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Joaquim Clos: “Quiero tener turistas ricos culturalmente”

Colocar la marca por encima de los alojamientos individuales es su gran reto

Pablo Monge

Siempre supo que quería dedicarse al mundo hotelero, pero antes de acabar en la empresa que fundó su padre, el empresario Jordi Clos, trabajó en marcas como Louvre Hotels, Catalonia o el Ritz (actual Palace) de Barcelona. “Si no sales fuera de casa, nunca sabrás si las cosas se pueden hacer mejor”, reconoce el director general de Derby Hotels, Joaquim Clos (Barcelona, 1981), donde lleva 15 años alternando diferentes posiciones. La marca cuenta con 23 establecimientos entre Barcelona, Madrid, París y Londres, en los que se pueden descubrir más de 5.000 obras de arte antiguo y contemporáneo.

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R. ¿Cuál es la principal transformación que ha impulsado en la compañía?
R. Hemos transformado una empresa del siglo XX en una del siglo XXI. En los últimos años la hemos profesionalizado a unos niveles totalmente nuevos, es cierto que antes tampoco teníamos necesidad de hacerlo, pero con el tamaño que hemos adquirido, era necesario hacer cambios a nivel organizativo, crear departamentos, estrategias diferentes desde el punto de vista de la reputación, la comunicación, las ventas...
R. Los alojamientos de Derby Hotels son pequeños museos.
R. Tenemos la suerte de ser una empresa familiar al 100%, no dependemos de nadie externo, así que podemos hacer las cosas como nos gustan a nosotros. Todo esto empezó por un hobby de mi padre desde hace muchos años, lo hizo crecer y tuvo la genial idea de compartirlo en sus hoteles. Lo que comenzó como una afición se ha convertido en uno de nuestros puntos estratégicos. Al final nos ha colocado en un nicho muy único, cada vez hay más que exponen arte en sus hoteles, pero hace años no lo hacía nadie.
R. ¿Tiene que ser la industria del lujo cercana al ámbito de la cultura?
R. Para nosotros, sí, pero porque nunca relaciono el lujo con el poder adquisitivo. Hay gente muy culta que quizás no puede permitirse determinados gastos, pero para nosotros eso también es un lujo, la cultura, por eso defendemos esto. Yo quiero tener turistas ricos culturalmente.
R. ¿Qué tiene que ofrecer España como destino para los turistas internacionales?
R. Tanto Barcelona como Madrid son ciudades con mucho que mostrar. La primera lleva muchos años en el top 10 mundial, algo muy meritorio si se tienen en cuenta las limitaciones como que no es capital, que no tiene un aeropuerto como Barajas, es una ciudad pequeña... Pero desde el punto de vista cultural, de ocio, incluso de compras, el nivel está muy alto. El modelo turístico de Barcelona, que se creó en el 92, es motivo de estudio, aunque ahora tiene que reinventarse y seguir apostando por novedades, que es lo que está haciendo Madrid ahora, que siendo la capital, le ha costado más abrirse internacionalmente. En general, el nivel hotelero en España es muy alto comparado con otros lugares y, además, barato.
R. ¿Es un buen momento para el sector? Está habiendo una fuerte apuesta por Madrid.
R. Es cierto que es un buen momento, pero seamos claros, cuando pasa cualquier cosa, el turismo de lujo es el que antes se resiente, es más voluble a según qué hechos. Dicho esto, sí, creo que Madrid vive una muy buena coyuntura y se están haciendo muy bien las cosas. Tiene una oferta gastronómica brutal, de las mejores ofertas culturales del mundo... Para Londres y París siempre ha sido una buena época, también para Barcelona, aunque últimamente ha habido ciertos acontecimientos, estos no han afectado todo lo que podían haberlo hecho. El turismo de lujo se ha resentido, pero vuelve a estar en un buen momento y se está absorbiendo toda la oferta que hay.
R. En otros aspectos el lujo es quien mejor resiste.
R. En épocas de crisis, el que más tiene es presumiblemente el que mejor aguanta, pero al mismo tiempo, cuando se produce un hecho como una huelga general, como la que está habiendo ahora en París, por ejemplo, y no hay transporte, hay mucha gente a la que no le cuesta nada decir que aunque pierda dinero, se va a otro sitio. En cambio, al que le ha costado mucho organizar ese viaje y ha hecho un gran esfuerzo para poder permitírselo acaba viniendo de todas formas. Por eso se resiente más, aunque también se recupera antes cuando las cosas mejoran.
R. Los hoteles son casi más conocidos a nivel individual que bajo el paraguas de Derby.
R. Ya, es algo que queremos cambiar y en lo que hemos estado trabajando mucho en los últimos años. Eso sí, sin menospreciar lo que hicimos en su día, que es lo que nos ha permitido estar donde estamos. El hecho de que alguien vaya a Estados Unidos y hable del Claris de Barcelona, y todo el mundo lo conozca, lo mismo con el Urban de Madrid en Asia, por ejemplo. Desde hace cinco años decidimos atacar un poco más el branding de Derby Hotels y estamos ahí, cada vez se nos asocia más. Cuando damos das pasos hacia la internacionalización, es importante llegar con una marca muy fuerte.

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