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Cómo implantar en pymes políticas de responsabilidad social en discapacidad

Analizamos por qué las políticas para favorecer la igualdad en discapacidad se quedan de lado en las políticas de responsabilidad social, y cómo evitarlo.

Christian Loste y María Dolores Enrique, Director y Presidenta de Cadena de Valor.
Christian Loste y María Dolores Enrique, Director y Presidenta de Cadena de Valor.

Muchas pequeñas y medianas empresas prestan especial atención a sus políticas de responsabilidad social. Sin embargo, no se suele hacer hincapié en ellas a la igualdad en discapacidad. En Territorio Pyme hemos hablado con Christian Loste, director de Cadena de Valor, para que nos cuente de primera mano cómo se incluyen este tipo de políticas en las pymes y por qué son tan importantes. Cadena de Valor se encarga de apoyar a empresas para que logren implantar dichas políticas de forma responsable y para que genere valor tanto a la propia corporación como al colectivo y a la sociedad.

- ¿Por qué la pyme prioriza otras políticas de RSE frente a la igualdad en discapacidad?

La PYME en nuestro país está todavía dando los primeros pasos en materia de enfocar sus estrategias de Responsabilidad Social. Su principal influencia viene de la gran empresa, que es la que lleva ya un tiempo dedicada a dibujar políticas de responsabilidad y a entablar diálogo con sus stakeholders; lo hace con grandes titulares y con causas muy genéricas, sobre todo ambientales o de cooperación. Quizá por eso no se está dando una presencia como debiera de las políticas de inclusión de la diversidad, donde la discapacidad tiene mucho que mostrar, y que además representa a un amplio sector de la sociedad donde la PYME se mueve: un 10% de la población tiene discapacidad. Es por eso que necesitamos mucha labor de sensibilización y de visibilizar la discapacidad, lo cual supone una gran parte todavía de nuestro trabajo desde Cadena de Valor: mostrar la discapacidad como ese gran aliado en cuestiones de responsabilidad, a la que la PYME puede tener acceso de manera muy fácil y que además genera sinergias potentes y de calidad.

- ¿Qué deben analizar las pymes que deseen implantar una política de RSE en discapacidad?

En primer lugar, y aunque suene triste, todavía estamos en una fase en la que lo puramente normativo todavía no se cumple, y de hecho ese incumplimiento genera proyectos en los que Cadena de Valor trata de ofrecer el máximo valor añadido. Esto se refiere básicamente a dos aspectos: la accesibilidad y el cumplimiento de la reserva de plantillas (las empresas de más de 50 trabajadores deben reservar el 2% de sus plantillas a trabajadores/as con alguna discapacidad reconocida). Por tanto, yo creo que es fundamental el comenzar a plantearse la RSE mediante un autodiagnóstico de ese cumplimiento. Y, a partir de ahí, trabajar sobre la realidad de la discapacidad en la empresa (trabajadores o familiares con discapacidad; entidades sociales de la discapacidad cercanas o que propongan proyectos interesantes a la empresa; lanzamiento de campañas que involucren a la plantilla, especialmente si va acompañado de acciones de voluntariado… Es muy importante, cuando hablamos de discapacidad y RSE, el poner el ingrediente humano y personalizar en personas, en entidades sociales y en causas concretas frente a una discapacidad más indeterminada, difusa y sin rostro.

- Existen bonificaciones por contratación de personas con discapacidad: ¿cuáles son?

Por suerte, la discriminación positiva se mantiene en este tipo de medidas, pero nuestra experiencia en Cadena de Valor es que por desgracia hay mucho desconocimiento de los beneficios que aportan. Por un lado, hay bonificaciones a la cuota empresarial de la Seguridad Social en contratos indefinidos (superan los 5.000 euros al año durante toda la duración del contrato) y en los contratos de duración determinada (que se sitúan en la banda de los 4.000 € de bonificación al año). En todos los casos, las cuantías varían en función de la gravedad de la discapacidad, de si se es hombre o mujer, etcétera. Por otro lado, existe una deducción en la cuota del Impuesto de Sociedades cuando se aumenta el número de personas con discapacidad (en torno a los 10.000 € anuales por cada nueva persona contratada) y otros incentivos y subvenciones vinculados a mejorar la accesibilidad del puesto de trabajo. En cualquier caso, y además de otras iniciativas como el empleo protegido de los Centros Especiales de Empleo o la figura del empleo con apoyo, es evidente que contratar a personas con discapacidad puede convertirse en un valor diferencial para la empresa, en primer lugar porque supone un menor coste de contratación.

- ¿Qué otros beneficios, más allá de los económicos, aporta la contratación de este tipo de profesionales?

Todas las estadísticas coinciden: los mayores índices de puntualidad y motivación, y los menores índices de ausentismo laboral y conflictividad se dan entre el personal con discapacidad de una empresa, sea cual sea su tamaño y sea cual sea su perfil, puesto de trabajo, responsabilidad o antigüedad. Por tanto, el primer beneficio está claro: plantillas más comprometidas, productivas y aplicadas. Y, en segundo lugar, yo citaría que este tipo de profesionales genera fenómenos de identificación con valores positivos tales como esfuerzo, solidaridad, superación, diversidad, generosidad, etc. Hemos podido ser testigos de esos valores en los proyectos que hemos llevado a cabo desde Cadena de Valor, ya que mejora la autopercepción de la plantilla, y se irradia hacia el exterior una imagen de sensibilidad hacia las necesidades de las personas que se relacionan con ella (bien sea como clientes, como empleados, como proveedores, etc.)

- ¿Qué políticas se deberían impulsar para fomentar una igualdad de acceso a empleo a personas con discapacidad?

Las políticas deben formar parte de un todo, y deberían comenzar desde la atención temprana (disminuir el riesgo y el efecto de la discapacidad en niños), la educación (la formación que un niño o niña con discapacidad pueda obtener es vital para tener las mismas opciones de acceso a un empleo) y por supuesto el de generar discriminación positiva para compensar la dificultad añadida (bonificaciones, y reserva de plazas).

- ¿Son suficientes las políticas actuales de fomento de este tipo de empleo?

Lamentablemente, ninguna de esas medidas tendrá el éxito que se pretende si no hay, de manera simultánea, una labor de sensibilización en la sociedad, en la empresa y en los medios de comunicación, que haga que la inclusión de las personas con discapacidad sea un logro común y no solo de una parte de la sociedad.

- Casos de éxito de pymes con una buena política RSE en discapacidad

Como ejemplo citaría uno muy cercano a Cadena de Valor: existe una pequeña gasolinera en San Sebastián de los Reyes (Madrid) bajo bandera de BP que, en colaboración con la asociación APADIS (una de las fundadoras de Cadena de Valor), contrata a personal con discapacidad intelectual para suministrar el combustible; además, en cada repostaje se dona una pequeña cantidad de dinero para APADIS. Esto es todo un ejemplo de cómo la discapacidad se convierte en valor diferencial y competitivo en algo tan cotidiano y necesario como la gasolina, y de que existen opciones de valor compartido incluso en pequeños negocios. Para cualquier PYME, el éxito comienza cuando hay preocupación por conocer la discapacidad, por participar en campañas, por ofrecer flexibilidad a sus empleados para cuidar a alguien dependiente, o por valorar a un candidato sin importarles nada más que sus capacidades, y no sus discapacidades. Confiamos en que ese es el camino en el que van a poder realizarse muchas acciones positivas y donde se va a generar esa sensibilización imprescindible para que las empresas apuesten por la sostenibilidad y la inclusión.

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