_
_
_
_
_
Noticia patrocinada

Banco Mediolanum asesora al cliente en el camino del ahorro

La entidad es una de las que más ha crecido este año en número de profesionales del asesoramiento financiero

La crisis ha sido un duro periodo para la comunidad financiera, pero también ha reportado grandes enseñanzas a sus participantes. Y este aprendizaje ha dado lugar a la creación de un sistema más exigente, eficaz, seguro, transparente y especialmente cuidadoso con el cliente bancario.

Los cambios han sido importantes, especialmente del lado normativo. El desarrollo de la tecnología ha ido a la par. También ha habido una revolución desde el punto de vista de la inversión, con productos nuevos y más sofisticados que intentan responder a todos los perfiles de riesgo y buscar alternativas a lo más tradicional, como son los depósitos, en un entorno de tipos de interés en mínimos históricos.

El ahorro se ha de entender como un camino que recorre las diferentes etapas de nuestra vida. Lo que permanece es la máxima del ahorrador, que debe ser siempre mantener el poder adquisitivo. Y después está la búsqueda de un plus de rentabilidad.

En la memoria de todos está aún, una década después de la caída de Lehman Brothers, las pérdidas que sufrieron muchos inversores del mundo. A fin de evitar un nuevo riesgo sistémico se han ido buscando soluciones conjuntas entre los principales organismos como el Fondo Monetario Internacional, el G20, la Unión Europea o incluso los bancos centrales.

El sistema financiero exige mayor profesionalidad

La llegada de MiFID

Estas situaciones son un claro reflejo de la necesidad de un asesoramiento profesional. De hecho, ha sido uno de los ejes del desarrollo regulatorio en Europa, donde se busca ante todo la protección de los ahorradores o inversores. Todas las decisiones se han materializado en MIFID I (Markets in Financial Instruments Directive) y MiFID II.

5,5 ha crecido el número de agentes financieros en España en los ocho primeros meses de 2018, hasta los 6.407.

La llegada de MIFID II implica un cambio radical en la forma de hacer banca, basada tradicionalmente en el producto. El sector tiene que hacer frente además a una mayor demanda de servicio online en detrimento del presencial, lo que ha motivado el cierre de oficinas y el despido de un gran número de trabajadores. El nuevo marco regulatorio y la transformación de la actividad bancaria ha obligado a muchos profesionales a reciclarse para responder al perfil de la profesión de futuro: el asesor financiero.

Según datos del Banco de España y la CNMV, en los ocho primeros meses de 2018 el número de agentes financieros era de 6.407, lo que supone un crecimiento del 5,5% sobre la cifra de cierre de 2017. Este aumento viene propiciado principalmente por Unicaja, BBVA y Banco Mediolanum.

El asesor financiero es un profesional con vocación de emprendedor y de servicio al cliente, y debe tener muy claro dos aspectos: su actividad se basa en acompañar a su cliente en la gestión de sus finanzas personales, y su futuro y su seguridad depende del éxito de su cartera, de la satisfacción del particular. No vende productos y es muy importante que esté respaldado por una entidad que le apoye.

En la actualidad, hay entidades que aplican un sistema de negocio basado en la figura del asesor financiero. Es el caso de Banco Mediolanum, especializado en la gestión del ahorro de las familias y que lleva más de 36 años acompañando a sus clientes con un modelo diferente e innovador. Banco Mediolanum respalda al profesional, le proporciona todas las herramientas, una formación continua y una amplia gama de productos y servicios para que pueda ofrecer un completo asesoramiento y las soluciones de ahorro e inversión más personalizadas.

Motivos para apoyarse en un asesor financiero

Natixis ha realizado a lo largo del tiempo diversas encuestas para conocer de primera mano las inquietudes de los clientes y su opinión sobre la profesionalidad en la gestión de sus ahorros.

Estas son las principales conclusiones de los últimos estudios:En 2015 los inversores españoles sentían cierta laguna en la planificación; tenían problemas para casar expectativas de rentabilidad con tolerancia al riesgo; En ese momento, el principal objetivo financiero era preparar su jubilación; la mayoría quería buscar nuevos enfoques de inversión y un 42% demandaba soluciones para mejorar el riesgo.

En julio de 2017, una de las conclusiones más relevantes fue que uno de los papeles más importantes que desempeña el asesor financiero es el de terapeuta del cliente, para ayudarle a cumplir sus objetivos de rentabilidad riesgo. Sin embargo, el 35% lo dejaba porque no entendía sus objetivos personales.

A finales de 2017, en el último informe internacional realizado, se apreció que la visión del asesor está calando notablemente entre las nuevas generaciones. Así, el 64% de los que nacieron entre 1980 y 2000 tiene claros los objetivos financieros a alcanzar, y un 59% cuenta ya con un plan y con disposición para cumplirlo.

Más información

Archivado En

_
_