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Europa logra una ventana al mercado japonés en pleno repunte del proteccionismo

Automoción y alimentación, los serán los más beneficiados por el nuevo tratado La UE ahorrará 1.000 millones en aranceles al año

Ken Hashiba, investigador senior del Nakasone Yasuhiro Peace Institute y asesor del ministerio de Asuntos Exteriores sobre relaciones internacionales con la UE.
Ken Hashiba, investigador senior del Nakasone Yasuhiro Peace Institute y asesor del ministerio de Asuntos Exteriores sobre relaciones internacionales con la UE.Pablo Monge

En un momento en el que el proteccionismo y las barreras comerciales están resurgiendo y dos de las grandes potencias mundiales, Estados Unidos y China, amenazan con una guerra de aranceles, la Unión Europea y Japón han acercado posturas. El pasado 1 de febrero entró en vigor el tratado de Libre Comercio entre ambas regiones (Jefta, por sus siglas en inglés), un acuerdo que elimina gran parte de los aranceles a las exportaciones europeas y japonesas impulsando ambas economías.

“Las empresas exportadoras europeas ahorrarán alrededor de unos 1.000 millones de euros en aranceles al año”, asegura Ken Hashiba, investigador senior del Nakasone Yasuhiro Peace Institute y asesor del ministerio de Asuntos Exteriores sobre relaciones internacionales con la UE que visitó la semana pasada Madrid. Una vez que al acuerdo se implemente en su totalidad, más del 90% de la exportación europea hacia Japón será libre de aranceles mientras que Japón eliminará los aranceles al 97% de los bienes”, explica.

La alimentación, en el caso europeo, y el sector de la automoción y componentes, en el japonés, serán las industrias más beneficiadas. De hecho, se eliminan las tarifas sobre la exportación de alrededor del 85% de los productos agrolimentarios. En este sentido, Hashiba destaca la importancia que el tratado tendrá para el queso o el vino español. “El 15% de los aranceles para el vino ha sido totalmente eliminado”, subraya, lo que permitirá a España competir con países como Chile “en condiciones más privilegiadas”.

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Aunque Japón es el segundo mercado europeo en Asia, las exportaciones de las empresas españolas al país nipón están lejos de situarse a la cabeza: ocupan el sexto puesto dentro de la UE, liderado por Alemania, y, a nivel mundial, por China, según datos del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). No obstante, su valor se ha duplicado desde inicios de la crisis y en 2017 alcanzó los 2.446 millones de euros. El año pasado, las exportaciones mantuvieron su tendencia alcista y crecieron un 3,54% entre enero y noviembre –los últimos datos disponibles–. En el conjunto de la UE, las exportaciones a Japón de bienes rondan los 58.000 millones de euros al año y las de servicios, los 28.000 millones.

“Esperamos que vengan más empresas españolas a Japón”, confía Hashiba, que asegura que “el acuerdo permitirá a las empresas europeas acceder aún más fácilmente al mercado japonés, beneficiando a las españolas que aspiran a competir en él”. En este sentido, pone como ejemplo el hecho de que el tratado crea un “ambiente reglamentario más predecible respecto a las medidas fitosanitarias aplicadas a los productos europeos”, lo que, a su vez, simplifica los procedimientos de aprobación.

No obstante, la eliminación o disminución de tasas no es la única ventaja de este tratado, que impulsará la economía de ambas regiones. Japón estima que su PIB se incrementará alrededor de un 1%, es decir, unos 40.000 millones, y se crearán en torno a 290.000 puestos de trabajo. La UE, por su parte, calcula que las exportaciones al país nipón crecerán un 13% al año, lo que supondrá un aporte de 13.000 millones.

Un acuerdo de "nueva generación"

 

El tratado comenzó a negociarse en 2013, pero no fue aprobado por el Parlamento Europeo hasta diciembre de 2018.

El Jefta, al igual que el CETA (entre EE UU y Canadá) o el TTIP (entre la UE y EE UU), es considerado un tratado de “nueva generación”. Esto quiere decir que sus efectos no se limitan a reducir o eliminar las tarifas sobre la exportación de bienes, sino que también afecta a las inversiones y a cuestiones de carácter normativo como la propiedad intelectual.

 

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