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Financiación

El Corte Inglés firma su refinanciación al 0,7% y pagará menos si es 'verde'

BNP Paribas, Bank of America, BBVA y Santander lideran el contrato de 2.000 millones

Marta Álvarez, presidenta de El Corte Inglés.
Marta Álvarez, presidenta de El Corte Inglés.

El Corte Inglés ya ha firmado su enésima refinanciación con sus bancos de cabecera. El nuevo contrato tiene dos tramos: un préstamo que pagará un 0,85% y una línea de crédito (revolving credit facility o RCF, en la jerga) al 0,55%. El coste promedio de la financiación se sitúa en el 0,7%, y este interés bajará si el grupo de distribución cumple diversos criterios de sostenibilidad. El acuerdo cuenta con el visto bueno de 24 bancos, liderados por BNP Paribas, Bank of America, BBVA y Santander.

La compañía ha conseguido postergar el vencimiento de su pasivo hasta 2025. Un plazo que se podrá prorrogar en dos años más. El gigante de la distribución ha disminuido su deuda en 50 millones gracias a su caja. De los 2.000 millones que refinancia ahora 900 millones son préstamos a largo plazo y 1.100 millones corresponden con una línea de circulante. 

Una de las grandes novedades de la nueva deuda bancaria de El Corte Inglés está en que el grupo de distribución pagará menos si cumple una serie de objetivos de sostenibilidad, como una disminución del porcentaje de consumo de plásticos, una reducción de desechos generados o un número de productos sostenibles vendidos. En definitiva, la compañía que preside Marta Álvarez reducirá su tipo de interés si se convierte en verde.

Junto a los líderes de la operación —BNP Paribas, Santander, Bank of America Merril Lynch y BBVA— han participado en la operación un verdadero ejército de bancos de inversión, formado por 24 entidades. Se trata de Caixabank, Unicredit, Sabadell, Crédit Agricole, Bankia, Société Genérale, Goldman Sachs, JP Morgan, Intesa San Paolo, BBK, Commerzbank, Raiffeisen Bank, Ibercaja, Liberbank, Targobank, ICBC, Cooperativo, Aresbank y Deutsche Bank.

Al tiempo, y como ya publicó CincoDías el pasado 4 de octubre, El Corte Inglés segregará una parte importante de activos inmobiliarios en otra sociedad. En concreto, el grupo de distribución podrá traspasar hasta 2.500 millones de euros en este tipo de activos a dicha unidad de negocio sin la obligación de amortizar deuda, según ha confirmado en un comunicado. Esta también ha indicado que el pacto se ha realizado como si la compañía estuviese considerada como grado de inversión, "lo cual supone un respaldo a la compañía por parte de la banca nacional e internacional".

El ladrillo del gigante de la distribución está valorado en 17.147 millones de euros, a cierre de febrero del año pasado, según datos de Tinsa. Por eso, las entidades aconsejan a la cúpula del grupo que lo más apropiado es segregar sus inmuebles en una sociedad aparte, para que su negocio retail sea independiente y muestre a las claras cuál es su rentabilidad real. Así, se constituirían dos sociedades: una inmobiliaria y otra de negocio retail.

Fuentes financieras señalan que uno de los objetivos de El Corte Inglés era dotarse de total flexibilidad. Si bien en su última refinanciación, firmada en 2018, se liberaron todas las garantías ligadas a los préstamos, sí se dejó por escrito que la firma no podría pignorar determinados activos. El grupo ha logrado ahora libertad absoluta. La actual refinanciación se produce apenas dos años después de la firmada a inicios de 2018 por 3.650 millones.

Al tiempo, El Corte Inglés amplió además su programa de pagarés desde los 500 millones hasta los 1.200 millones el pasado diciembre. Este tipo de inversión tiene un vencimiento mínimo de tres días y un máximo de dos años y se colocan entre grandes inversores, con un importe mínimo por suscriptor de 100.000 euros. En los plazos más cortos, El Corte Inglés incluso recibe intereses por tomar prestado el dinero.

Fuentes financieras señalan que la actual financiación no incluye, de entrada, la refinanciación de ninguna de las dos emisiones de bonos del grupo. En 2015 colocó a través de Hipercor 600 millones en bonos por los que paga un cupón del 3,875% y que expiran en enero de 2022. En septiembre del año pasado realizó una segunda emisión, en esta ocasión ligada a la matriz, por otros 500 millones, que amplió en diciembre de ese año en 90 millones extra, con vencimiento en marzo de 2024 y que pagan un cupón del 3,25%.

El programa de reducción de deuda y de venta de activos en el que se encuentra inmersa la compañía han llevado a la rentabilidad de ambos títulos de deuda a mínimos históricos. Los primeros pagan en el mercado secundario menos de un 0,5% y los segundos, apenas un 2,3%.

A cierre de su primer semestre fiscal, entre marzo y agosto, la compañía contaba con una deuda financiera neta por 3.114 millones. Una parte importante se corresponde con un préstamo sindicado, por 2.560 millones a cierre del pasado febrero, que está formado por dos tramos, que vencen en 2023. El primero es de 1.400 millones. El segundo se trata de un crédito revolving por 1.150 millones, la mayor parte de este sin haber sido dispuesto.

En los últimos meses, la cadena de grandes almacenes ha ido vendiendo diversos centros con el objetivo de reducir deuda. Entre ellos, su centro de plaza Macià en Barcelona, por 152 millones; Colón (Valencia) por 90 millones; dos de Parquesur en el municipio madrileño de Leganés (85 millones), La Vaguada (74) y Princesa (23), en Madrid, y la de Gran Vía de Bilbao por otros 70 millones. También vendió Óptica 2000 al grupo holandés GranVision por 79 millones.

Gracias a esa estrategia, las agencias Standard & Poor’s y Fitch le han subido el rating un peldaño, desde BB hasta BB+, solo un escalón por debajo del grado de inversión. Ahora está en la recta final de la venta de su filial de consultoría informática, Iecisa. La francesa GFI cerró la compra de esta unidad en diciembre por entre 350 y 375 millones de euros.

El Corte Inglés ha llegado además a un acuerdo con Cellnex, la operadora cotizada de torres y antenas de telecomunicaciones, para venderle los derechos de explotación de más de 400 antenas de telefonía que el grupo de distribución tiene instaladas en las azoteas de más de un centenar de sus centros. El precio final se acerca a los 70 millones de euros.

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