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Mox, la ‘delivery’ que aspira a cubrir los 360° del comercio online

La firma andaluza de reparto a domicilio busca financiación para crecer en alimentación y paquetería

Alberto Morate es un repartidor que trabaja en el distrito madrileño de Villaverde.
Alberto Morate es un repartidor que trabaja en el distrito madrileño de Villaverde.Mox

El verbo pivotar es uno de los que más se conjugan entre los emprendedores. Mox, la startup andaluza creada en 2016 para ofrecer soluciones logísticas en la última milla, lleva meses pivotando para cambiar su modelo de negocio.

Antes del verano ha abierto su tercera ronda de financiación para captar 8 millones de euros con los que llevar a cabo sus planes: convertirse en una empresa tecnológica para ser el 360° del comercio electrónico, cubriendo tiendas, supermercados, restaurantes, paquetería y comida a domicilio.

Hay varias razones para este cambio. Una de ellas es que forman parte de una estrategia que busca convertir a Mox en el primer eslabón de la cadena del ecommerce. “Queremos pasar de ser una empresa de logística a otra de tipo tech, donde el transporte sea nuestro añadido y un servicio que complete”, explica Gregorio López, CEO y cofundador de la firma.

Otras son de índole económica. “En tiendas de comestibles y paquetería se obtienen márgenes más altos que en la comida a domicilio”, comenta López. Quieren seguir siendo “líderes indiscutibles en el food delivery”, pero además añadir la gestión de todo el proceso, “desde la compra hasta la entrega del producto”, precisa.

Queremos pasar de ser una empresa de logística a otra de tipo ‘tech’, donde el transporte sea nuestro añadido y un servicio complementario

Gregorio López, CEO y fundador de Mox

La última tiene que ver con la expansión internacional de la compañía. “Es más fácil cruzar fronteras con tecnología que con personas”, apunta Tom Horsey, cofundador y socio inversor de Mox. “Abrir mercados en otros países con sus leyes y regulaciones y con nuestro modelo laboral es muy complicado”, añade.

Horsey recuerda los problemas que han sufrido en su primera experiencia fuera de España, concretamente en Milán (Italia). Después de nueve meses, en los que se produjo un cambio de regulación y hay otro pendiente, aún no han podido iniciar operaciones.

El modelo laboral de Mox se basa en contratar a todos sus repartidores. Estos cobran el salario mínimo interprofesional (SMI) más incentivos. La cantidad de estos trabajadores oscila entre los 700 que hay en temporada baja y los 1.300 en el último trimestre del año, la época de más actividad. Además de estos, hay otras 70 personas en la estructura de la plantilla.

Las cosas no les van mal con este modelo. Están presentes en más de 50 ciudades españolas, en 2019 facturaron 8,3 millones de euros y la previsión para 2020 apunta a los 12 millones.

Dos repartidores en Sevilla ordenando sus pedidos para Seur.
Dos repartidores en Sevilla ordenando sus pedidos para Seur.

Sin embargo, la realidad ha cambiado, y mucho, en los últimos meses como consecuencia del coronavirus. Muchas empresas del sector de las tiendas de comestibles y supermercados, así como de la restauración, han tenido que transformarse digitalmente a marchas forzadas para dar solución a problemas tecnológicos y logísticos que no tenían antes.

“Muchos supermercados y restaurantes no eran digitales antes de la pandemia y han tenido que ponerse las pilas rápidamente” para atender a unos usuarios que no paran de crecer, advierte Horsey.

La cifra

1.300 repartidores contrató Mox el último trimestre de 2019, la  época más fuerte del año. El resto de meses están sobre 700. Los responsables de la firma esperan superar esta cifra en los últimos tres meses de 2020 y batir todos los récords de contrataciones. La razón para este aumento hay que buscarla en los cambios en la demanda provocados por el coronavirus. El incremento experimentado ha afectado a la entrega de comida a domicilio, la mensajería y los pedidos a los supermercados.

Ahora tienen que solucionar, y de manera urgente, nuevas necesidades y problemas relacionados con la tecnología y la logística. Y es aquí donde Mox entra para ofrecer a estos sectores una herramienta tecnológica que dé respuesta a esas dificultades.

Esta consiste en un paquete para tener digitalizado de forma completa un negocio. Incluye el desarrollo de software y algoritmos, una aplicación propia, la creación de la página web, el sistema de logística, los repartidores de sus productos y la gestión de este personal. Tiendas, restaurantes y supermercados pueden hacerse con todo el material o solo con la parte que les interese.

Esta herramienta ya está funcionando en España. En Madrid la están usando los supermercados Sánchez Romero y en Barcelona lo hará próximamente una gran cadena. El objetivo es ahora “ampliar el número de clientes”, apunta Horsey.

Cocinas virtuales

La empresa está creciendo con dos nuevos negocios relacionados también con la restauración y la logística. El primero de ellos se llama The Premium Service y trabaja con un nuevo concepto denominado dark kitchen o cocinas virtuales. Se trata, en palabras de Antonio Valenzuela, responsable de nuevos negocios de Mox, “de aglutinar en un mismo espacio diferentes gastronomías”.

En un mismo lugar y con el mismo equipo de cocineros ofrecen distintas modalidades de comida, como sushi, hamburguesas, poke, etc., con sus cartas concretas, pero compartiendo muchos de los ingredientes.

Así, han desarrollado cinco marcas, Fan Wok, Wai Poke, Ke Sushi, Lorite’s Burger y una quinta que cambia (mexicana, ibérica, etc.), con ingredientes comunes, con entrantes parecidos y postres iguales, y con dos o tres platos principales que los elige el usuario a su gusto. “Es una integración vertical de todo el proceso”, desde que el cliente hace el pedido, se cocina y luego se reparte, señala Valenzuela.

Comenzó a operar en marzo en Córdoba y está facturando “ya en torno a los 30.000 euros mensuales”, afirma el directivo. La idea es expandirlo cuando acabe el año a otras tres ciudades: Alicante, Palma de Mallorca y Las Palmas de Gran Canaria.

Gregorio López y Antonio Valenzuela, cofundadores de Mox, empresa dedicada a la logística de última milla.
Gregorio López y Antonio Valenzuela, cofundadores de Mox, empresa dedicada a la logística de última milla.

El otro negocio es Driver Jobs, una empresa de selección y reclutamiento de personal y de todo lo que tiene que ver con los recursos humanos, que ofrecen a terceros para solucionar este servicio. “Es como un Job Today, pero especializado en la restauración”, resume.

Se montó en enero de 2019, “funciona bien”, y sus clientes son pequeños restaurantes, algunas cadenas, etc. El propósito es dar una herramienta al pequeño comercio que quiere externalizar los recursos humanos y olvidarse de ellos. “Les damos la seguridad y les quitamos un dolor de cabeza”, finaliza.

Nuevos proyectos para poder seguir creciendo

Centros comerciales. El proyecto es crear un ecommerce para estos espacios. El usuario puede acceder y comprar en sus tiendas favoritas y después les entregan los artículos en sus casas. Mox se ocuparía de la logística y la tecnología.

Plataforma. Otra de las ideas es construir un mercado de mensajeros. El objetivo es que los repartidores por libre puedan operar con una sola plataforma, una sola aplicación y con libertad de escoger para quién quieren trabajar.

Sostenibles. La empresa destinará dinero de la tercera ronda de financiación a la adquisición de vehículos eléctricos. Ya tienen motos eléctricas, donde más en Madrid Central, y el año pasado incorporaron bicicletas eléctricas.

José Miguel Rodríguez, coordinador de flota en Andalucía.
José Miguel Rodríguez, coordinador de flota en Andalucía.

El Covid impulsa el cambio de modelo de negocio

La crisis del coronavirus ha provocado cambios importantes en el modelo de negocio de Mox. Después de las dos primeras semanas desde que se decretó el estado de alarma, “en las que todo fue un caos”, recuerda Jaume Boada, responsable de la empresa en España, “nos dimos cuenta de que estaban surgiendo nuevas oportunidades y también de que la tecnología era una herramienta muy necesaria”.

Boada se refiere a los pedidos relacionados con los supermercados, “que se incrementaron una barbaridad” debido al Covid-19; a la mensajería y la paquetería, “que creció muchísimo”, y subió también la comida a domicilio, “en la que estábamos ya centrados desde antes”, explica.

“El Covid cambió la empresa una barbaridad”, reconoce. Y lo hizo sobre todo en la tipología del cliente hacia el que se dirigían. De hecho, el responsable de Mox asegura que han pasado de ser “una empresa de comida a domicilio al 95% a crecer bastante con la paquetería y los supermercados”.

Ahora, la comida representa el 70% aproximadamente, la paquetería es el 20% y los supermercados, un 10%. “Este reparto será distinto a final de año”, pronostica, y reflejará, en su opinión, un aumento aún mayor de los dos últimos segmentos.

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