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Las grandes empresas familiares anticipan un ciclo de menores ventas y empleo

Identifican la falta de gobierno y de reformas estructurales como los principales riesgos

Francisco Riberas, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, en una imagen de archivo.
Francisco Riberas, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, en una imagen de archivo.Pablo Monge

Las grandes empresas familiares ya constatan un ciclo económico menos positivo para España. Las 500 compañías que participan desde esta mañana en el XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar han emitido un diagnóstico pesimista respecto al futuro de la economía española, en línea con lo previsto por grandes organismos internacionales como FMI u OCDE. En una encuesta previa a la inauguración del congreso, los empresarios consultados calificaron con 5,33 puntos sobre 10 la situación económica actual, por debajo de los 5,48 puntos de 2018 y los 6,22 puntos de 2017, regresando a los niveles de 2016. Tampoco se mostraron especialmente esperanzados con la evolución de la economía española, ya que más de la mitad de los encuestados previó que el crecimiento y la creación de empleo a corto plazo serán moderados en el corto plazo. En concretó un 63% pronosticó que habrá "un crecimiento frágil de la actividad sin creación neta de empleo", 22 puntos porcentuales más que doce meses antes, mientras que solo un 36% se atrevió a anticipar "un moderado aumento de la actividad con una limitada creación neta de empleo", 21 puntos menos que en la anterior edición. 

Preguntados por sus previsiones para el próximo ejercicio, los empresarios familiares, entre los que se encontraban gigantes como Mercadona, Bankinter, Gestamp o Planeta, anticiparon una mayor caída de ventas en comparación con 2019, con un 19% de las respuestas, un porcentaje muy superior al 8% registrado en la anterior edición. Una reducción de la cifra de negocio que se traducirá en una mayor destrucción de empleo, ya que el 16% de las compañías prevé reducir plantilla cuando un ejercicio antes apenas fue el 7%.

Desde el inicio de la recuperación económica en 2014 es la primera vez en la que el porcentaje de compañías que creará y que mantendrá empleo es igual. La política de reparto de dividendos seguirá siendo una opción minoritaria entre las compañías, con un 8% de las respuestas (el mismo peso que en 2018) que optarán de forma mayoritaria por la reinversión de los beneficios, con un 59% de las respuestas, nueve puntos menos que en la anterior edición, y la reducción de la deuda, con un 12% del total.

La ausencia de Gobierno y las dificultades para formarlo cuando apenas quedan dos semanas para la celebración de unas elecciones generales, junto a la ausencia de reformas estructurales, son los dos principales riesgos que atisban en el horizonte los empresarios familiares. En este escenario, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Francisco Riberas, apostó por la conformación de un gobierno estable que sea capaz de impulsar las reformas estructurales pendientes desde 2015. “Es muy importante tomar importantes decisiones en diferentes ámbitos y sin dilación en nuestro país y para ello es imprescindible un gobierno estable”, reclamó en su discurso.

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Y para ello ofreció el apoyo de las grandes empresas para forzar ese cambio. “Los empresarios sabemos crear empleo y riqueza y podemos ayudar en la construcción del plan estratégico que como país debemos tener”, recalcó Riberas, que enfatizó como primera prioridad el cambio del modelo de educación y formación. “Un modelo que deberá estar más orientado a la empleabilidad de nuestros jóvenes, en un futuro cada vez más tecnológico y digital, que deberá ser fruto de un amplio debate y consenso social y en el cual, la formación profesional tenga la importancia y el reconocimiento social que merece”.

En este escenario de mayor pesimismo, el contrapunto lo puso la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, que ofreció un discurso lleno de optimismo. “Estamos comunicado con claridad desde el primer día, con una actitud responsable, sin sobrerreacciones positivas ni negativas”, en alusión a la divergencia entre el diagnóstico de los organismos oficiales y el del Ejecutivo de España sobre la evolución económica. “España está capeando mejor que otros países la coyuntura económica. Nuestro PIB crece, a tasas más moderadas que en años anteriores, pero todos los organismos prevén que se mantenga creciendo este año y el que viene. Y el crecimiento es sostenido y no se basa en déficit de la balanza de pagos ni en burbujas inmobiliarias”.

Calviño presentó la hoja de ruta del Gobierno con tres ejes: estabilidad presupuestaria, sensibilidad social y reformas estructurales y dos líneas de trabajo prioritarias: la reducción de la deuda pública y la apuesta por el capital humano. “Queremos doblar la reducción de la deuda en los próximos años y queremos invertir en educación porque consideramos que es clave para aumentar nuestra productividad”.

Entrecanales: “No hacemos lo suficiente contra el cambio climático”

El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, ha alertado de que el cambio climático es la principal amenaza para la economía mundial. “No hay duda de que el cambio climático lo ha generado el hombre y de que la intensidad de emisiones de CO2 avanza irremisiblemente y se acaba el tiempo. No hacemos lo suficiente y no estamos lo suficientemente concienciados”, recalcó durante su intervención en el XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar.

Entrecanales aseguró que Europa tiene una responsabilidad en el combate contra el cambio climático por su elevado nivel de bienestar. “Los países ricos estamos más protegidos porque tenemos renta e infraestructuras que nos permiten hacer frente a eventos como el cambio climático, pero el 80% del mundo no está en esa situación y se enfrenta a una gravedad extrema”. En su opinión, las empresas familiares, “por el carácter supra e intergeneracional de trascender” deben ser conscientes de que el gran evento mundial es el cambio climático que al mismo tiempo implica una gran oportunidad.

Cristina Gallach, alta comisionada para la Agenda 2030, consideró que los dos grandes pilares que deben guiar las estrategias empresariales son la corrección del cambio climático, de la desigualdad y la promoción de la transición energéticas. “Para hacer frente a esos dos pilares hace falta una comunión entre el sector privado y público para movilizar los recursos”, precisó Gallach, que también reclamó una ley de cambio climático ambiciosa, una nueva ley educativa y una revisión de todos los fondos que se gastan en todas las administraciones.

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