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El gasto en desempleo creció en 2019 por primera vez en siete años

La estimación del cierre de la factura del sistema de protección a los parados indica que rozó los 19.000 millones de euros el pasado ejercicio

Desempleo
Belén Trincado / Cinco Días
Raquel Pascual Cortés

El dato de lo que España gastó en prestaciones y subsidios por desempleo en todo 2019 se conocerá mañana, junto a los primeros datos de paro registrado que harán públicos los nuevos responsables del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Pero, a falta de conocer entonces la cifra del mes de diciembre, que completará el montante todo el ejercicio, ya se puede calcular que el gasto en desempleo cerró el año muy por encima de los 18.000 millones, con lo que aumentó respecto al año anterior, por primera vez en siete años.

En, 2018 este gasto ascendió a 17.469.306 millones, siendo el sexto año consecutivo en el que caía desde el máximo alcanzado durante la crisis económica en 2012, cuando España destinó 31.678.027 millones de euros.

Entre enero y noviembre, la factura de estas ayudas a los parados ascendía ya a 17.297 millones de euros, así que haciendo un cálculo prudente de la cifra gastada en diciembre, con la media de los otros once meses de año, sumaría 18.869 millones. Pero lo más probable es que cuando mañana se conozca el dato del último mes del año, esta cifra supere incluso los 19.000 millones de euros.

Esto supone un claro empeoramiento de la tendencia, ya que la mejora del empleo desde que se inició la recuperación había propiciado recortes anuales del gasto en desempleo de entre el 9% y el 16% entre 2013 y 2016. En 2017 estos ahorros ya se frenaron al 6,2% y en 2018 se gastó prácticamente lo mismo que en el año anterior, con un descenso de esta factura que se podría calificar de simbólico porque solo bajo un 0,02%.

El aumento del presupuesto en 2019 obedeció a varias causas pero fundamentalmente a un acusado freno en el ritmo de descenso del paro registrado, que se recortó un 1,2% internaual frente a un descenso del 6,1% un año antes. A esto hay que añadir una mayor rotación en las entradas y salidas al mercado de trabajo, que es lo que genera una mayor solicitud de prestaciones aunque en el saldo final el número de parados no se incremente respecto al año anterior.

Se da además la circunstancia de que la mejora del empleo desde 2014 ha provocado que los asalariados hayan ido acumulando derechos de cobro de la prestación contributiva, ya que para cobrar un mínimo de cuatro meses de prestación contributiva por desempleo hay que haber cotizado previamente un año como mínimo.

Esta situación de mayor rotación se empezó ya a ver a principios del pasado año cuando se constató que en 2018 se había producido el el primer aumento en seis años tanto del número de beneficiarios de prestaciones contributivas (las que reciben solo aquellos que han cotizado lo suficiente) como del dinero destinado a pagar estas ayudas contributivas. Si bien, cuando se sumaban los subsidios, el gasto total aún no había repuntado, como sí lo ha hecho en 2019.

Así, noviembre pasado el número de beneficiarios solo de la prestación contributíva crecía a un ritmo del 10% interanual y el gasto, un 11%.

Subsidio para mayores

Pero hay otro dato que ha contribuido también a aumentar el gasto en desempleo en 2019: la entrada en vigor en el mes de marzo de las nuevas condicionespara cobrar el subsidio de mayores de 52 años. Los cambios sobre esta ayuda rebajaron la edad de acceso, permitieron a sus beneficiarios que siguieran cobrando el subsidio hasta la edad ordinaria de jubilación y aumentó la base por la que el Estado cotiza por ellos. Todas estas cuestiones habían disparado solo en noviembre pasado el gasto en los subsidios por desempleo casi un 24% y el número de perceptores, un 8,5%.

Por el contrario, el gasto en los programas alternativos a las prestaciones y subsidios como son la Renta Activa de Inserción y el Programa de Activación para el empleo, que se cobran cuando solo cuando se agotan las primeras, cayeron sustancialmente, lo que sugiere que los beneficiarios podrían estar menos tiempo en el paro o que la elevada rotación hace que muchos desempleados no cumplan con el requisito de haber estado inscritos como demandantes durante un periodo determinado.

En cualquier caso, entre los planes del Gobierno está modificar el actual sistema de protección por desempleo “mediante una reordenación y simplificación que refuerce la protección de las personas desempleadas que lo necesiten”, según indica el compromiso recogido en el programa de Gobierno de coalición alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos. Es más, estos cambios son los que permitirían a la formación morada incidir más sobre el gasto público, ya que la partida de desempleo es la mayor entre las que tienen los cuatro ministros de Podemos.

Un día para reconocer la prestación

El aumento del gasto y del número de beneficiarios no ha supuesto, de momento, un perjuicio en el periodo en el que el Servicio Público de Empleo (SEPE) reconoce las prestaciones y los subsidios a los beneficiarios. En noviembre pasado (último dato disponible), las ayudas se reconocían de media en un solo día. Pero en la mayoría de las comunidades este tiempo estaba incluso por debajo, el reconocimiento se produce en horas. La Comunidad de Madrid es dónde más se tarda, con una media de tres días; mientras que, por el contrario en Asturias se tarda 0,25 días de promedio en conceder o rechazar las solicitudes de los desempleados.

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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