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El cambio climático, el desafío global más urgente

Los efectos del calentamiento mundial son ya visibles y los desastres naturales son cada vez más recurrentes y dañinos. La comunidad internacional exige mayores esfuerzos para lograr una economía baja en carbono

protesta cambio climático
Protesta en el centro de Madrid el pasado abril para demandar al Gobierno políticas contra el cambio climático.GettyImages
Denisse Cepeda Minaya

El planeta está en emergencia climática, pese a los negacionistas. Los efectos del calentamiento global son cada vez más recurrentes y dramáticos. El más cercano y reciente, la gota fría que en septiembre asoló Murcia y la Comunidad Valenciana, principalmente, la peor en 140 años y que dejó unos seis muertos, unos 3.500 evacuados por las inundaciones, más de 300.000 hectáreas de cultivo dañadas y destrozos de infraestructuras y viviendas. El Mediterráneo, en el caso español, es el área más amenazada por la crecida del nivel del mar, según varios informes.

España no es el único, el cambio climático menoscaba a todos los países en todos los continentes al ser una consecuencia de la actividad humana. De ahí la relevancia y la urgencia del cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 13, Acción por el Clima, que impulsa la Organización de Naciones Unidas (ONU), con un horizonte de alcance a 2030. Una iniciativa que ha logrado concitar la atención y el ­compromiso mundial de los Estados (unos 200), incluso de los más contaminantes –excluyendo EE UU, en proceso de salida gracias a Donald Trump–, y que se materializó hace cuatro años con el Acuerdo de París.

Alejandro Meraviglia

El problema es que hasta ahora los esfuerzos han sido insuficientes. Las emisiones de gases de efecto invernadero siguen subiendo y son un 50% superiores al nivel de 1990, recoge la ONU. Por lo que ya la hoja de ruta inicial de limitar el aumento de la temperatura media global a dos grados por encima de los niveles preindustriales se queda corta: el grupo de expertos de la ONU, el IPCC, exige no pasar de 1,5 porque ya en 2017 se situaba en un grado. Lo que refleja un ritmo alcista acelerado y que, si no se actúa, se puede escalar a los tres en este siglo, prevé el organismo. “Las emisiones de CO2 deben disminuir en un 45% entre 2010 y 2030 y alcanzar cero en 2050 para limitar el calentamiento a 1,5 grados”, advierte.

Desde 1880, el nivel del mar ha subido también de media 20 centímetros por el deshielo, y se proyecta que aumentará otros ­30-122 centímetros para 2100, apunta. Estas alteraciones han causado catástrofes que han supuesto en promedio pérdidas anuales de cientos de miles de millones de dólares, además del impacto humano: entre 1998 y 2017 perdieron la vida 1,3 millones de personas y 4.400 millones fueron perjudicadas, añade.

Las medidas a favor del clima pueden generar 26.000 millones de dólares de PIB y 18 millones de empleos solo en el sector energético, calcula la ONU

“El ODS 13 pretende introducir el cambio climático como una cuestión primordial en las políticas, estrategias y planes de países, empresas y sociedad civil, mejorando la respuesta a los problemas que genera e impulsando la educación y la sensibilización”, comentan desde la Red Española del Pacto Mundial. Además de que insta –dicen– a los Estados a contribuir económicamente para lograrlo, ayudar a los países en desarrollo y colectivos frágiles (mujeres, jóvenes y comunidades marginadas). La ONU pretende movilizar así 100.000 millones anuales hasta 2020.

El sector privado juega a la vez un papel protagonista, opinan desde la entidad, mediante la inversión en energías renovables, I+D sostenible y trabajando de forma coordinada con la comunidad internacional.

El buque escuela Juan Sebastián de Elcano, en el parque eólico marino Wikinger (Alemania), de Iberdrola.
El buque escuela Juan Sebastián de Elcano, en el parque eólico marino Wikinger (Alemania), de Iberdrola.

“Desde la aprobación de la Agenda 2030 en 2015, es uno de los ODS más trabajados por las empresas españolas y ha estado siempre entre los tres más reportados por el Ibex 35; entre las compañías firmantes del Pacto Mundial en España es el cuarto, tras los ODS 8, 5 y 3, y si miramos a las grandes, está en segundo lugar”, analizan. En la iniciativa Business Ambition for 1,5 °C, impulsada por Global Compact, por ejemplo, figuran siete compañías españolas (Iberdrola, Acciona, Cellnex, REE, Telefónica, Arpa y Glovo) entre las más de cien firmantes comprometidas con esta meta.

La ONU calcula que “una acción climática audaz” puede generar 26.000 millones de dólares en beneficios económicos para 2030 y 18 millones de empleos solo en el sector energético.

El proyecto fotovoltaico Graciosa, de Endesa, en Canarias, un sistema autosuficiente que genera, almacena y distribuye su propia energía.
El proyecto fotovoltaico Graciosa, de Endesa, en Canarias, un sistema autosuficiente que genera, almacena y distribuye su propia energía.

Renovables y eficiencia energética, las armas para enfriar el planeta

La generación y el uso de la energía son responsables del 74% del total de la emisión global de gases de efecto invernadero. Es la actividad que más contribuye al calentamiento global y, por tanto, de donde emanan las mayores iniciativas para su mitigación. Sin embargo, “todos los sectores en todos los mercados tendrán que hacer cambios y unirse a esta transformación si quieren sobrevivir”, avisan en la Red Española del Pacto Mundial.

En esa ambiciosa senda, que atañe a pequeñas y grandes, destacan 23 compañías del Ibex que se han fijado el ODS 13 como objetivo prioritario. Acciona, neutra en carbono, acaba de ser elegida como la compañía más verde del mundo por quinto año consecutivo en el ranking New Energy Top 100 Green Utilities. En 2018 produjo 22.087 GWh de energía renovable, que evitaron la emisión de 14,7 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, informan. Sus inversiones están alineadas con el Acuerdo de París (COP21) y la ciencia. Los vertidos que no logran reducir se compensan con la compra de créditos de carbono de instalaciones verdes en países en vías de desarrollo. “Promovemos la fijación de un precio al carbono que redirija la inversión de Gobiernos y empresas hacia modelos de producción y consumo más limpios”, defienden.

Iberdrola, adherida al Acuerdo de París y una abanderada de la lucha climática, siempre presente en las citas mundiales, con 30.000 MW de capacidad renovable, apuesta por la eólica marina para afianzar su liderazgo global. Su cartera de proyectos supera los 10.000 MW en el mar del Norte, el Báltico y EE UU. La empresa ha evitado 60 millones de toneladas de CO2 en los últimos tres años, ha cerrado 15 plantas de carbón y petróleo, y el 69% de su capacidad total instalada en el mundo está libre de emisiones (el 73% en España). La misión es ser neutro en carbono en 2050.

Repsol es una de las más activas del sector petrolero, la primera que apoyó el Protocolo de Kioto y está alineada con la COP21. Es miembro del comité ejecutivo de la Red Española del Pacto Mundial y forma parte de la Oil and Gas Climate Initiative, que busca respuestas al cambio climático. Pretende bajar su intensidad de carbono un 40% en 2040, por lo que hasta 2020 invertirá 2.500 millones de euros en actividades limpias. Tiene en marcha dos proyectos eólicos en Aragón y Castilla y León, uno flotante semisumergible en Portugal y dos solares en Andalucía y Badajoz. Su capacidad instalada es de 2.952 MW. La movilidad, con 35 puntos de recarga rápida para coches eléctricos, es otra medida.

Enagás se centra en el desarrollo del hidrógeno y el biometano y su integración en las infraestructuras existentes, para lo cual ha creado la filial EnaGasRenovable; el uso del gas en el transporte, especialmente en el marítimo, y la eficiencia energética (ha reducido en más de un 40% su huella de carbono y ha evitado cerca de un millón de toneladas de CO2 desde 2014, aseguran). La meta: evitar más de tres millones entre 2020 y 2040.

Y en Endesa, que anunció el cierre de sus centrales de carbón, el 10% de la compensación variable a largo plazo de la alta dirección está vinculada a la reducción de las emisiones en 2020. Además, elevará un 30% la capacidad renovable instalada (eólica y solar) en 2021, tras una inversión de 2.000 millones. Su objetivo es recortar las emisiones un 60% en 2030 respecto a 2005.

Un personal de cabina de Iberia recicla una botella de plástico durante un vuelo, como parte de la iniciativa Zero Cabin Waste.
Un personal de cabina de Iberia recicla una botella de plástico durante un vuelo, como parte de la iniciativa Zero Cabin Waste.

De la teoría a la práctica

100% verdes. Telefónica, BBVA, CaixaBank (carbono neutro en 2018) y Bankia son las empresas españolas que se han comprometido a usar solo energías renovables en sus operaciones a través de la iniciativa global RE 100, que agrupa a 209 multinacionales. En los tres primeros casos, será en 2030 y 2040, y en el último, lo es desde 2013.

Cero plásticos. Iberia cuenta con Zero Cabin Waste, junto a Ecoembes, Ferrovial Servicios, Gate Gourmet y ESCI-UPF, para recuperar el 80% de los residuos de las cabinas de los aviones, logrando 68,5 toneladas menos. Air Europa segrega también los desechos de sus aviones y talleres de mantenimiento. Paradores busca eliminar los plásticos de un solo uso en sus hoteles (las botellas son ya de vidrio y las pajitas, biodegradables). Y Gestamp recicla el 98% de los residuos (acero en su mayoría) de sus plantas.

Menos emisiones. Naturgy ha invertido 400 millones de euros en eólica y solar, con previsión de llegar a 1.000 millones a final de año, además de ofrecer soluciones en el transporte terrestre y marítimo; la firma quiere bajar un 26% las emisiones en 2025. Meliá impulsa el plan de ahorro de energía CO2 Perate en sus hoteles y la compra de renovables. Bankinter invierte en I+D sostenible, eficiencia energética, movilidad y explora ampliar su oferta de productos verde. En Renfe, los viajeros de AVE y Avant pueden calcular la huella de carbono de sus trayectos. Mapfre tiene oficinas ecoeficientes. Ferrovial, el carsharing eléctrico Zity. Santander creó el Grupo de Trabajo de Climate Finance, de análisis de riesgos y oportunidades de negocio. Y Triodos financió en 2018 en Europa 1.117 proyectos limpios por valor de 1.742 millones.

Medio ambiente. EDP colabora con el Club deportivo Kayak Oviedo y Fapas para recuperar el ecosistema del río Nalón (Asturias). Técnicas Reunidas planta 2.000 árboles a través de varios proyectos en Arabia Saudí.

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Sobre la firma

Denisse Cepeda Minaya
Periodista especializada en energía, medio ambiente, cambio climático y salud. Máster en Economía verde y circular por el Inesem y Máster en Periodismo por la UAM/El País. Con más de 20 años de experiencia en periodismo económico. Anteriormente trabajó en República Dominicana como reportera de economía en los periódicos El Caribe y Listín Diario.

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