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Ingeniería

Hacienda notifica el embargo de inmuebles a Duro Felguera por sus deudas fiscales

La Agencia Tributaria exige al grupo el pago inmediato de más de 120 millones en impuestos por su filial que opera en Venzuela

Sede de Duro Felguera en Gijón.
Sede de Duro Felguera en Gijón.

Los problemas crecen para Duro Felguera. No solo negocia con los bancos para que estos le concedan los 80 millones de euros en avales con los que pueda presentarse a proyectos, también arrastra deudas con la Agencia Tributaria. Y esta se ha cansado de esperar. A finales del pasado enero le exigió que pagará de inmediato más de 120 millones de euros en impuestos de una de sus filiales, Termocentro que opera en Venezuela aunque es española y de la que controla el 90%, según consta en el informe del segundo semestre del año pasado de la empresa. Incluso le ha notificado el embargo de inmuebles por esa deuda. Todo se deriva de una inspección realizada en 2015 y que determina el abono al Fisco de esa cantidad por el Impuesto sobre Sociedades y otros tributos.

La empresa que pilota como consejero delegado José María Orihuela desde finales de 2018 se ha defendido con uñas y dientes contra esa decisión y mantiene una disputa con la Agencia Tributaria ante el Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC). El fondo del problema radica en que Duro Felguera se aplicó en Termocentro la exención sobre las rentas procedentes del extranjero obtenidas por uniones temporales de empresas que operan fuera de España.

Duro Felguera no ha provisionado ni un solo euro por esta cuestión y esgrime como argumentos que la Agencia Tributaria ya había inspeccionado el ejercicio 2009 y Termocentro no tuvo que pagar nada por ser considerada exenta. Además, señala que cuenta con argumentos de fondo que acreditan la operativa de su filial en el extranjero y añade que se han producido dilaciones en el procedimiento que supondrían la prescripción de los ejercicios inspeccionados.

Frente a la exigencia del pago inmediato de los más de 120 millones de euros, que además ha supuesto la notificación de embargo de algunos de sus inmuebles, la empresa ha interpuesto una reclamación ante el TEAC que invoca una sentencia del Tribunal Supremo.

Además, la compañía fue informada el 12 de febrero de 2020 de que la Audiencia Nacional votaría y fallaría al día siguiente sobre un recurso contencioso administrativo que interpuso ante una decisión del TEAC. Este rechazó en noviembre de 2017 una propuesta de la compañía que consistía en aportar garantías inmobiliarias por importe de 29 millones de euros y en una dispensa parcial de garantía por el resto del importe (94 millones de euros).

A 29 de febrero, la empresa no tenía aún la sentencia, pero era muy optimista: "Teniendo en cuenta los argumentos técnicos que sustentan la pretensión de la compañía y de la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre la cuestión, se espera un pronunciamiento favorable que anule el citado Acuerdo de inadmisión del TEAC de 30 de noviembre de 2017", señala Duro Felguera en el informe del segundo semestre.

La pugna fiscal no se queda en la inspección realizada en 2015, sino que existe otra abierta en 2018, referida a los ejercicios 2013 y 2014, en la que la Agencia Tributaria reclama a Duro Felguera el abono de 30 millones en concepto de impuestos por su filial que opera en Venezuela. Los argumentos de ambas partes son exactamente los mismos. El grupo de ingeniería asturiano explica que, igual que en el otro caso, no ha provisionado nada porque "existen argumentos de defensa lo suficientemente consistentes como para que resulte probable una resolución estimatoria de sus intereses".

A las reclamaciones por su filial que opera en Venezuela, se suma otra en Brasil por el ejercicio 2012, actualmente en fase de apelación, que supone un riesgo fiscal de 30,4 millones de reales brasileños (más de seis millones de euros). La empresa sentencia "que no es probable que dicho importe se tenga que satisfacer" y tampoco ha constituido ninguna provisión por este tema.

Beneficios

Duro Felguera anunció el sábado que ganó 11 millones de euros el año pasado, frente a las pérdidas, sin incluir extraordinarios, de 119,3 millones del ejercicio previo, aunque facturó 397,6 millones de euros, lo que supone una caída del 5,6%. Su ebitda fue de 21 millones frente a los números rojos en este epígrafe de 124,4 millones en 2018.

Además de los resultados, la buena noticia es que el grupo asturiano mantiene patrimonio neto positivo de 16,6 millones de euros y asegura que espera llegar a un acuerdo en las "próximas fechas" para que los bancos pongan a disposición una línea de avales de 80 millones de euros, necesaria para cubrir las necesidades de negocio de los próximos ejercicios.

El consejero delegado de Duro Felguera, José María Orihuela, declaró en una conferencia con periodistas el sábado 29 de febrero que confía en que el grupo de mayores acreedores, denominado G5 y formado por Santander, BBVA, Sabadell, CaixaBank y Bankia, conceda a la empresa al menos una parte de esos avales.

En agosto, la aseguradora Cesce, participada en un 50,25% por el Estado, se comprometió a blindar el 60% de los 80 millones en avales que pide la compañía a la banca para seguir adelante. La petición se ha reducido desde los 100 millones solicitados inicialmente. La empresa, con ese balón de oxígeno, podría liberar entre 20 y 30 millones de euros de liquidez que ahora mismo tiene bloqueada.

El máximo ejecutivo del grupo remarcó que han reducido el riesgo con el G5 en más de 200 millones desde mayo de 2017 y que están trabajando ya con bancos y aseguradoras en los países en los que vaya a presentarse a concursos para no requerir necesariamente el apoyo de las entidades españolas. La situación de la empresa es inviable en su situación actual. No tiene gasolina para acudir a nuevos proyectos, debido a que no cuenta con los avales de la banca, de modo que acudir a entidades financieras locales es el plan que está actualmente en marcha.

Duro Felguera sigue renegociando con los clientes los términos de algunos proyectos en marcha con el objetivo de mitigar el riesgo de sobrecostes, retrasos o pérdidas adicionales. Así, mantiene negociaciones y reclamaciones presentadas abiertas con clientes por importe total de 244 millones de euros, de los que espera recuperar una parte.

Orihuela destacó que la firma se encuentra también en un intenso proceso de reducción de costes de estructura en general y en particular el de los costes de asesores externos. La plantilla media del año pasado bajó además a 1.546 personas, frente a las 1.757 de 2018, y el ejecutivo no descartó recortes adicionales. Duro Felguera está también en un proceso de desinversiones que incluye activos inmobiliarios como su sede.

Además, la firma  está en un proceso de "búsqueda de inversores industriales con vocación de permanencia para reforzar la posición patrimonial y de tesorería". "Hay españoles y extranjeros, pero de momento son meros contactos", matizó Orihuela.

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