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Economía

El G20 impulsará una tasa digital contra firmas como Apple o Facebook en 2020

Las principales economías de mundo prevén una recuperación del crecimiento para la segunda mitad del año

El nuevo Mac Pro de Apple, presentado hace unos días.
El nuevo Mac Pro de Apple, presentado hace unos días. JUSTIN SULLIVAN (AFP)

Los ministros de finanzas de los países del G20, reunidos este fin de semana en Fukuoka (Japón), han acordado en la madrugada del domingo acelerar los trámites para imponer una tasa digital a las grandes compañías tecnológicas, con la intención de cerrar un documento final en 2020. De esta forma, empresas como Apple, Facebook, Google, Amazon o Alibaba tendrán que hacer frente a un nuevo impuesto, que se creará con el objetivo de poner coto a los vacíos legales que estas compañías aprovechan para reducir sus facturas fiscales en los países en los que operan, por ejemplo, declarando la mayor parte de sus beneficios en economías con menores cargas impositivas.

Una de ellas es la irlandesa, hogar para varias de estas multinacionales en Europa, que con la entrada de esta tasa podría tener más dificultades para a atraer este tipo de negocios. "Damos por buenos los progresos recientes acometidos para abordar los desafíos fiscales derivados de la digitalización, y por ello apoyamos un ambicioso programa apoyado en dos pilares", dice el documento acordado al que ha tenido acceso Reuters. 

El primero sería que un país pueda gravar la actividad de una firma por el hecho de vender bienes o servicios en su territorio, aunque no tenga presencia física en él. El segundo iría destinado a limitar que estas empresas desvíen sus beneficios a economías con impuestos más bajos, aplicando otra tasa mínima global para repartir de forma proporcional por país esas ganancias.

La tasa digital viene siendo discutida desde hace tiempo, por ejemplo, en la Unión Europea, donde sus principales impulsores, Francia, Alemania, Italia o España, se han encontrado con la oposición de afrontar de los países que más se benefician de la actividad de las compañías digitales gracias a su laxa fiscalidad, tales como Irlanda, Suecia o Dinamarca. "Tenemos un nuevo modelo económico basado en actividades digitales, y en la venta e intercambio masivo de datos. Y por el momento, no existe una tributación justa para este modelo", ha afirmado el ministro francés de Finanzas Bruno Le Maire.

"Veo un alto grado de voluntad de trabajar juntos en este tema que pocos podrían haber anticipado hace un año ", ha apuntado Pierre Moscovici, Comisario de la Unión Europea para Asuntos Económicos. "Creemos que los gigantes tecnológicos, que no son solo Google, Amazon, Facebook

y Apple, deben pagar su parte justa de impuestos donde crean valor y ganancias ".

El acuerdo entre los principales países del mundo tampoco se presenta sencillo. EE UU, origen de los principales grupos tecnológicos del mundo, ya ha mostrado sus resistencias a medidas que castiguen a sus empresas. "EE UU tiene preocupaciones significativas con los dos impuestos que han sido propuestos por Francia y Reino Unido", ha valorado el secretario del Tesoro de EE UU, Steven Mnuchin, quien, al mismo tiempo, ha subrayado el consenso existente entre el G20 para llevar a cabo estas medidas. "Ahora se tiene que convertir en un acuerdo", ha afirmado.

Otro problema está ligado a cómo justificar el gravamen para algunas actividades de estas empresas que no entran dentro de la concepción de la venta de bienes y servicios, tales como la generación de contenidos. "Las tasas globales deben gravar a las empresas en función de dónde crean valor, no solo de dónde realizan sus ventas", ha apuntado el ministro de Finanzas de Reino Unido, Philip Hammond, en declaraciones que recoge el diario Financial Times.

Crecimiento estabilizado

En un comunicado conjunto, los representantes de los países del G20 han apuntado a que el crecimiento global se recuperará "moderadamente" en lo que resta de este año y en 2020, aunque sigue vigilando de cerca las "tensiones comerciales y geopolíticas" que están ralentizando la economía mundial.

Esa es una de las principales conclusiones de la reunión, en la que se sentó en la misma mesa a los representantes de Estados Unidos y de China, enfrentados desde el año pasado en una guerra comercial propiciada desde la Casa Blanca, que, sin embargo, no se menciona para nada en el comunicado final, aunque sí sus efectos, informa Efe.

"El crecimiento global parece estar estabilizándose, y en términos generales se proyecta que mejorará moderadamente en los próximos meses y en 2020", dice la primera frase del comunicado final, que incluye los 14 puntos debatidos durante la reunión.

"Sin embargo, el crecimiento se mantiene bajo y los riesgos siguen inclinados hacia el descenso. Más importante aún, las tensiones comerciales y geopolíticas se han intensificado", dice el texto del comunicado.

Esta ambigüedad ha generado la crítica de la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones de España, Reyes Maroto, quien lamentó que el texto no haya recogido "la preocupación acerca de las tensiones actuales, expresada por muchos países en las sesiones", y agregó que "por responsabilidad España no ha querido romper el proceso de consenso que opera entre los miembros del G20".

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