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El miedo al diésel se apodera del renting

La demanda de vehículos de empresa de gasóleo se desploma un 30%, crecen los contratos de gasolina frente al eléctrico, que no despega Las restricciones en las ciudades tambalean el mercado de segunda mano y los precios

Flota de vehículos de ALD Automotive.
Flota de vehículos de ALD Automotive.Manuel Casamayón (Cinco Días)

Empresas grandes y mediana, micropymes, autónomos e incluso particulares. Una gran parte de las flotas en renting de las compañías huyen del diésel y vuelven a la gasolina. Tienen miedo de no poder entrar en las grandes ciudades, a más subidas de impuestos a este carburante y también a la subida de las cuotas para estos vehículos.

Y aunque, según aseguran en el sector, hay mucho ruido al respecto con una base no del todo fiable porque los vehículos diésel de renting tienen las etiquetas menos contaminantes, dada su antigüedad de no más de cuatro años, muchas compañías se están poniendo el parche antes de que les salga el grano.

De momento, los concesionarios de coches están haciendo descuentos en la venta de estos automóviles de hasta el 25% para deshacerse del stock, han bajado las matriculaciones en renting de estos motores un 30% en cuatro años y las empresas del sector ya se plantean incrementos en las mensualidades de este tipo de vehículos.

“Las desafortunadas declaraciones, en julio, de la ministra de Transición Ecológica ha sido el detonante de la drástica caída de la demanda”, afirma Roland Shell, presidente de Mercedes-Benz, quien también echa la culpa a la subida del gasóleo.

Cada año, el renting vomita al mercado de segunda mano unos 145.000 vehículos diésel que, de momento, avanzan fuentes del sector, no se ha colapsado, pero de continuar el descenso de la demanda, tiene todas las papeletas.

Pese al brusco trasvase de compradores de estos motores a la gasolina, “la producción de diésel en España se ha mantenido en 725.000 vehículos al año, una cantidad que tendrá una difícil salida en el mercado”, prevén en Rastreator.

Las empresas con flotas medianas de furgonetas se pasan al gas y el híbrido se vuelve una realidad, ambos con etiqueta eco

Para empezar, ya cuesta casi lo mismo comprar un modelo diésel que un gasolina, “cuando siempre fabricar un motor de gasóleo era más caro”, apuntan en el comparador.

Una de las consecuencias es que los precios de venta en el mercado de segunda mano se han alterado. Mientras que los coches de gasolina han subido un 3%, los de gasóleo han descendido un 1,4%. “Caída que, de momento, no parece tener freno”, pronostican en Rastreator.

Solo en el último año, “las matriculaciones en renting de diésel han bajado un 12%”, señala Agustín García, presidente de la Asociación Española de Renting. “Sin motivo, porque el 90% de los vehículos de renting son Euro 6, con etiqueta C, que permite entrar en las ciudades, equiparable totalmente a los de gasolina”, añade.

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“Si contaminan como los de gasolina, ¿por qué tienen un tratamiento diferente?”, se pregunta García, quien asegura que “los responsables de la contaminación de las ciudades son los coches de mayor antigüedad”.

Además, lo que no se va en lágrimas se va en suspiros. Según García, hablar de descarbonización también afecta a los autos de gasolina que emiten más C02 que el diésel, con más emisiones Nox (partículas contaminantes). Y “también hay que cumplir con los acuerdos de Kioto, cuyo objetivo es reducir un 35% las emisiones de C02 en los próximos años”, recuerda.

Las compañías de renting, de momento, no están subiendo las cuotas de las flotas a los clientes, “dada la fuerte competencia que hay en el mercado”. Pero el valor residual, es decir, el precio de venta del diésel en el mercado de segunda mano, al finalizar los contratos, ya ha bajado un 3% en el último año. “Y nadie vende a pérdida”, insiste.

El precio de venta de los coches de segunda mano de gasolina sube un 3% y los de gasóleo bajan un 1,4%, una tendencia sin freno

Precios

Junto al mantenimiento y el seguro, el valor residual es crucial para fijar la cuota que pagará el cliente y “deberíamos no equivocarnos al calcularlo en tres o cuatro años, lo que duran los contratos”, destaca Manuel Orejas, director de desarrollo de negocio de Arval.

Pero si bajan los precios en el mercado de ocasión “subirán los precios del renting de estos vehículos por una inseguridad injusta”.

La buena noticia para las empresas-clientes es que están bajando las cuotas para los modelos de gasolina. Pero, además, añade García, conviene recordar que son las empresas las que asumirían “el riesgo del diésel”.

“Las compañías de renting tienen que saber manejar la incertidumbre de estos motores”, dice Fernando Cogollos, consejero delegado de Nortghate, pero ya maneja la del incertidumbre del eléctrico, “que es mucho mayor por su obsolescencia”.

Y es que cada año salen nuevos modelos y los que hoy tienen una autonomía de 150 kilómetros, en tres años puede que vean duplicada esa capacidad, devaluando el valor residual, aclara. Con el agravante de que los avances tecnológicos en baterías no pueden incorporarse a los eléctricos más antiguos.

“El mercado de ocasión es aún estable, se vende lo que hay”, asegura Jaime Barea, director corporativo de Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor). En algunas zonas, como las islas Canarias y Baleares, donde los vehículos hacen menores kilometrajes, “está más tensionado, es más inestable y los precios, más bajos”.

Para Barea, “el miedo al diésel lo provocan los titulares y el Gobierno, los modelos de menos de cinco años no están siendo penalizados en precio en el mercado de ocasión, pero sí los de más de diez años.

“No esperes una rebaja en todoterreno, tipo Kia Sportage o Nissan Qashqai, pero “el segmento grande, sí sufre”, aclara Barea.

Las flotas de turismos y los particulares son los que están realizando el mayor trasvase a la gasolina. “Y lo que el particular no sabe es que este carburante tendrá las mismas restricciones que los vehículos de gasóleo porque el problema son los coches obsoletos, porque Kioto existe y el diésel emite menos C02”, dice Orejas.

Así y todo, ahora mismo “las empresas, tanto grandes como pequeñas, que antes venían a comprar un Clio diésel ahora se inclinan por el modelo de gasolina”, comenta Cogollos.

En España, el problema del Nox solo afecta a cinco grandes ciudades y, por eso, Orejas ve improbable que se derrumbe el mercado de ocasión de estos motores.

De momento, Arval pone cada año cerca de 20.000 vehículos diésel en el mercado de segunda mano, y “no tenemos problemas para venderlos”.

Furgonetas

El mundo de las furgonetas es harina de otro costal. Entre otras cosas porque la oferta de modelos ecológicos es muy escasa (apenas media docena de modelos eléctricos e híbridos), explica.

“Son coches de trabajo y se mira sobre todo la ecuación económica y, hoy por hoy, el diésel es más interesante en precio, combustible, valor residual y consumo”, aclara.

Además, ahora mismo, las cuotas de furgonetas eléctricas son muy elevadas, “en algunos casos hasta cuatro veces las del gasóleo, y cuentan aún con los problemas de la autonomía y recarga”.

De hecho, “la tasa de matriculaciones que alcanzará el eléctrico no superará el 3% en dos años” de los 200.000 que anualmente matricula el renting, dice.

Las pymes son uno de los colectivos que le está dando la espalda al diésel. Según Cogollos, están empezando a usar predominantemente gasolina, si bien es verdad que “ahora registran mejores consumos y cuentan con una gran oferta de modelos”.

Pero en las grandes ciudades se están pasando al gas las empresas con flotas medianas, de entre 50 y 60 vehículos, porque “tienen la etiqueta eco, equivalente a los híbridos, y el precio es similar al del diésel”.

Otra de las opciones al alza es el híbrido, de combustión y enchufable, alcanzado un 6% de las matriculaciones del total del renting. “Empieza a ser una realidad, dice Orejas, porque solventa el problema de recarga, tiene más autonomía y cubre el 80% de los desplazamientos”. Además cuenta con la etiqueta eco.

En cifras

Segunda mano. Actualmente el 60% de los coches usados que se venden son diésel, una cifra que es superior en los que proceden de renting.

Etiquetas. Los vehículos de renting con la etiqueta C son los que se están vendiendo ahora, catalogación que da acceso a las grandes ciudades salvo que haya episodios de contaminación. Según la normas municipales de Madrid, solo en el escenario 5 (el más restrictivo) estos vehículos no podrían circular.

Gasolina. La matriculación de coches de gasolina ha subido un 70% en el renting, al igual que en el total de matriculaciones, donde ya suponen el 45%. Este año, el sector, que matricula unos 200.000 vehículos al año, crecerá un 14%, con 80.000 nuevas unidades.

Híbridos. Estos vehículos emergen como una alternativa. Si en 2012 solo representaban el 0,93% de las matriculaciones en renting, en 2018 alcanzaron el 4,54%,

Vehículos nuevos. Aunque los fabricantes de coches no han bajado oficialmente el precio del diésel, la realidad es que ofrecen fuertes descuentos para deshacerse de ellos.

Pedro Malla, director general de ALD Automotive.
Pedro Malla, director general de ALD Automotive.

Pedro Malla (ALD Automotive): “La incertidumbre impulsa la subida de las cuotas”

Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad Complutense, MBA por el Instituto de Empresa y máster en Tributación y Asesoría Fiscal por el Centro de Estudios Financieros, Pedro Malla ha ocupado cargos de responsabilidad en el área del leasing de entidades como Volkswagen Finance, hasta que desembarcó en ALD Automotive.

Tras pasar por la dirección comercial, en el año 2000 accedió a su actual cargo, director general.

Con la que está cayendo, ¿interesan las flotas diésel en estos momentos?

Pese al panorama poco propicio, hay que distinguir las flotas por segmentos. El diésel sigue siendo el gran aliado para trayectos de gran kilometraje. En furgonetas y comerciales no tiene competencia. Además, no se puede comparar un diésel Euro 6 con uno de seis a diez años.

¿Cuánto pueden subir las cuotas?

La compañía estudia los precios de venta y la tendencia. Dependiendo de la evolución podremos saber cómo y cuánto va a subir o bajar el valor residual de los vehículos… y la cuota se fija en base a ese indicador. Pero es cierto que algo deberán subir dada la incertidumbre de su salida en el mercado de ocasión.

¿Cómo ha sufrido la compañía la tendencia a la baja del diésel?

Pese al descenso en las matriculaciones entre particulares, se siguen demandando principalmente vehículos diésel y, de hecho, en lo que va de año, suponen más del 60% de sus nuevas incorporaciones. Si bien es cierto que en 2016 la tasa fue del 83,21%.

¿Cómo dibujaría el renting en cinco años en cuanto a tipos de energía?

La automoción muchas veces se mueve por modas, pero la demonización del diésel genera incertidumbre. El mercado camina hacia la convivencia de muchas energías, pero las Administraciones tienen aún un largo camino para impulsar las infraestructuras adecuadas a la demanda de los conductores.

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