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La hepatitis C, más cerca de erradicarse

El tratamiento costaba 25.000 euros en 2015; hoy, 7.000

En 2015 se puso en marcha en España el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, gracias al cual, hasta comienzos de 2018, se han tratado en torno a 100.000 personas afectadas por este virus (VHC) con unas tasas de curación que superan el 95%. “El plan ha sido un éxito. Somos el primer país occidental en ratio de pacientes tratados, es decir, en número de enfermos sobre el total de la población que han tenido acceso a un tratamiento curativo”, explica Juan Turnes, jefe del servicio de aparato digestivo del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra.

Los tratamientos antivirales de acción directa (AAD) han sido el instrumento fundamental para alcanzar estos resultados. España se ha situado en primera línea en el tratamiento de esta enfermedad. De hecho, varios países europeos han utilizado el ejemplo de España como modelo a imitar para garantizar el acceso a los tratamientos.

¿Cuál ha sido la clave de este éxito? En opinión de Turnes, han sido varias, pero la más importante es que se ha desarrollado una política nacional que establecía los criterios para tratar una enfermedad de gran impacto sobre la salud individual y también sobre el sistema sanitario, “porque esta enfermedad, aunque no la tratemos, tiene unos costes muy elevados. Esta política nacional la han seguido las comunidades autónomas de manera más o menos uniforme, y además ha estado acompañada de una partida presupuestaria específica. No recuerdo ningún caso similar, quizá lo más parecido fue el plan de VIH de los años noventa”.

Las cifras

1.600 millones de euros es el coste en fármacos en los dos primeros años de aplicación del plan.

95% de enfermos curados desde el año 2015 hasta principios de 2018.

El coste en fármacos durante los dos primeros años de aplicación del Plan Estratégico ha sido de 1.600 millones de euros y ha generado un valor a la sociedad superior a los 4.600 millones de euros, según el informe Enfoques políticos para abordar la hepatitis C en España, presentado recientemente y coordinado por Juan Turnes. “Es una inversión altamente eficiente pero, además, el abordaje de lo que nos queda no va a costar esa cantidad porque los fármacos han reducido su precio por la competencia entre compañías y por la ampliación del número de medicamentos disponibles. El coste promedio era en 2015 de unos 25.000 euros y actualmente se sitúa en torno a los 7.000 euros. Ahora se trata de invertir en medidas para reducir la transmisión, para diagnosticar”, resalta Turnes.

¿Es sostenible el acceso a los tratamientos de hepatitis C para el sistema público de salud? “Es sostenible pero, más allá de mi opinión, es un hecho objetivo. Al margen de que nos pueda parecer mucho o poco, si lo ponemos en perspectiva, estamos hablando de un tratamiento que cura enfermedades y que sabemos cuánto tiempo lo va a recibir un paciente, que es entre ocho y doce semanas, ya que no es un tratamiento indefinido cuya finalidad es controlar los síntomas o mejorar la calidad de vida, como ocurre en otras muchas enfermedades. En el caso de la hepatitis C, hablamos de un tratamiento que se mueve en cantidades económicas muy por debajo de otras terapias, que cura la enfermedad y que, entre otros beneficios, produce un retorno de la inversión que hace que sea más caro no tratar a los pacientes”, enfatiza Turnes.

El número total de enfermos afectados está entre los 200.000 y los 250.000, pero de estas cifras más de 100.000 ya se han tratado y la mayoría se han curado. Es decir, que a día de hoy deben quedar en España no más de 100.000 pacientes sin tratar o sin curar.

La eliminación de la hepatitis C está marcada como objetivo de la OMS para 2030 ¿Es posible? “Me encantaría decir que sí, pero la respuesta es que no. Debemos plantearnos ese objetivo, pero para eliminar una enfermedad infecciosa, además de tener medicamentos eficaces, que los tenemos, necesitamos disponer de una vacuna y, de momento, no la tenemos ni la esperamos a corto plazo. Podemos aspirar a una reducción de la infección tan importante que pase a ser una enfermedad considerada como rara. Esto es alcanzable con los recursos disponibles hoy en día, y sin vacuna. Es el reto que debemos abordar ahora”, concluye Juan Turnes.

Oportunidad

El nuevo Gobierno tiene una oportunidad única para avanzar en los objetivos del plan, en lo que queda por hacer, asegura Juan Turnes: “Para ello son necesarias elevadas dosis de coordinación entre comunidades autónomas y la unión de objetivos. Esto podría hacer que el plan siguiera siendo un éxito a nivel internacional. Es lo que le pediría, si tuviera la oportunidad, a la nueva ministra de Sanidad que, además, me consta conoce bien el plan por su aplicación en la Comunidad Valenciana, que ha sido magnífica”.

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