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Operaciones corporativas

Six se abre a blindar la estrategia y la marca de BME más allá de cuatro años

El Gobierno tiene la potestad de incluir cláusulas para dar luz verde a la operación; la compra se cerrará a finales del primer semestre

Jos Dijsselhof, consejero delegado de Six.
Jos Dijsselhof, consejero delegado de Six.

El objetivo del gestor de la Bolsa suiza es que BME sea su punta de lanza en la Unión Europea. Para siempre. De ahí que a los directivos helvéticos no les preocupe la posible obligación de ampliar el blindaje de cuatro años de las marcas actuales de BME, de sus actividades de negocio, de su sede, de la localización de sus oficinas y de su estrategia en España. El plazo se puede alargar, según fuentes financieras. Una portavoz de Six ha declinado hacer declaraciones sobre esta información.

La opa anunciada el pasado 18 de noviembre sobre BME, el dueño de los mercados regulados en España y de plataformas como el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), todavía está en una fase inicial. Han pasado dos meses ya, pero esta operación es muy particular, puesto que requiere el visto bueno del Gobierno.

El ministerio que dirige la vicepresidenta de asuntos económicos, Nadia Calviña, deberá tomar una decisión sobre la propuesta. Bien con un veto, un escenario improbable; bien con una autorización pero con condiciones, una opción con grandes posibilidades según fuentes conocedoras de la situación; bien con un plácet sin exigencias adicionales.

La posibilidad de que se duplique el plazo de garantía ofrecido por Six a la estrategia y autonomía de BME, hasta ocho años, está encima del tapete, según fuentes del mercado. Y el Ejecutivo cuenta con el poder para que esas condiciones se cumplan sí o sí, puesto que puede condicionar la autorización a la operativa de BME a que se repeste lo pactado al pie de la letra. Desde Six han asegurado que no pretenden acometer un recorte de empleo en BME, con una plantilla de 749 personas a cierre de septiembre. Pero respetar la fuerza de trabajo puede ser otra condición que se fuerce a rubricar en el papel de la opa desde el poderoso departamento que pilota Nadia Calviño.

En Six han defendido siempre que su propuesta es una operación de crecimiento y no de búsqueda de ahorros (léase, de recortes). Es más, el grupo suizo ha anticipado que se propone trasladas a España todo su negocio de clearing (compensación de todo tipo de instrumentos financieros), como explicó el director financiero de la empresa suiza, Daniel Schmucki, en una entrevista publicada por CincoDías el 1 de diciembre.

Calendario

La empresa se convertiría así en el tercer grupo europeo más potente en esta área de negocio, por detrás de la cámara británica LCH, controlada en un 80% por London Stock Exchange (LSE), y de la europea Eurex, propiedad de Deutsche Börse. Six no descarta crecer en este segmento al calor del Brexit y de eventuales ventas por parte de otra de las empresas más potentes del sector, Nasdaq, según las fuentes consultadas. Desde que recibió la solicitud de autorizaciónla oferta por parte de Six, a finales del pasado mes de diciembre, el Gobierno cuenta con un plazo máximo de 90 días para tomar una decisión.

La voz de la CNMV, presidida por Sebastián Albella, será clave. El supervisor ha de elaborar un informe sobre la idoneidad del comprador. Una vez que Six tenga la luz verde del Ejecutivo, la CNMV deberá dar luz verde al folleto de la oferta y entonces comenzará el periodo de aceptación de entre 15 y 70 días. Y después quedará la tensión final, puesto que hasta cinco días antes del día límite para aceptar la opa se puede presentar una oferta competidora.

Euronext, que ha fichado a Rothschild, a Société Générale y a Allen & Overy para estudiar una contraopa, como publicó este periódico el pasado 22 de noviembre, tiene tiempo de sobra para pergeñar un posible contraataque. El escenario más probable es que la compra, si finalmente no hay propuestas competidoras, se cierre entre mayo y junio

Resultados

Six aumentó un 8,5% su volumen de negociación con respecto al año anterior, y alcanzó los 1,37 billones de euros en 2019, según un comunicado de la empresa. El número de operaciones creció un 6,1% hasta alcanzar un total de 64 millones.

En julio del año pasado, el mercado suizo perdió la equivalencia con respecto a los de la UE, de manera que las acciones de empresas helvéticas que coticen en algún país de la UE solo se pueden adquirir en los mercados comunitarios. “La negociación de acciones suizas se consolidó sin dificultad”, sentencia el grupo en una nota. BME, que publicará sus cuentas de 2019 el 28 de febrero, negoció en renta variable un total de 469.626 millones, un 18,1% menos que en el conjunto del año pasado. El récord data de 2007, cuando se movieron 1,665 billones de euros.

Los fondos apuestan más de 300 millones de euros por una contraoferta

está en la mente de los inversores. BME cotiza en torno a un 4% por encima del precio de la opa de Six. El viernes cerró a 34,96 euros por título, cuando la firma suiza ofrece 33,4. Grandes inversores han tomado posiciones importantes en las últimas semanas.

BlackRock controla ya un 3,59%, y también están presentes los hedge funds Sand Grove Opportunities (1,345%), Farallon (1,345%) y Davidson Kempner (1,402%). Además, han entrado la gestora de fondos de pensiones holandesa Stichting Pensionenfonds Hoogovens (1,022%) y el fondo soberano de Noruega, Norges Bank, que controla un 2,283%. Este último inversor ha elevado su apuesta desde el 1,047% que tenía de BME desde mayo de 2016. Las actuales participaciones de estos accionistas están valoradas en unos 310 millones de euros a cierre del pasado viernes.

Six va varios meses por delante de su eventual competidor, Euronext. Ya cuenta con el dinero de la oferta, de 33,4 euros por acción tras descontar el dividendo de 0,6 euros que BME abonó en diciembre, que valora el gestor español en unos 2.800 millones.

Six tiene en su poder el cheque de Credit Suisse, banco asesor, junto a Alantra y Santander, así como el avalista, el coordinador del préstamo puente y de la financiación posterior. BBVA es el banco agente, mientras que UBS y CaixaBank participarán en el crédito puente y en la financiación

Six planea dividir prácticamente a partes iguales lo que se gastará en la compra de la empresa española, entre caja propia, bonos y deuda bancaria, según fuentes del mercado, como publicó este diario el pasado 13 de diciembre. Con una tesorería disponible para compras de 1.000 millones de francos (unos 900 millones de euros) cuenta también con otros 500 millones obtenidos de la monetización de su participación en Worldline a través de derivados.

Fuentes financieras señalan que, pese a que el efectivo disponible suma 1.400 millones de euros, guardará un remanente.

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