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El autónomo y, ¿su buena salud?

Las bajas por enfermedad en autónomos son muy inferiores a la de asalariados. La dependencia de sus negocios como medio de vida les imposibilita parar, aunque estén enfermos, lo que delata una falta de coberturas en el colectivo para cubrir sus bajas.

Prácticamente todos los autónomos han leído en alguna ocasión el mito de que nunca enferman. El chascarrillo aporta humor a algo muy serio. El autónomo no puede desvincularse de su actividad si enferma. Porque no tiene una cobertura social en ese caso, y sus ingresos y viabilidad dependen de su presencia en el negocio. Aunque sea enfermo. No hay nada que analizar en el ADN del trabajador por cuenta propia. El problema es que no se puede permitir el lujo de cogerse la baja por enfermedad.

Lo corroboran los últimos datos presentados por ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos). Los autónomos se dan de baja en muchas menos ocasiones que los asalariados. En concreto, durante 2017 el porcentaje de bajas por enfermedad (incapacidad temporal) fue del 0,96%, lo que se traduce en nueve de cada mil profesionales por cuenta propia.

Por el contrario, la tasa de bajas temporales entre los trabajadores por cuenta ajena se situó cerca del 2%, concretamente en el 1,95%. Así las cosas, puede deducirse que los autónomos se dan de baja la mitad que los asalariados, según se desprende de un informe.

Mayor duración de la baja

La situación se invierte a la hora de analizar el tiempo de duración de estas bajas. En el caso de los autónomos la media se halla en los 92 días, mientras que en el caso de los trabajadores por cuenta ajena es casi tres veces menos (39 días).

Si extrapolamos estos datos a la vida real, puede decirse que los autónomos cuando se dan de baja es porque se ven evocados al cese completo de su actividad. Desde ATA se recuerda que este informe se ha realizado en función de la incidencia media por cada mil autónomos.

“Un autónomo siempre está pendiente de su negocio y solo cuando la enfermedad es lo suficientemente complicada y larga como para impedirle atenderlo solicita esa baja por incapacidad temporal”, ha asegurado Lorenzo Amor, presidente de ATA.

“Las cifras nos confirman algo que ya sabíamos, cuando un autónomo se da de baja es porque está enfermo de verdad. Por eso es tan importante que los autónomos adecúen en cada periodo su base de cotización a lo máximo que se pueda. Porque cuando estén de baja, va a ser para largo tiempo y necesitan poder recibir lo máximo posible”.

Exentos de cuota

Una de las cosas que desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos se reclama al Gobierno es que implante una medida mediante la cual los trabajadores autónomos estén exentos de pagar su cuota de la Seguridad Social a partir del día 30 de la baja. “Son largas bajas en las que tienen que seguir pagando su cuota, y en ocasiones esto se convierte en un verdadero problema”; comenta Amor.

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