Goldman Sachs: "El cambio político no perturbará a la economía española"

Mantiene su previsión de un crecimiento robusto en España para 2018 y 2019. Sí apunta a que el nuevo gobierno, de cara a futuras elecciones, podría inclinarse por una política fiscal ligeramente más expansionista

Mariano Rajoy saluda a Pedro Sánchez tars la votación de la moción de confianzaEMILIO NARANJO (AFP)

El éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy y la designación del líder socialista Pedro Sánchez como nuevo presidente del Gobierno está coincidiendo con la subida de la Bolsa española y la caída de la prima de riesgo, aliviada por la menor tensión política en Italia.

Los inversores no reciben con inquietud el cambio de Gobierno en España que, en opinión de Goldman Sachs, difícilmente perturbará a la economía española. El banco estadounidense mantiene su previsión de un crecimiento robusto en España para 2018 y 2019. Sí apunta a que el nuevo gobierno, de cara a futuras elecciones, podría inclinarse por una política fiscal ligeramente más expansionista.

Goldman Sachs añade que en España no hay riesgo de que los partidos que podrían formar gobierno puedan poner en cuestión la presencia de España en la UE. “La incertidumbre por unas nuevas elecciones y sus consecuencias no deberían hacer descarrilar el sentimiento positivo del mercado hacia el país”, señala.

El banco estadounidense se muestra mucho más inquieto respecto a Italia, que este día se ha convertido en el epicentro de las ventas. A pesar de que el recietne acuerdo renovado de Gobierno entre la Liga y 5 Estrellas ha rebajado la presión sobre los activos italianos, Goldman apunta que "no está claro cuánto tiempo permanecerá en el poder la coalición". El banco estadounidense advierte además de que la política fiscal del nuevo ejecutivo italiano pueda en último término provocar una rebaja de rating, consecuencia de un aumento de la deuda pública. 

Goldman Sachs prevé además que los inversores sigan cuestionando el compromiso del nuevo Gobierno italiano con el euro. "Incluso aunque sea en menor escala, las nuevas políticas podrían deteriorar la relación con la UE", añade.