaciones a sus clientes se centran en “repensar la resiliencia en las carteras con la búsqueda de fuentes de rentabilidad que van más allá de la renta fija tradicional” –menciona productos de renta fija ligados a la inflación, de materias primas, sostenibles y temáticos, y de la deuda en grado de inversión–. “Nos atrae especialmente la renta fija emergente, tanto en divisa fuerte como de alta rentabilidad”, y ser cada vez más selectivos en materia de sectores y países, “especialmente en los mercados emergentes”.

En su opinión, este estilo de gestión tiene un gran potencial de crecimiento por delante, “caracterizado por tres fuerzas estructurales: la cada vez mayor combinación de soluciones indexadas y tradicionales en las carteras, una eficiencia en costes demostrada, y la implantación de los ETF como instrumento financiero”.

Indexa: sin variación en las carteras

Unai Ansejo, cofundador y consejero delegado de Indexa Capital, aclara que no cambian sus carteras o recomendación de fondos en función de la situación del mercado, “porque está demostrado que hacerlo de media no aporta valor, pero sí suma costes. Nuestras carteras no han variado en lo que llevamos de año”. Su recomendación sigue siendo diversificar globalmente evitando el sesgo local, reducir los costes al máximo utilizando fondos indexados e invertir en estos en lugar de ETF indexados, por su ventaja fiscal.

Según Ansejo, hay que priorizar los fondos más grandes, con menores costes y que sigan lo mejor posible su índice de referencia (tracking error). Y critica que las grandes entidades financieras no tengan ningún interés en fomentar las gestión indexada, “ya que en ese caso no podrían justificar las elevadas comisiones que cobran actualmente, de media un 3,4% anual entre costes y comisiones”.

Lyxor Liquidez: eficiencia, accesibilidad y bajos costes

Para Pedro Coelho, responsable para Société Générale de Lyxor ETF para España, Portugal y Latinoamérica, no hay mejor prueba de que los inversores aprueban el comportamiento de los ETF que mirando a los flujos, especialmente en renta fija, clase de activos en la cual este año, y en ETF Ucits, han entrado más de 24.000 millones de euros hasta agosto. “Esto claramente demuestra que los inversores valoran muy bien, especialmente en este entorno, las conocidas ventajas de los ETF: liquidez, eficiencia, accesibilidad y bajos costes”.

Considera clave elegir, en primer lugar, las clases de activos y su distribución en la cartera, y después, seleccionar los índices a replicar para cada clase de activos. Y finalmente, elegir los instrumentos que mejor replican esos índices. En estos últimos, “hay que prestar especial atención a características como domiciliación, estructura, costes y ecosistema de negociación, porque estos factores serán los que más afectarán la rentabilidad total del ETF”.

Finanbest: Entender y elegir bien el índice

Frédéric Dupuy, director de inversiones de Finanbest, recuerda que un fondo indexado o un ETF “no es una panacea en sí, pero tiene dos grandes ventajas: es muy económico (bajas comisiones) y es transparente”. Esto es así, pues en la medida en que replica un índice, “dice lo que hace y hace lo que dice”.

Para él, lo más importante es entender y elegir bien el índice en que se quiere invertir –“un indexado es tan bueno (o malo) como el índice que replica”– y luego seleccionar el fondo en función de otros factores: tamaño de fondo (liquidez), precio (comisiones), tracking error...

Cree que al pequeño inversor no se le ofrece la posibilidad de invertir en pasivos porque “los grandes bancos y gestores o asesores no independientes no tienen interés en que su cliente entre en productos de gestión pasiva, ya que perciben menores ingresos por ello que cuando venden productos propios u otros de terceros con mayor comisión y retrocomisiones”.

Finizens: también funciona en fases bajistas

Giorgio Semenzato, CEO y cofundador de Finizens, cuenta que a la gestión pasiva se le ha criticado históricamente su peor funcionamiento durante fases de corrección, alta volatilidad y dispersión de rendimientos, por tratarse de momentos en los que un gestor activo tendría, supuestamente, más margen de maniobra para rotar su cartera y generar rendimiento. “Sin embargo, estas afirmaciones se quedan en el plano teórico. Hemos aprovechado las caídas para analizar el comportamiento de los fondos de inversión domiciliados en España, frente al comportamiento de la gestión pasiva durante el mismo periodo y los resultados evidencian que la gestión pasiva es capaz de seguir generando un performance superior en fases bajistas, con independencia del perfil de riesgo del activo en el que invierta”, asegura.

Piensa que cada vez más españoles están tomando conciencia de que aquí se han estado vendiendo “durante muchos años fondos a precios altos y rendimientos mediocres”.

InbestMe: crecerá como el ‘ecommerce’

Jordi Mercader, CEO de inbestMe, cree firmemente que con la gestión automatizada de carteras de inversión indexadas (robo advisors) ocurrirá algo similar a lo que ocurrió con el ecommerce, “donde a los españoles les costó entrar pero que, una vez se entiendan bien sus ventajas, crecerá rápidamente para ponernos a la misma altura que otros países desarrollados”.

No recomienda invertir “en un fondo indexado o ETF específico, sino en una combinación de estos dos tipos de activos”, pero que, en el caso de elegir solo uno, “se podría optar por uno que siga el MSCI World, aunque sería mejor combinarlo con uno de renta fija agregada mundial para construir una cartera más diversificada”.

Últimamente ha promocionado las carteras indexadas ISR, porque considera que son una gran opción para aquellos clientes que quieren invertir con valores de sostenibilidad sin tener que renunciar a rentabilidad, ya que estas carteras lo están haciendo igual o mejor.

MyInvestor: una tendencia imparable

Gabriela V. Orille, co-CEO de MyInvestor, resalta que “es una tendencia imparable: la gestión pasiva sigue creciendo, pese a la incertidumbre” y remite a los últimos datos de agosto, cuando las captaciones de los fondos indexados y ETF han crecido más que los fondos gestionados activamente. “Observamos una clara tendencia a escala mundial hacia la inversión en productos de gestión pasiva, dada la dificultad de batir a los índices de forma consistente”, analiza, y recuerda que solo el 10% de los fondos de Bolsa española fue capaz de batir al Ibex con dividendos en 2019.

“Dado que son productos con muy bajas comisiones –lo que revierte en más rentabilidad– tienen un margen inexistente o mínimo para las entidades financieras, de ahí que no se comercialicen de forma generalizada”. No obstante, está segura que la llegada de firmas digitales como la que representa, “con una estructura de costes más eficiente, permite que estos productos sean ahora accesibles a todos los clientes”.

Pictet: útiles en los mercados más eficientes

Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam, entidad con el 7% de su patrimonio en indexados, admite que en mercados más eficientes, como EE UU o Europa, cada vez menos gestores pueden batir al mercado “y la gestión pasiva o indexada puede ser útil para la parte satélite de la cartera”, a fin de reflejar posiciones temporales en una región o activo determinado. Pero, según su análisis, “con ello se compran ganadores del pasado, en lugar del futuro y se inflan los precios de compañías que pueden no merecer altas valoraciones”. En su opinión, “donde se puede encontrar valor añadido es en la gestión activa a medio y largo plazo, especialmente en mercados emergentes u otros mercados menos eficientes”.

“Los fondos indexados no necesariamente son más baratos que los de gestión activa”, resalta, ya que un fondo de gestión activa que proporciona un 3% por encima del índice y cobra el 1% neto es mucho más barato que un indexado que cobra el 0,2% y proporciona el índice menos del 0,2%.

UBS: el uso de clases defensivas

Nina Petrini, responsable de gestión pasiva y ETF en UBS AM España y Portugal, recuerda que los fondos cotizados pueden utilizarse para construir carteras globales diversificadas que consisten no solo en acciones, sino también en otras clases de activos que son más defensivos contra la volatilidad del mercado, como la renta fija. Por ejemplo, “los ETF que proporcionan exposición a los bonos del Tesoro son de naturaleza defensiva y han proporcionado buenos rendimientos durante el periodo de caídas debido al coronavirus”. Además, el interés por los productos sostenibles “es cada vez más evidente” y han observado una fuerte demanda por los ETF Quality, “que es otro factor defensivo para ayudar a mitigar las caídas”.

En cuanto al mercado minorista español, “los ETF tienen un peaje fiscal en cada traspaso, similar al del intercambio de acciones en Bolsa. Es uno de los motivos de peso que impide la difusión entre los inversores pequeños en España”, asegura.

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