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Guía para entender la inversión social y sostenible

La entrada de particulares vendrá de la mano de mileniales y mujeres

La compañías con prácticas de buen gobierno, cuidadosas con el medio ambiente, van calando poco a poco en los productos de inversión. Repasamos las claves de la inversión responsable.

1. ¿Qué es una inversión socialmente responsable (ISR)?

Según la definición de Spainsif, el foro dedicado a fomentar la promoción de la inversión responsable o sostenible, se trata de una inversión que considera tanto criterios financieros tradicionales (por ejemplo, la rentabilidad-riesgo), como criterios extrafinancieros ASG, es decir, medioambientales, sociales y de buen gobierno, en los procesos de análisis y toma de decisiones.

Y añaden otro aspecto: el ejercicio de la propiedad activa. Entiéndase por ello utilizar los derechos inherentes a determinados activos financieros. En el caso de ser accionista de una compañía, participar en la toma de decisiones de la empresa.

2. ¿En qué consiste el análisis extrafinanciero?

En identificar y valorar las buenas prácticas ASG de las empresas. Por ejemplo, en función del sector en el que desarrollen su actividad, comprobar que no hay discriminación salarial por género en cierta compañía, las medidas de protección medioambiental que lleva a cabo una cementera o las prácticas de buen gobierno corporativo de una empresa financiera.

El análisis extrafinanciero identifica y valora las prácticas ambientales, sociales y de buen gobierno de las empresas

3. ¿Qué tipo de productos de ISR existen?

La ISR es una filosofía de inversión aplicable a todo tipo de productos financieros: fondos de inversión, planes de pensiones individuales y de empleo, seguros de vida ahorro, sociedades y fondos de capital riesgo, etc. Sin embargo, en España los que tienen mayor implantación son los fondos de inversión y de pensiones. Para que un producto sea ISR debe indicar expresamente en su política de inversión que considera los criterios ASG en su toma de decisiones.

4. ¿Quién invierte en este tipo de fondos?

La inmensa mayoría de los activos en fondos que sigue criterios ASG son propiedad de inversores institucionales, desde planes de pensiones o gestoras de grandes patrimonios familiares a fundaciones o aseguradoras.

5. ¿Aumentará el interés de los particulares?

La clave parece estar en la gente más joven. Los mileniales demuestran una preocupación clara por aspectos que van más allá de la rentabilidad, enfrentándose a empresas con prácticas que no respetan el medio ambiente, injustas socialmente o sin políticas de buen Gobierno.

La cuestión es que los mileniales, por el momento, no tienen dinero para invertir, pero se espera que en 10 o 15 años se produzca la transferencia de riqueza de la generación del baby boom a sus hijos, hoy mileniales. Los expertos confían en que, a medida que haya más mujeres inversoras o gestoras de patrimonio, la ISR ­crezca, dado que a ellas se les achaca un mayor interés por aspectos extrafinancieros a la hora de tomar decisiones de inversión.

6. ¿Son rentables?

Sus resultados pueden ser positivos o negativos, como en cualquier fondo de inversión tradicional. Hay distintos estudios que avalan la tesis de que pueden lograr mayores retornos. La razón está en que la ISR permite un mejor control de los riesgos de las empresas y actividades en las que se invierte. Un reciente análisis de Morningstar asegura que de los 20 índices bursátiles de la familia de índices de Sostenibilidad Global de Morningstar, 16 han superado a su equivalente no-ASG a lo largo de su vida.

Los productos más comunes son los que aplican exclusiones de empresas, sectores o países en sus políticas
de inversión

7. ¿Cuáles son los fondos ASG más comunes?

Los que aplican exclusiones. Es decir, que en sus políticas de inversión declaran expresamente que evitan ciertas empresas, sectores o incluso países por comportamientos contrarios a normativas internacionales y derechos básicos, o por actividades concretas, por ejemplo, armamento controvertido, experimentación animal o energías contaminantes o peligrosas.

8. ¿Cuáles son las nuevas tendencias en estos fondos?

La variedad en los fondos ASG es cada vez mayor. Últimamente, por ejemplo, han aparecido vehículos que invierten en empresas con buena igualdad de género, dado que se han presentado estudios que concluyen que aquellas compañías con mayor proporción de mujeres en los órganos directivos consiguen mejores resultados. También tenemos las inversiones denominadas de impacto, con las que se busca lograr un objetivo concreto.

En cuanto al medio ambiente, otro eje muy importante en la ISR, se empiezan a ver vehículos que buscan a las empresas mejor situadas en cuanto a reducción de emisiones de CO2, uno de los grandes objetivos del Acuerdo de París. Así, el estudio detallado de la huella de carbono de las carteras es uno de los grandes objetivos de BNY Mellon en su área ASG.

Asimismo, esta gestora apuesta para este año por la financiación de renovables, crecer en bonos verdes y sostenibles; seguirá de cerca el cierre de centrales de carbón y se propone conocer a los equipos directivos de las empresas antes de invertir para evitar shocks corporativos derivados de malas prácticas tras los casos de Facebook o Volkswagen.

9. ¿Hay productos de gestoras nacionales?

Sí, el último estudio del Observatorio de la ISR en España (2016) destaca que la gran mayoría de las gestoras tienen fondos, aunque ninguna de las estudiadas tenía fondos temáticos vinculados a objetivos ambientales o sociales, algo que sí ocurre habitualmente en las casas internacionales. Por gestoras, el Estudio ASG que elabora VDOS concluye que son CaixaBank y Santander y, a gran distancia, Ibercaja y BBVA, las gestoras con mayor patrimonio con calificación MSCI (proveedor global de análisis y datos ASG).

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