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Las claves bursátiles a tener en cuenta tras la vuelta de las vacaciones

Los analistas prevén más tensión por la guerra comercial. La llegada de Johnson ha disparado el riesgo de un Brexit duro

CINCO DÍAS

Los mercados financieros nunca descansan. Tampoco en verano. Durante los últimos dos meses se han sucedido varios acontecimientos que han cambiado las perspectivas para la evolución de la Bolsa y los bonos. El recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el nombramiento de Boris Johnson como nuevo primer ministro de Reino Unido (y sus implicaciones de cara al Brexit), el cambio de Gobierno en Italia, el nuevo tono de preocupación adoptado por los grandes bancos centrales ante los males señales macroeconómicas...

La guerra comercial es el gran dolor de cabeza de los inversores internacionales. Empezó hace un año y medio, y sus dos grandes protagonistas son China y EE UU, las mayores potencias económicas del planeta. Ambos países han ido anunciando nuevas tarifas sobre las importaciones, con tasas que van del 15% al 30%.

Esos nuevos impuestos se aplicarán a transacciones por un importe superior a los 260.000 millones de dólares y conllevarán una ralentización del comercio internacional, una posible disrupción en las cadenas de suministros industriales, y sus consecuentes repercusiones para la evolución de la economía mundial.

La última batalla, que tuvo lugar hace 10 días, tuvo el mismo patrón que las anteriores. Anuncio sorpresa de nuevos aranceles (en esta ocasión, por parte de China) y réplica instantánea por parte de Donald Trump, alerta máxima en los mercados financieros, y posterior fase de relajación posterior. Acción/reacción. Tensión/distensión.

La mayoría de analistas cree que este tira y afloja puede prolongarse durante lo que queda de 2019, pero que en 2020 Trump tendrá que cerrar un acuerdo con Xi Jingping para que la economía estadounidense no descarrile justo en año electoral.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) observa con inquietud la confrontación arancelaria. En su último discurso, su presidente, Jerome Powell, reconoció que tienen toda su potencia de fuego preparada por si hay un deterioro claro de la economía estadounidense. El primer paso lo dio la Fed a finales de julio, cuando decidió acometer la primera rebaja de tipos desde 2008. Los expertos esperan una nueva bajada en septiembre, lo que dejaría el precio oficial del dinero en el 2%. Tanto Donald Trump como algunas gestoras (como Pimco) han pedido a Powell que sea más agresivo en el abaratamiento del precio del dinero, pero este se ha resistido.

También se espera que el Banco Central Europeo (BCE) adopte algún tipo de medida extraordinaria en los próximos meses para tratar de sacar a la zona euro de su letargo.

Brexit e Italia. Tanto Reino Unido como Italia han tenido crisis de Gobierno durante el verano. En este último caso, la ruptura de la alianza entre el Movimiento Cinco Estrellas y el partido ultraderechista la Liga, ha tenido una solución rápida. El Partido Democrático ha accedido a respaldar a Giuseppe Conte para forme un nuevo gabinete.

En Londres, en cambio, la salida de Theresa May y la llegada de Boris Johnson a Downing Street ha incrementado el riesgo a una salida brusca de Reino Unido de la Unión Europea. El nuevo primer ministro ha sido siempre un ferreo defensor del Brexit y ha prometido a su electorado que el país dejará el marco comunatrio el 31 de octubre, aunque no haya un nuevo acuerdo con sus socios comunitarios.

En España, la incapacidad del partido socialista y Unidas Podemos para alcanzar un acuerdo de investidura hace que cada vez sea más probable que en noviembre se produzcan unas nuevas Elecciones Generales. Los mercado podrían castigar al bono español por la incertidumbre política.

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