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Tribuna
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Una banca ágil y flexible ante el nuevo entorno

La aparición de nuevas tecnologías está revolucionando la forma de hacer banca

En la última década, el sector bancario ha vivido cambios profundos para adaptarse a un entorno radicalmente distinto al que estábamos acostumbrados. Este proceso de transformación, lejos de estabilizarse, se acelerará en los próximos años. La aparición de nuevas tecnologías está revolucionando la forma de hacer banca y nos obliga a repensar continuamente nuestra propuesta de valor. Y no solo el entorno tecnológico está en profunda mutación. También la sociedad está cambiando, con nuevos hábitos y necesidades de asesoramiento financiero. Los clientes bancarios están cada vez más conectados y demandan mayor comodidad, personalización y transparencia.

Estas tendencias impulsan la entrada de nuevos competidores, en su mayoría con enfoques especializados en determinadas partes de la cadena de valor del negocio bancario.

Como advierte Clayton Christensen en su teoría de la innovación disruptiva, el riesgo para las entidades tradicionales (los incumbentes) es ignorar las propuestas de valor de estos nuevos entrantes. Lo que deben hacer es estar en alerta permanente y evitar la complacencia, su principal enemigo.

Ante este nuevo mundo, el sector bancario debe responder con organizaciones ágiles. En el mundo empresarial, el tamaño era tradicionalmente una de las claves del éxito. El pez grande se comía al pequeño en la mayoría de sectores que han vivido olas de fusiones y de consolidación. Ahora, sin embargo, y cada vez más, es el pez rápido el que se come al lento. Las entidades deben cambiar su manera de gestionar para ser más ágiles en la innovación, en la introducción de nuevos servicios, en la ejecución de proyectos y, especialmente, en la toma de decisiones. Ello requiere organizar procesos y equipos de manera eficiente, eliminar los silos y trabajar más transversalmente. Además de ágiles, las organizaciones también deben ser flexibles. El futuro será de aquellas entidades que se adapten al cambio pero, sobre todo, de aquellas que lo anticipen y que lo protagonicen, generando nuevas tendencias y pautas de consumo y servicio.

Este es el objetivo de CaixaBank. A lo largo de los últimos años, la organización ha demostrado una enorme flexibilidad, anticipándose y adaptándose a un entorno económico y financiero durísimo, aprovechando las oportunidades de la revolución digital, expandiéndose en nuevos mercados... Este espíritu de cambio no solo debe seguir siendo un rasgo fundamental de la organización sino que debe reforzarse ante los desafíos a los que nos enfrentamos.

Por ello, estamos acelerando la transformación digital para ofrecer el mejor servicio y ser más eficientes, ágiles y flexibles. Queremos que nuestros clientes tengan la mejor experiencia por cualquier canal, físico o digital. La utilización de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial combinada con el big data, nos permitirá además conocerles mejor y poder diseñar las soluciones más idóneas, personalizadas e innovadoras para ayudarles a hacer realidad sus aspiraciones y proyectos.

De nada servirá este conocimiento sin una capacidad de ejecución rápida y efectiva. Las oportunidades e innovaciones dejan de serlo si tardamos demasiado en ponerlas en práctica. Por ello, también estamos desplegando metodologías que reduzcan al máximo el tiempo necesario para lanzar nuevos productos y servicios.

Ser ágiles también requiere una cultura que tolere el error, que incite a las personas a probar cosas nuevas sin miedo a equivocarse. Una cultura que implique y comprometa a los empleados, que promueva una mayor autonomía y en que la colaboración sea un puntal fundamental.

A lo largo de la historia, CaixaBank ha sido capaz de anticipar nuevas maneras de hacer banca para contribuir al bienestar financiero de sus clientes. Esta capacidad sigue y seguirá intacta por muchos años más si mantenemos nuestra inquietud para cambiar, mejorar y no conformarnos. Es la mejor manera de seguir demostrando nuestro compromiso con los clientes.

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